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Una casa con ventanas abiertas a la autonomía



El Ministerio de Desarrollo Social de la provincia gestionó una vivienda en el Barrio Manantial Sur de San Miguel de Tucumán para que convivan 6 adolescentes que actualmente residen en el Hogar Manuel Belgrano, dependiente de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia.


Brian, José, Andrés, Lino, Joaquín y Gabriel serán la punta de lanza del programa “Llaves para la autonomía”, una iniciativa que pretende generar condiciones de egreso de institutos a los jóvenes cuando cumplen los 18 años. La organización Doncel de Buenos Aires y UNICEF acompañan desde hace varios años al gobierno tucumano con capacitación y recursos para construir esa autonomía progresiva mentada por la Ley de protección integral de derechos 26061.


Miriam Martini, directora de Niñez, Adolescencia y Familia, explicó que “la experiencia de la casa de medio camino se está ejecutando por iniciativa de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia del Ministerio de Desarrollo Social de Tucumán”.


Las instituciones que llegan a tiempo


La funcionaria se refirió a diferentes abordajes según las situaciones que atraviesan los niños, “Como se sabe en nuestros institutos los Niños, Niñas y Adolescentes se encuentran alojados cuando no tienen una familia que los pueda contener. Siempre se intenta trabajar y fortalecer la familia o algún referente afectivo que pueda cumplir el rol de contención y acompañamiento, sobre todo en situación de alta vulnerabilidad social. Lo que sucede es que a veces los chicos están totalmente solos, ante esa situación los cuida el Estado a través de nuestros dispositivos que son los hogares e Institutos”.


Según las premisas de la Ley de Protección Integral de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes en toda política debe primar el interés superior del niño y favorecer la construcción de una familia. Martini agregó que “una vez que los adolescentes cumplen 18 años tienen que continuar con su vida, entonces el Hogar de Medio Camino es una instancia intermedia entre el cuidado que le otorga el Estado y la Autonomía plena para enfrentarse a la vida en toda su complejidad. Porque el ideal es que todos los niños puedan tener un proyecto de vida propio. Son dispositivos que actúan como hogar, en la figura de una casa con todas las instalaciones que tiene una casa y con todas las rutinas que tiene la convivencia en el marco de una casa”.


Prepararse para encarar la vida con autonomía


¿Qué tiene de particular el entrenamiento que asumen los chicos que viven en una casa de medio camino?. Para graficar ese aspecto de la vida en una casa, eso que de tan asumido muchas veces pasa desapercibido, la especialista en niñez profundizó “o sea, con esta política se intenta que los jóvenes vayan aprendiendo responsabilidades mientras asumen tareas de todo lo que significa convivir en una casa. Pensemos en todas las obligaciones que cumplimos cuando habitamos nuestro hogar. Tener dinero, administrar el dinero, comprar la comida, pagar los servicios, controlar vencimientos”. Y también mantener la casa ordenada, dividir tareas de todos los días como cocinar, limpiar o lavar ropa, cortar el pasto. La idea es ir instalando la cultura de Proyecto de Vida Independiente.



Todo esto se hace desde el programa Llaves para la Autonomía, un programa que capacita a los jóvenes que están por egresar de los institutos, para que logren insertarse en el mercado laboral y puedan desarrollar una vida autónoma. Herramientas para que puedan encarar de la mejor manera una búsqueda laboral o una presentación, ya sea algunas habilidades de computación o claves para encarar una primera entrevista. También Llaves promovió acercamientos a empresas para que los chicos sean incluidos en programas de pasantías. Trabajar, tener rutinas de responsabilidad y cumplir horarios es uno de los aprendizajes más preciados en esa instancia en que están por egresar y asumir una vida autónoma.


Se trata de un modelo de abordaje de la transición del sistema de protección hacia la autonomía de adolescentes y jóvenes, para el personal de hogares asistenciales y actores claves del sistema de cuidados alternativos para contribuir al desarrollo de un modelo de acompañamiento para la transición de los adolescentes sin cuidados parentales hacia la autonomía y la vida adulta.


A la vanguardia con los derechos como Faro


Martini cerró con una definición “el proyecto de Casa de medio camino está a la vanguardia de todos los dispositivos adaptados a las premisas de todos los Tratados y Convenciones de DDHH. En la letra de esos instrumentos se está bregando por la desinstitucionalización de las personas. Porque en general se intenta dar respuestas con dispositivos intermedios fuera de las instituciones, ya sean hospitales, institutos o salas de salud mental. La Casa de Medio Camino nos permite crear esa figura intermedia y otorgar la posibilidad de construir un hogar después de haberle sido negada esa posibilidad durante su infancia.”.




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