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En Tucumán la Educación Pública también se defiende


Panorámica Marcha Federal Educativa en Plaza de Mayo. Tomada por prensa de Ctera


Durante la semana que pasó, sin dudas, la cuestión de la Educación Pública irrumpió en el debate de manera generalizada. No solo fueron unas cuatrocientas mil personas que marcharon en Buenos Aires en reclamo de la Paritaria Nacional Docente para que se de tratamiento institucional a las múltiples demandas del sector, la explicitación del pensamiento presidencial acerca de “caerse en la escuela pública” como un destino no deseable que convendría evitar le puso picante y desazón a la mesa de discusión. En la marcha predominaron los guardapolvos blancos y expresiones de orgullo sobre ese elemento tan simbólico e identitario de nuestra cultura nacional porque si hay algo que no puede negarse es que en Argentina hablar de Democracia y de Estado implica abordar el lugar de la escuela pública.


A una semana de esa gran marcha seguimos sin visos de solución en lo que a paritarias refiere. Pero hubo novedades que demuestran que mantener el tema en el tapete ayuda a mover el avispero de la inercia institucional y a generar acciones. Esta mañana el Senado de la Nación comenzó a discutir un nuevo proyecto de financiamiento educativo que eleva los recursos que aporta el Estado de 6 a 10 puntos del PBI. Empezó a debatirse hoy en la Comisión de Educación y Cultura de la Cámara alta, y según la titular de Ctera, Sonia Alesso, el proyecto de Ley de Financiamiento Educativo “propone metas financieras y pedagógicas muy razonables. Para nosotros es muy importante, más cuando el Estado no está cumpliendo las leyes”.


Algunas impresiones locales

Marcha en Defensa de la Educación Pública en Tucumán. Foto Diario 24



En Tucumán se lo vive a su modo, la marcha de la semana pasada no fue tan masiva y los debates no fueron tan intensos, pero hubo adhesión a las dos jornadas de paros nacionales, que cabe mencionar fueron acompañadas por el gobierno provincial y sobre todo hubo reflexiones de docentes que ayudaron a ponerle un poco de comprensión local al tema. En líneas generales la lucha encuentra un eco de legitimidad en nuestra provincia pero no todos ponen el acento en lo salarial, o no solo en ese punto.


Narciso nos contó que trabaja en nivel secundario para adultos y que “apoya el reclamo docente de Paritarias Nacionales ya que es una herramienta fundamental para garantizar el derecho a la educación y la calidad educativa”. Sobre la frase del presidente dijo que el tema es al revés, “se cae en escuelas privadas cuando se corta el presupuesto público para educación como ocurrió en los 90”.


Como sostiene Alejandro Grimson en su texto CAER EN LA PÚBLICA, publicada en revista Anfibia “la previsibilidad y la calidad de la educación pública constituyen condiciones irrenunciables que el Estado en todos sus niveles y los miembros de la comunidad educativa deben atender y respetar”. A diferencia del funcionario del ejecutivo que sostuvo que cada provincia debería arreglar de manera independiente sus acuerdos paritarios, que haya una actitud positiva por parte del ejecutivo nacional, no es menor, porque de lo que se trata es de discutir las premisas sobre las que se sostiene la educación propuesta por un Estado nacional.


Se suele decir incluso con buenas intenciones que “Cada escuela debería tomar sus propias decisiones sin interferencias del Estado”. Si eso se practicara sin cortapisas no habría posibilidad de contar con un sistema educativo federal, que siempre requiere un Estado regulador con capacidad de distribuir bienes de manera tal que se horaden las diferencias y desigualdades de base en términos económicos, laborales, culturales, de infraestructura, etc. ¿Cómo pensar en un sistema que contempla realidades concretas y situaciones históricas si no hay políticas estatales que se implementan para atenderlas?


De qué lado de la mecha te encontrás


Narciso siente orgullo por “poder trabajar con hombres y mujeres que se esfuerzan por terminar sus estudios y mejorar las condiciones de vida para su familia”. Pero con eso no se come, tampoco con la consciencia de sabernos integrantes de un país en donde la educación pública fue un pilar en el armado nacional. Aprender a leer y escribir iban de la mano con desafíos cartográficos y de delimitación territorial. El sistema educativo en argentina es parte de nuestra misma identidad. Y eso no es algo que se pueda derrumbar por imposturas, negligencias, o peor aún, falta absoluta de consciencia dirigencial.


Maria Fernanda Lamelas, es profesora de Teatro en una escuela pública de San Miguel de Tucumán y también en una escuela privada. Según su opinión en los últimos años se venía mejorando en algunos aspectos pero las políticas actuales deterioraron el paisaje: “estoy a favor de la lucha de los docentes por una mejora salarial. Estoy en contra de los ajuste del gobierno actual. Siento que desde que asumió ha destinado muchísimos menos recursos a la escuela en donde durante los últimos años se había notado un florecimiento muy importante a nivel de recursos, libros, materiales didácticos de presupuesto, de dineros que podíamos usar porque venían del Estado y cada uno desde su escuela podían plantear algún proyecto y se podía contar con fondos para resolverlo”.


Consultada sobre los temas más importantes a resolver Lamelas expresó que “lo más urgente es el salario que viene muy devaluado. También creo que la titularización es muy importante. La incongruencia del Ministerio de Educación para tomar a los docentes es algo que afecta mucho, en mi caso de Educación especial como es mi área el Ministerio de Educación se asegura de poner todos los cargos en el mismo horario, y esto genera que los profesores especiales no podemos tomar más de 20 hs semanales. Con muchísima suerte trabajando en 8 o 9 instituciones semanales podamos juntar horas para que sea significativo. Eso no es gratuito, porque implica un desgaste enorme, tiempo y traslados además de pertenecer a cada institución con sus exigencias y obligaciones particulares. Nos obligan a no poder concentrar horas en la misma institución siendo docentes taxi y eso no ayuda a generar un compromiso genuino con la institución”.


Fernando Díaz Tabalione, es ingeniero en Sistemas de Información y Profesor en disciplinas industriales, trabajo como maestro de enseñanza práctica, en la escuela técnica número 5 específicamente en el área informática en el ciclo superior.


Comenzó diciendo que “me siento identificado con toda la población docente y la educación en general. Con la situación de indefinición del conflicto no solo se ven perjudicados los docentes sino también los niños que van a las escuelas, porque cada día que se pierde de clases es una oportunidad de aprendizaje que los chicos no van a tener y hay que considerar que muchos de ellos van a tener como una única posibilidad de estudio la finalización de su secundario”. Agregó que “quizá el paro no sea uno de los mejores medios para llevar a cabo el plan de lucha. En mi caso personal siempre trato de que el diálogo sea el camino para resolver cualquier conflicto. Sin embargo cuando una parte no está dispuesta a dialogar, cuando una parte opta por el autoritarismo o se ve una intención de degradar la labor docente, la otra parte se ve obligada a tomar acciones que son de fuerza mayor”.


El ingeniero explicó que “la paritaria nacional es importante porque establece un piso a partir del cual en las distintas provincias se puede establecer un acuerdo. Si bien el gobierno nacional no paga el sueldo en las provincias, sí asegura que los docentes de todas las provincias no cobren por debajo de ese monto, de ese incremento. Para que no haya ningún gobierno provincial que se aproveche de la labor docente. Que lo haga trabajar aprovechando la necesidad de trabajo, por un monto por debajo de esa base acordada a nivel nacional”.


En cuanto a los reclamos concretos destacó que “contar en las distintas instalaciones con agua potable sigue siendo una necesidad fundamental para mejorar la calidad educativa. He enseñado en escuelas en donde no hay agua potable, no se puede beber agua. Otro tema que impacta en la labor docente es la titularización docente. Hay docentes que hace muchos años están interinos y es muy importante que esos docentes ganen estabilidad y seguridad. En la última paritaria se llegó a un acuerdo para titularizar docentes, hay que esperar que se haga esta ley de titularización y que se terminen de titularizar los docentes que desde hace 7 años no pueden hacerlo”.


Jorgelina Chaya es docente de escuelas secundarias y también enseña en la Universidad Nacional de Tucumán. Sobre los puntos prioritarios a abordar dijo que “la educación depende de los maestros, de su formación permanente y de su dedicación al trabajo. Pero esto no es un apostolado gratuito. Por ello, para mejorar la situación docente en la que nos encontramos hoy, es prioritario revisar políticas educativas que apunten a la inversión y mejora de la calidad tanto de los salarios como de la formación permanente de los docentes sin dejar de lado las políticas de inclusión social”.


Caer en la PÚBLICA: A pesar de los golpes se sigue sintiendo orgullo de ser docente


Consultada por la provocación del presidente Macri cuando sostuvo que hay quienes tienen suerte de ir a una escuela privada y quienes se ven obligados a Caer en la Escuela Pública, Jorgelina Chaya reflexionó que “en una primera instancia mi reacción fue de enojo porque en las palabras que eligió (se detuvo a pensarlas y elegirlas claramente) y en el tono de voz que utilizó para referirse a la educación pública (de desprecio y cierta superioridad) se perciben sus verdaderos pensamientos y sentimientos discriminatorios, prejuiciosos y desvalorizantes con respecto a lo Público en general y a la Educación Pública en particular. El presidente eligió la palabra “caer” que entre una de sus acepciones en el Diccionario de la Real Academia Española nos dice que caer es descender de un nivel o valor a otro inferior o menor. Vaya lugar a dónde nos puso el Sr. Presidente a quienes tuvimos la suerte de “caer” en la escuela pública. Luego sus palabras y sus gestos generaron en mí una reacción diferente que fue acrecentándose en las siguientes horas y días. Un sentimiento de orgullo y satisfacción comenzaron a crecer en mí cuando repasé mi formación académica y vi que mis padres me “habían tirado” en la escuela pública. Agradecí y agradezco que haya habido un Estado en ese momento, que pudo recibir mi “caída” y me haya permitido realizar y finalizar mis estudios. Por suerte para mí, caí en la escuela primaria, en la escuela secundaria, en la universidad pública y caí nuevamente -pero ahora como docente-, a trabajar en la escuela y universidad pública. Y como parece que no me recupero de esas caídas, también decidí “tirar” a mis hijos en la escuela pública”.


Maria Fernanda Lamelas sumó sus recuerdos a esta exposición de desagravio espontáneo “Yo soy egresada de la escuela pública, mi mamá tuvo la lucidez de sacarme de la privada y ponerme en la pública, primero porque no podía pagarla, y además era un mal servicio. Yo no siento que me CAÍ en la escuela pública, tal vez caí en buenas manos. Fui egresada de la Universidad pública también y tuve una excelente experiencia con docentes de calidad. Lo que más aprendí es a pelear, pelear por mis derechos a acompañar a los docentes, a comprenderlos, a entender que el docente es un trabajador y es un integrante importante de nuestra sociedad y cumple un rol fundamental. Creo que la escuela pública es un ensayo de la vida, donde tenés que exigir para tener lo que necesitas”.


Fernando Díaz Tabalione apuntó que “la escuela pública y la privada son dos realidades distintas. Hay que evitar este antagonismo y esta división. Es un poco dividir las aguas para vencernos. Tanto los docentes de escuela pública y escuela privada como los niños se ven afectados cuando hay un conflicto. Yo fui a escuela privada subvencionada en mi primaria y secundaria. Y luego la universidad la hice en una universidad pública, todas fueron experiencias enriquecedoras. Tanto en una como en otra pude tener contacto con docentes que hasta el día de hoy admiro mucho y me parecen excelentes. De hecho hay docentes que enseñan en escuelas privadas como públicas y aplican el mismo método en uno como en otro campo. Y también encontré profesoras malos en los dos tipos de escuela. Son realidades diferentes, pero lo que importa y no tenemos que perder de vista es que acá en Argentina todos tienen derecho a la educación y tenemos que asegurar a los chicos ya sea en un ámbito privado como público las mismas oportunidades a todos. De ahí en adelante cada niño tiene la responsabilidad de aprovechar esas oportunidades y crecer, pero el Estado debe garantizar esa posibilidad”.


Clara Serrano, docente de escuela primaria y madre de una niña de 4to. grado de la Escuela Normal dijo que “las declaraciones de Macri me produjeron rabia e impotencia. Nuestro presidente se supone que debe ser el garante de los servicios públicos y el hecho de que ni siquiera él apueste a lo que por sí mismo brinda es casi una burla para los ciudadanos. Su soberbia esconde las maquinaciones de la lógica de una sociedad capitalista en la que los mejores servicios están reservados a los que pueden afrontarlos porque tienen recursos económicos. A pesar de que no me da vergüenza decir que lo he apoyado en otras cuestiones, me da pena que privilegie la lógica descarnada del mercado según la cual la calidad viene de la mano de los servicios privados onerosos, y esto evidencia la incapacidad del Estado para brindar servicios de calidad. Si usted como presidente tiene ese pensamiento ¿cómo pretende promover la educación en manos estatales?, ¿Qué garantía tengo yo como madre de mandar a mis hijos a escuelas que de por sí están destinada a ser inferiores?”.


Karina enseña en la escuela especial ALPI y sobre el latiguillo presidencial que provocó un revuelo social y un alud de opiniones en las redes dijo que “Nunca pensaría que nos caemos en una escuela pública. Si sos docente siempre pensás que la escuela, el lugar que tanto amor habitas todos los días, siempre va a dar la posibilidad de encontrar en ella una experiencia transformadora para vos y para los estudiantes”.


Recuerdos pedagógicamente entrañables


La profe Lamelas agregó una anécdota para ilustrar esos otros aspectos de la educación que no necesariamente están en un Currículo, eso que se transmite cuando la experiencia genera vínculos de compromiso más allá de las formalidades, “me pasó este 24 de marzo que tuve que pelear con otras colegas docentes y directivos porque no querían hacer el acto del día de la Memoria. El Ministerio de Educación mandó una grilla en donde se lo tomaba como forma 3, que es una conmemoración que no implica ni palabras alusivas. Se hace un afiche, una imagen y nada más, se hacen las actividades normales. Peleé con la dirección y con los colegas para que se realice el acto y gracias a que se formó un equipo de docentes que quisieron hacerse cargo se realizó un hermoso acto de conmemoración se trabajaron actividades durante la semana a pesar de que otras docentes se negaron a trabajar el día. Y terminó siendo una jornada con mural y los chicos cantaron una canción de Charly García, pudimos hablar de Rock Nacional y los pibes que tenían incluso abuelos desaparecidos pudieron verse reflejados en esa manera de tocar los temas. Las maestras no querían hablar del tema. Eso yo lo valoro de la educación pública. Siempre en las escuelas cuando te quitan espacios hay manera de pelearla y actuar con los chicos por el bien de su educación”.


Fernando Díaz Tabalione, quien durante 2016 fue elegido el docente del año en Tucumán dijo que ser docente es un orgulloso y es mucho más que enseñar y transmitir conocimientos. Freire enseñó sobre la imposibilidad de concebir a la educación de manera bancaria y Tabalione lo dibujó en una anécdota “recuerdo un momento de esos que te marcan y te enseñan a vos también. Un día llegando a la escuela tuve un problema que de algún modo me sacó de eje, llegué muy enojado a la escuela. Y justo ese día mis alumnos volvieron del recreo con cierto retraso, 10 minutos más tarde de lo que deberían haber tardado en volver del recreo. Yo estaba enojado y eso me puso peor. Recuerdo que les levante la voz, y les bajé línea, les dije que debían ser más profesionales, más serios, porque sino no podíamos trabajar. Mi euforia fue demasiada. Lo dije con mucha vehemencia. Todos quedaron atónitos y callados. Ahí me di cuenta de que me había excedido y de repente paré la clase y les pedí disculpas. Les dije que ellos no eran responsables de lo que a mí me había pasado fuera de la escuela, que yo no tenía derecho a reaccionar así. Ellos aceptaron las disculpas y continuamos con la clase. A partir de ese momento es increíble la forma en que cambió ese curso hacia mí. Cada vez que un alumno estaba en falta conmigo se acercaba y me decía, disculpe profe, estuve mal, tendría que haber estudiado o tendría que haber traído la tarea. Eso era algo que nunca había pasado antes, nunca se habían generado esas situaciones. Ese curso cambió mucho a partir de ese momento, empezó a haber mucho más diálogo. Mucho más fluidez, ahí hubo un aprendizaje de vida y no se dio solo con discurso, sino con un ejemplo corporal. Me sirvió para reflexionar sobre la cantidad de cosas que nosotros los docentes les enseñamos a los chicos que están fuera de la currícula. Lo que se llama currícula oculta. Eso también es ser docente, es exponerte todos los días a dejar un mensaje que marca a otro, que los transforma. Nosotros no solo les damos un contenido técnico sino que además los formamos en valores. Eso me gustó mucho y me marcó la vida profesional”.



En la marcha federal educativa la secretaria general de la Ctera, Sonia Alesso, cerró con palabras que más que discurso parecían un poema. Refiriéndose al ser docente Alesso señaló que “no somos cualquier identidad del trabajo, no somos mejores ni peores que ningún otro trabajador. Pero nuestro trabajo se sostiene en la esperanza de que esa canción, ese juego, esa fogata, esa frase que enseñamos muchos años después, 20 años después, se junte, se sintetice, cuando nos cruzamos con un pibe o una piba que conocimos cuando eran pequeños y nos dice: Hola seño, cómo está. No me puedo olvidar del poema, de la clase de Belgrano, de lo que me enseñaste. Orgullosos obstinadamente maestros. Fuerza, fuerza. Paro, carpa, lucha, a seguir peleando. Fuerza, la fuerza está en ustedes”, y se abrazó a una multitud que día a día le sigue peleando a un gobierno en una situación paradójica, en desigualdad de condiciones materiales pero superándolo claramente en la contienda moral y ética, y eso no es poca cosa, si de esperanza hablamos.


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