Casi el 90% de las publicidades incentiva la obesidad infantil.
LA NUEVA EPIDEMIA
La prevención de la obesidad infantil y las iniciativas para reglamentar las publicidades de alimentos son parte de las políticas integrales para reducir la carga de las enfermedades crónicas no transmisibles (ENT) y adquieren cada vez más importancia. En la actualidad hay en el mundo 41 millones de niños menores de 5 años con sobrepeso u obesidad, según un reciente informe de la Organización Mundial de la Salud. En América Latina tiene sobrepeso y obesidad del 20% al 25% del total de la población de niños y adolescentes. A partir de un estudio sistemático realizado en 2014, la prevalencia estimada de sobrepeso y obesidad en niños de América Latina en edad pre-escolar (menores de 5 años) es de 7,1%. Por su parte, la prevalencia en escolares (5 a 11 años) es del 18,9% al 36,9% y en adolescentes (12 a 19 años) del 16,6% al 35,8%. Las causas que explican el crecimiento de esta epidemia son el consumo excesivo de alimentos de alto valor calórico y bajo valor nutricional, la ingesta de bebidas azucaradas y el sedentarismo. Este cuadro de situación expande alarmas y exige que los Estados desarrollen políticas públicas activas que generen condiciones de salud pública que mejoren la calidad de vida de nuestros niños. Lorena Allemandi, licenciada en Terapia Ocupacional y Magister en Salud Pública, directora del área de Políticas de Alimentación Saludable de la Fundación Interamericana del Corazón (FIC) charló con ANITA sobre el rol de las publicidades destinadas a público infantil con motivo de una investigación que FIC presentará en abril, en la que se demuestra que mayoritariamente los mensajes de los medios promueven entornos obesogénicos que atentan contra la salud de los niños. También se refirió a la necesidad de que los Estados promuevan políticas públicas para potenciar hábitos saludables y con ellos ayudar a prevenir enfermedades crónicas no trasmisibles como cánceres, enfermedades cerebrovasculares, diabetes y Enfermedad obstructiva crónica.
“Los Factores de riesgo que visibilizamos y señalamos en nuestros informes son el consumo de tabaco, la mala alimentación y la falta de actividad física. En nuestra agenda trabajamos en investigación para generar evidencia local para promover políticas públicas o monitorear políticas existentes como lo que se hace en función del consumo de sodio, grasas trans, etc. En el marco de la problemática de sobrepeso y obesidad infantil que son problemas multifactoriales, no causados solo por un componente, nos resultaba interesante analizar qué sucede con la exposición de los chicos a la publicidad de alimentos no saludables en la televisión y en otros medios en general, pero en la tv en particular. Nos propusimos ver cómo esos medios y publicidades afectan las preferencias de los chicos y también cómo inciden en los hábitos y en el peso de los chicos” señaló Allemandi en relación a la investigación que en abril presentarán públicamente.
QUÉ INVESTIGARON
La Fundación Interamericana del Corazón Argentina (FIC) analizó las publicidades de alimentos que se emiten durante las tandas comerciales de los programas dirigidos a niños y niñas en televisión. Se tomaron 21.085 publicidades de los 5 canales de televisión abierta y de los tres canales infantiles de cable con mayor audiencia que fueron emitidas durante 6 semanas de los meses de noviembre y diciembre de 2013 y enero de 2014, de 7 am hasta las 10 pm.
“Dado que los organismos internacionales sugieren que los Estados implementen políticas que restrinjan la exposición de los chicos a este tipo de publicidades queríamos saber qué está pasando en la argentina. Para este estudio analizamos tres componentes, por un lado el marco regulatorio y los stándares internacionales en base a qué políticas hay en Latinoamérica y qué hay en Argentina. Pudimos constatar que no hay políticas sino auto regulación de la industria. Otro componente fue cuantificar la cantidad de publicidad que se emite en los canales de aire y en los de cable. Para tener un pantallazo de qué tan saludables son los alimentos que se promocionan en la tele y por último qué técnicas promocionales, qué estrategias de marketing utilizan estas publicidades”, comentó la referente en políticas de alimentación saludable.
Los resultados que FIC pudo evaluar muestran que se publicitan masivamente 5 grandes grupos de alimentos: postres, lácteos, bebidas azucaradas, cadenas de comidas rápidas y snacks salados. “Cuando analizamos la calidad nutricional vemos que el 90 por ciento de estos alimentos son NO saludables o no publicitables. ¿Qué quiere decir esto? En Europa hay una herramienta de la OMS que está pensada y diseñada para la restricción de la publicidad de alimentos para la audiencia infantil porque se consideran no saludables y por ende no publicitables, justamente. Nuestro estudio nos mostraba que la mayoría de los alimentos que se publicitan tienen alto contenido de azucares, grasas y sal”, agregó la responsable de la investigación.
Los Principales resultados de la investigación son los siguientes:
1) Se obtuvo una muestra total de 21.085 publicidades de las cuales 9.857 (46,7%) se emitieron durante las tandas comerciales de programas dirigidos a público infantil y 11.228 durante las tandas de programas dirigidos a la audiencia general.
2) Del tiempo total dedicado a las 21.085 publicidades analizadas (132.5 horas), el 19% (25.5 horas) pertenece a publicidades de alimentos.
3) En los programas dirigidos a la audiencia infantil, los postres (23.3%), los lácteos (16.2%), las bebidas azucaradas (13.2%), las cadenas de comida rápida (12.5%) y los snacks salados (7,9%) son las 5 categorías de alimentos más publicitadas.
4) Del total de avisos publicitarios de alimentos durante programas infantiles, el 24,8% incluyen el uso de personajes animados y famosos y el 32,7% utilizan promociones. Estas mismas estrategias son significativamente menores en las publicidades que se emiten durante las tandas de los programas dirigidos a la audiencia general.
5) De total de las publicidades de alimentos, la mayoría de los alimentos publicitados (88%) tienen un bajo valor nutritivo según el modelo de perfil de nutrientes del sistema europeo por su alto contenido en grasas totales, grasas saturadas, grasas trans, azúcares libres, sal y calorías. En los programas infantiles este porcentaje corresponde al 85,3%.
6) Los niños están expuestos, en promedio, a 61 publicidades de alimentos de bajo valor nutritivo por semana.
CÓMO LOS VENDEN
Consultada por las técnicas promocionales y por el uso del marketing, Allemandi detalló que “lo que vimos es que 1 de cada 3 publicidades usan promociones de distintos tipos para incentivar a la compra, el famoso 2x1, o el regalo de un obsequio o algún muñeco que viene con el producto y luego la promoción protagonizada por el famoso. El uso de estas estrategias es significativamente mayor que en las publicidades destinadas a público general”. Es común ver superhéroes promocionando un producto al que se le atribuyen poderes casi mágicos, aunque se trate de un simple yogurt o una colación, o bien personajes animados en general, propios de las marcas o conocidos por ser parte de las industrias culturales. Del mismo modo, el gancho de hacer que famosos se transformen en voceros de las empresas, como pasa con futbolistas, cantantes, animadores, modelos y hasta periodistas siempre conocidos por el público infantil. Se utiliza la voz legitimada del famoso para promocionar productos de calidad dudosa, desde el punto de vista nutritivo.
Lo importante según Allemandi, no es solo que estos temas se conozcan, sino que adquieran masa crítica y capacidad de incidencia para formar parte de un paquete de políticas públicas, “ahora vamos a abrir la mesa de discusión para ver cómo va a avanzar la regulación en argentina, elegir los horarios para restringir o prohibir la publicidad, también que no se usen este tipo de personajes y estrategias para productos dirigidos a niños. Son medidas incompletas, aclaró la especialista, “porque los chicos consumen mensajes que van más allá de la TV, entonces esto no resuelve el problema. Por ejemplo ahora se usan formas nuevas hasta en las redes sociales. Hay que ver que tanta voluntad política hay, para discutir cómo avanzamos con la regulación en este campo”.
AVANCES DESEADOS
Asimismo vale destacar que el Plan de Acción de la Organización Panamericana de la Salud de 2014 sienta las bases para el desarrollo de políticas, así como el documento de la OMS en donde se incluye la restricción de publicidades destinadas a niños, aunque va más allá y habla de impuestos a bebidas azucaradas, de eliminar la venta de alimentos altos en azúcar, grasas y sales en las escuelas, promover el agua potable, garantizar la llegada de bebederos en todas las escuelas públicas y privadas, facilitar la actividad física y la alimentación saludable. Allemandi agregó que “Hay muchas políticas que van en esa línea e incluyen todos estos aspectos. En México, por ejemplo están avanzando con una política de impuestos, o sea una ley para gravar bebidas azucaradas con un fin de salud pública, reducir el consumo para afrontar la gran problemática que tienen con el sobrepeso y la obesidad. Y les está yendo bien, está dando resultados. Hay que ir haciendo seguimiento de todas estas iniciativas porque sientan las bases y marcan un camino posible. En Ecuador, a su vez, se avanzó con etiquetado estilo semáforo, que es un etiquetado muy claro porque no necesitas ni saber leer, ni saber decodificar, es de tipo frontal y solo con ver el Rojo sabes que tiene mucha sal, azúcar o grasa y entonces no es saludable. Y si ves la etiqueta verde, sabes que se trata de alimentos que se pueden comer con más tranquilidad porque no tienen aportes significativos de esos elementos”.
Aunque Latinoamérica está en el nivel promedio de obesidad, en el mundo ya es tendencia que el consumo de bebidas azucaradas disminuye en los países de altos ingresos y aumenta significativamente en los países de ingresos bajos y medios como son los de nuestra región.
La especialista de FIC enfatizó que “cada vez se demuestra más que la población de bajos recursos es la más vulnerable a esta problemática, es la que come peores alimentos y es la más sedentaria. Hay que implementar políticas que apunten a toda la población. El Estado es el actor clave en todo esto, tiene la obligación de garantizar el derecho a la salud y a la alimentación de toda la obligación. Porque además es firmante de muchos tratados de derechos internacionales como la Convención de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes, por ejemplo”.
Consultada por el rol de las familias, las escuelas y los otros actores con incidencia en los comportamientos sociales, Allemandi agregó que “el resto de la población tenemos que empoderarnos conociendo y sensibilizándonos con estos temas, tenemos la responsabilidad de cambiar hábitos, mejorar, dejar de tomar bebidas azucaradas y comer con mejor sal y tomar agua. Pero es necesario que se desarrollen políticas públicas. Y las ONG como las nuestras debemos investigar para generar evidencia científica, ver cómo funcionan las políticas, monitorear las políticas existentes, documentar procesos, trabajar para promover políticas públicas que no existen y que son recomendadas. La sociedad civil es el perro guardián de todos estos procesos, es el que vela por garantizar la transparencia de las políticas”.
En abril FIC hará públicos los resultados del estudio, y dejará habilitada una mesa de trabajo de donde saldrán propuestas para avanzar en políticas que ayuden a que los medios emitan contenidos saludables, más aún cuando sus mensajes se destinan a niños y niñas.