Las radios tucumanas, un siglo de vida de una pasión que sigue vigente (parte 1)
Por Emanuel Gall y Agustín Mazuy
Un 27 de agosto de 1920, Enrique Susini, César Guerrico, Luis Romero Carranza y Miguel Mujica –conocidos popularmente como “Los locos de la azotea”- realizaron, desde el techo del Teatro Coliseo, la primera transmisión de radio en nuestro país.
Hoy, se cumplen 102 años de esta gesta que daría inicio a una historia rica que iba cautivando públicos desde las mieles del lenguaje radiofónico e incidiendo en la cultura argentina. La cual marcaría, dándole un matiz netamente argentino a ese vínculo particular que se da entre medios y audiencias. A modo de celebración, decidimos contactar a tucumanos y tucumanas que forman parte de este medio en radios de distintas características. Hoy el paisaje radiofónico se compone de radios comerciales por antena (las clásicas AM y FM que formaron parte de nuestros consumos radiofónicos desde nuestras infancias), las radios comunitarias que están al servicio de un proyecto territorial, una cooperativa, agrupación y que funciona en pequeñas comunidades y tienen alcance local, las radios que solo transmiten por streaming, o sea que nunca necesitaron antena ni dial, las radios escolares como innovación de los métodos de enseñanza de nuestras escuelas y que han tenido un papel fundamental durante la pandemia, y hasta grupos de radialistas que producen podcast y los comparten a través de plataformas.
A 102 años de la primera transmisión en Argentina, vamos a ir conociendo diversas experiencias que funcionan en Tucumán como para que nos hagamos una idea del escenario radiofónico, de qué se trata, qué ofrecen, qué proponen y cómo se pasan los días produciendo contenidos para que escuchemos en los viejo aparatos con sintonizador, desde una tableta, una pc o mientras caminamos enchufados a los auris y dándole rienda suelta a la radio a la través del celular.
De qué se trata la actualidad que atraviesan las radios de nuestra provincia y cómo se imaginan el futuro de aquello que cuatro “locos” comenzaron por primera vez, un 27 de agosto de 1920.
La radio y el internet: donde lo viejo y lo nuevo convergen
Bajo el lema “las cosas suceden. Aquí las stremeamos” funciona Bunker Aguantadero, un medio relativamente nuevo, pero que ya cuenta con una considerable cantidad de programas que se transmiten mediante Youtube y Twitch.
Gabriel Torossi conduce Nada Más Que Eso, uno de los programas insignia del Bunker.
¿Qué contenidos priorizan en tu programa, cuáles son los temas con los que construyen sus agendas?
-Lo que priorizamos en nuestro programa es la actualidad política nacional, pero con un gran tinte federal. También tenemos una sección muy fuerte que es de comunicación política, donde analizamos la comunicación que realizan en redes sociales las y los políticos.
¿Las infancias o los niños tienen algún lugar en su programa? ¿Elaboran algún contenido destinado a ese público?
-Actualmente no tenemos un contenido orientado a las infancias. Sin embargo, cuando hay una noticia que involucra a la infancia, siempre tratamos de abordarla con la mayor responsabilidad posible.
¿A qué público apuntan como radio?
-Apuntamos a un público juvenil, que esté interesado en la actualidad política. No solo de un lado, sino de todas las ideologías, y colores.
¿Por qué eliges hacer radio?
-Elijo hacer radio porque creo mucho en el valor de la palabra, apuesto a recuperar el valor de la palabra, y creo que en las nuevas plataformas y formatos, tenemos que militar el valor de la palabra. Ante tanta sobreinformación, y tanta dependencia a las TICS, apuntamos a adaptarnos a estas nuevas plataformas.
¿Cómo se imaginan la evolución de este medio?
-Yo creo que la radio al apostar a la tecnología de la palabra, y al hablar de tecnología, está inmersa en un contexto. La radio, como tecnología de la palabra, surfea nuevos desafíos y sabe adaptarse a lo que venga.
¿Te animas a brindar una reflexión sobre la radio, a 102 años de la primera transmisión en argentina?
-A 102 años de la primera transmisión en Argentina, apunto a recuperar el valor de la palabra local, federal, y de la palabra responsable, auténtica y con ganas de emancipar a la población. Apuntó a que sigamos ejerciendo el uso de la palabra, desde un lado emancipador, entretenido y crítico.
Comments