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Reducción de daños, un abordaje con enfoque de derechos

Tras Time Warp, Rosario tomó la iniciativa


Hace dos semanas el Concejo Municipal de Rosario aprobó un decreto en el que encomienda al poder Ejecutivo a implementar estrategias de intervención en reducción de daños frente al consumo de drogas en las fiestas electrónicas. El objetivo de mínima es generar testeos de pastillas en fiestas masivas para confirmar que se trate de éxtasis y descartar que el consumo más a mano para los jóvenes sea de alguna otra sustancia más tóxica como la píldora llamada Superman.


El abordaje basado en la reducción de daños implica una serie dispositivos que apuntan a prevenir muertes como las ocurridas en la fiesta Time Warp. O sea que enfoca la problemática desde la mirada de la salud pública e intenta alejarse de consideraciones que alimentan la confusión de usuarios de drogas con delincuentes y traficantes. Tal como lo muestran experiencias exitosas que se vienen realizando en países como Colombia, España, Portugal, Suiza, Holanda y Francia, para que estas iniciativas lleguen a buen puerto se necesita articular esfuerzos entre las organizaciones de la sociedad civil y el Estado. Mientras unos ponen la cercanía y la capacidad de establecer puentes de diálogo con los participantes de las fiestas y potenciales consumidores, otros ponen sus servicios especializados y su capacidad de sistematizar método y conocimientos.


La reducción de daños es un enfoque de salud pública y derechos humanos, para enfrentar el problema del consumo de sustancias psicoactivas que aunque no promueve y no alienta el consumo, rompe con el paradigma prohibicionista y punitivista, que aún es dominante en la Argentina. La reducción de daños parte de la base de que el consumo de drogas lícitas e ilícitas es una realidad y que es mejor poner los esfuerzos en brindar buena información, prevenir y ofrecer tratamientos reales y accesibles para personas con consumos problemáticos de sustancias psicoactivas, que perseguir a los usuarios con un discurso moralista e higienista que les habla de drogas como encarnación del mal.


Video: Silvia Inchaurraga explica en qué consiste la política de reducción de daños



Según consigna Mariana Carbajal en Pág/12, el decreto que aprobó el Concejo Municipal rosarino le pide al Ejecutivo que firme un convenio con el CEADS (el Centro de Estudios Avanzados en Drogadependencias y Sida) de la Universidad Nacional de Rosario, que dirige Silvia Inchaurraga, con reconocida trayectoria en programas de reducción de riesgos y daños, con los siguientes objetivos:


- Crear estrategias de intervención en reducción de daños.


- Contribuir en la formación de equipos de trabajo en terreno.


- Asesorar sobre dispositivos de salud en eventos varios en lo que atañe a riesgos asociados al consumo de drogas y estrategias de intervención a coordinar con instancias municipales como el Centro de Atención Municipal sobre Sida Promusida, la Oficina de DD.HH., el sistema de emergencias SIES, entre otras.


- Realizar un relevamiento en terreno sobre drogas de consumo en fiestas electrónicas.


- Realizar una experiencia piloto en la ciudad de Rosario con intervención del Programa de reducción de daños del Ceads-UNR incluyendo un testeo in situ de pastillas que permita contribuir a la reducción de daños y al relevamiento de datos necesario para la elaboración de un mapa de consumo y riesgos en la ciudad.


Portugal y Colombia, dos experiencias para inspirar


En una nota publicada en Página/12 Mariana Carbajal entrevistó a Jose Queiroz, director ejecutivo de la ONG portuguesa APDES, experto portugués en el nuevo enfoque en drogas en la que sentenció que “La salud debe considerarse por encima del delito” y al hacerlo dejó establecido un pilar del paradigma de la reducción de daños.


En Portugal se aplica desde 2000 un enfoque sobre políticas de drogas, luego de la descriminalización del consumo. Queiroz señaló que con este enfoque se consiguió bajar el consumo y se documentaron mejoras en la salud de los usuarios de drogas. Las mejoras comenzaron cuando se confeccionaron listas de sustancias con una cuantificación precisa de la cantidad que una persona puede poseer para un solo uso. En simultáneo Portugal creó las Comisiones de Disuasión que sustituyeron a los tribunales en el abordaje del problema, cuya función es orientar y asesorar a las personas que fueron señaladas como consumidoras por las fuerzas policiales. Las Comisiones dependen del Ministerio de Salud y son el nexo entre los usuarios y los profesionales de la salud (médicos, agentes sanitarios, psicólogos, enfermeros, etc.).



De este modo, explicó Queiroz el modelo tiene cuatro patas: la prevención, la reducción de daños (basada en el Humanismo, pragmatismo y actitud sin prejuicios), el tratamiento y la reinserción. Se parte de concebir a los usuarios como sujetos de derechos, protagónicos en el tratamiento del que participan, informados sobre los impactos que causan las sustancias que consumen y con la libertad de elegir un camino alternativo que les permita recuperar autonomía sobre sus cuerpos y su salud. De este modo los saberes del campo médico y social se vuelven más relevantes que las pericias judiciales de policías y abogados.


En el mismo sentido, la experiencia portuguesa señala que las políticas de abordaje basadas en la reducción de daños tuvieron impactos desde un punto de vista simbólico, dado que la despenalización introdujo la “moral de la libertad” para la utilización de drogas, y la autoconfianza que genera el no ser considerado un delincuente. También beneficios sociales porque se han debilitado los estigmas en relación con los usuarios de drogas y se ha promovido una versión inclusiva de la problemática. Y por último desde un enfoque de salud pública los portugueses muestran con orgullo la disminución de las infecciones por VIH en personas que usan drogas. José Queiroz dijo que “en el año 2000, los usuarios eran 1591, que es un gran contraste con los 43 registrados en 2014”. En la entrevista con Mariana Carbajal, el especialista describió la amplitud de los programas de reducción de daños contando que en Portugal “se estableció un sistema eficaz e integrado a lo largo del país. Para eso el Estado celebra un convenio con la ONG de cada comunidad. Tenemos intercambio de jeringas, programas de metadona, educación entre pares en las prisiones, los equipos de reducción de daños en fiestas y testeo de drogas. No promovemos el uso de drogas, pero reconocemos que las personas consumen drogas y por lo tanto tienen el derecho a acceder a toda la información adecuada”. Así da cuenta de la importancia del protagonismo del tercer sector en el abordaje, de lo fundamental que resultan los servicios territoriales de salud y el acceso rápido a la información sobre drogas.


Carbajal destaca también una experiencia colombiana. Como referente de la misma toma a Julián Quintero, director de la ONG Acción Técnica Social, sociólogo colombiano, consultor en drogas psicoativas que lleva adelante una iniciativa piloto con el Ministerio de Protección Social del gobierno de Colombia.


En charla con la periodista argentina Quintero señaló que “partimos de la base de que hay personas que han tomado la decisión de consumir y por esa razón nos interesa su salud física y mental para que el consumo no se convierta en un problema para el individuo, la sociedad y el entorno”. Nuevamente la reducción de daño prima antes que los prejuicios. No se trata de impugnar consumos desde las miradas y el conjunto de valores de un orden moral determinado sino de enfocar el tema con intención de incidir de la mejor manera para que se produzcan la menor cantidad de daños posibles.


Quintero contó que en articulación con el Estado colombiano la ONG lleva adelante “Echale cabeza cuando se dé en la cabeza”, una experiencia que busca generar y difundir información sobre sustancias psicoactivas (SPA) para la reducción de riesgo y mitigación de daño que promueve “la capacidad de decisión y respuesta de la población joven vulnerable y no vulnerable frente al consumo, así como el autocuidado hacia personas usuarias no problemáticas de estas sustancias. La idea es estimular una cultura de la gestión de riesgo y placer, sin importar si se habla de sustancias legales, ilegales, comportamientos sexuales o hábitos de baile”, sintetizó el sociólogo.


Échele cabeza cuando se dé en la cabeza tour psicoactivo 2013.


Los grupos de especialistas también se presentan en festivales de hip hop, punk, metal música. Fiestas públicas o privadas. Quintero enumeró los abordajes que la ONG despliega en las fiestas electrónicas “ofrecemos servicios de análisis de sustancias, para el cuidado de la salud de los consumidores. Disponemos de una zona de recuperación para el manejo de situaciones de crisis, para que la gente pueda bajar de malos viajes. Llevamos un stand informativo con librillos sobre efectos, riesgos y daños de las drogas. Con toda esa información publicamos alertas tempranos cuando hay sustancias adulteradas o tóxicas. Lo que hay que hacer es informar al personal de hospitales para que aprendan a tratar estas cosas. Hay que regular este tipo de fiestas”.

Para cerrar resumió a la reducción de daños como una “estrategia a partir de la interacción con los pares. Si se presenta un policía o un médico con sus respectivos uniformes, nadie se va a acercar a un stand para testear pastillas. Lo que pasó en Argentina era prevenible. Deben desmontarse el pelo de que esto no está sucediendo: esto está pasando y mata gente y es tan sencillo evitarlo”.


En la página web del proyecto www.echalecabeza.com se detallan las distintas patas del proyecto. Por ejemplo, se explica cuánto tiempo dura en el cuerpo el efecto de los distintos tipos de drogas ilícitas y cuanto se requiere para eliminarlas, las características de cada sustancia, sus efectos, sus riesgos asociados, la nutrición recomendada en cada caso, como contrarrestar daños, qué hacer frente a situaciones de intoxicación, y hasta curiosidades de su historia.



 

Notas consultadas


Rosario aprueba una norma para prevenir muertes en las fiestas electrónicas, Mariana Carbajal. Página/12, dom24-4-16.


Colombia lidera un reconocido proyecto para tratar el consumo de drogas con perspectiva sanitaria. Pag/12 Mariana Carbajal


“La salud por encima del delito”, entrevista a José Queiroz, experto portugués en el nuevo enfoque en drogas. Pag/12 Mariana Carbajal. Lunes 25-4-16




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