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Educar ciencia para cambiar la manera de ver el mundo

Se realizó en la sede de la Fundación Santillana de la ciudad de Buenos Aires, el XI Foro Latinoamericano de Educación, bajo el título “Educar mentes curiosas: La construcción del pensamiento científico y tecnológico en los niños de 3 a 8 años”.

Organizado por la Fundación Santillana, con el patrocinio de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) el foro es un espacio de intercambio y aporte nacional, regional e internacional de reflexión y debate respecto de la situación actual del sistema educativo, las políticas y los desafíos pedagógicos que en él se plantean.


La sesión inaugural estuvo a cargo del Director de Educación de la Fundación Santillana, Mariano Jabonero Blanco, del secretario General de la OEI, Paulo Speller y de la Directora de Educación Inicial del Ministerio de Educación y Deportes de la Nación, Roxana Inés Caldarelli quien resaltó la necesidad de pensar en las prácticas de enseñanza, para generar una continuidad que se inicie en el jardín de infantes y que continúe a lo largo de toda su escolaridad, “pensar un niño sin cortes”-


La Dra. Melina Furman presentó el documento central, “Educar mentes curiosas: La construcción del pensamiento científico y tecnológico en los niños de 3 a 8 años” que da cuenta de diversas investigaciones que se han realizado con el fin de comprender cómo se desarrolla el pensamiento científico en la primera infancia y de qué manera con la adecuada guía del adulto se lo puede potenciar. Como expresa la propia autora, el título mismo del documento consigna que la mirada científica es “una forma de mirar el mundo, de entenderlo y de actuar en él. Es esa mirada curiosa que está encendida en la primera infancia a través de la pregunta.”


Furman realizó un breve pero intenso recorrido por los cuatro capítulos que conforman el documento. Este trabajo, resultado de investigaciones en jardines de infantes y alumnos en los primeros años de la escuela primaria, se enmarca en el paradigma STEM (Educación en Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemática), que hace alusión a una formación troncal, en inglés la palabra STEM significa tronco/tallo. La investigadora planteó que “el proceso educativo tiene que formar una mirada creativa para la búsqueda de soluciones, que siga el camino de hallar respuestas a las preguntas, que desarrolle los “hábitos de la mente”. Estos hábitos, planteó Furman “se construyen paulatinamente y se van arraigando en nosotros”.


Otro aspecto importante que destacó Furman es “la importancia del intercambio, el trabajo con otros para establecer acuerdos, para colaborar y hallar respuestas”. O sea, una concepción colectiva del conocimiento.


Una de las preguntas que planteó Melina Furman en su presentación es: ¿Cómo se forma el pensamiento científico? En este sentido expresó que si bien los niños tienen una capacidad protocientífica, la misma tiene un límite, “un techo”, es decir, el pensamiento científico no se desarrolla naturalmente, por lo que es fundamental el rol del adulto para la formación del mismo.


Para cerrar la presentación, Furman retomó la idea de David Perkins “jugar el juego completo” como metáfora para pensar una enseñanza global del aprendizaje.



A continuación el Dr. Gabriel Gellon invitó a los panelistas convocados a debatir sobre el primer tema propuesto: “El lugar del aprendizaje de la Ciencia y la Tecnología en la política educativa regional de la primera infancia”.


Verónica Batiuk, Coordinadora del área de Educación Infantil OEI en Buenos Aires, reconoció la “necesidad de generar alternancia de situaciones con experiencias de juego” y que sin dudas es “el rol de adulto que interviene en estas situaciones para generar aprendizajes”.


Luego, María Dibarbure, Consejera del Consejo de Educación de Uruguay puso énfasis en “hacer visible lo invisible” y aclaró que para ello es “necesario formar hábitos creativos de la mente a partir de desarrollar la capacidad de hacer preguntas y de detectar evidencias que permitan hallar las posibles respuestas”.


Para cerrar la primera parte del foro, el Dr. Diego Golombek compartió interrogantes para continuar reflexionando: “Si el diagnóstico está claro, ¿qué está pasando en la formación docente? ¿qué está pasando a nivel de política que sabemos lo que hay que hacer y que no se hace?”


Un segundo tema de debate presentado por el Dr. Gellon: “Ideas, experiencias y desafíos en la construcción del pensamiento científico y tecnológico”, invitó a recorrer tres experiencias realizadas en contextos diversos que buscan desarrollar los hábitos de la mente.


En primer lugar, “Pequeños Científicos” de Colombia, presentada por Mauricio Duque Escobar, basada en el paradigma STEM, con cuatro pilares de desarrollo: ciencia por indagación, matemática por resolución de problemas, tecnológica e ingenieria por proyectos e integración. “Lo que se busca es que cada disciplina tenga su identidad aunque sabemos que se conectan entre sí”.


Luego, Christian Rizzi Iribarren retomó conceptos de Melina Furman en su documento en relación con la tecnología y las posibilidades de desarrollar hábitos de la mente a través de los simuladores virtuales.


Por último, el Director de Puerta 18 – Federico Waisbaum- relató su experiencia desde la educación no formal donde los niños y jóvenes aprenden a través de las mismas problemáticas, desde proyectos que surgen de sus propias motivaciones resaltando el uso de la tecnología para producir aprendizajes: “cuando un chico se acerca ve primero una cámara de foto, se fascina, pero cuando pasa la etapa de la fascinación el objeto le permite cambiar la manera de ver el mundo”.

“Cambiar la manera de ver el mundo”, podría ser la frase que sintetizó este encuentro; ver el mundo con ojos curiosos, preguntones, ávidos de conocimiento, haciendo visible lo invisible.

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