La fiesta más esperada del año en el Hogar Eva Perón
Un Hogar es un lugar donde se restituyen derechos
El fin de semana se festejó el día del Niño en el Hogar Eva Perón, una institución destinada a niños varones de 6 a 12 años dependiente de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia. Con 65 años de antigüedad la institución atiende a la infancia en situación de vulnerabilidad psicosocial y alberga chicos que tienen problemáticas graves vinculadas al abandono, al maltrato familiar y al abuso sexual. En el Hogar Eva Perón viven 35 niños.
Mirta Medina, directora del Hogar expresó que “se trata de niños privados de cuidados parentales que ingresan en situación indefensa. El estado cuenta con los mecanismos suficientes para proveerles alimento, vestimenta, vivienda, escolaridad y trabajar en todo lo que signifique la restitución de derechos a la salud, la identidad, a comer, a estudiar, a jugar. Tratamos de que el paso por la institución se viva lo más parecido a un hogar. Por ese motivo tenemos rutinas que recuperan las pautas de los hogares. Desde el respeto de la hora para dormir, para comer, para hacer las tareas. Hasta el hecho de que todos nuestros chicos están escolarizados. También tenemos chicos con discapacidades desde el retraso mental moderado hasta chicos con cuadro del espectro autista, o compromiso neurológico”.
El día más esperado del año
Los festejos del día del niño son esperados todo el año y para que todo salga redondo los grupos de apoyo del hogar ganan un protagonismo destacado que le pone color y dinámica a la jornada.
Carolina Gómez Cortés integra el grupo de Voluntarios Dibujando Sonrisas que trabaja desde hace 9 años en el Hogar Eva Perón, “todos los años organizamos el Día del Niño, es uno de los días más importantes del año y nosotros como grupo apostamos a todos, tanto el día de los niños como Navidad son los festejos más grandes. Ayer decidimos hacer un desayuno, personalizado para cada uno. Más un regalo y un momento de juegos”.
Medina agregó que “Las actividades recreativas se viven con mucha emoción. Cuando vimos la obra Tina o cuando fuimos al circo lo sentimos como esos momentos de muchísima alegría y fascinación. El día del niño es muy significativo, es especial, porque hay como una continuidad de festejo. Son muchos actores los que se suman en esta oportunidad y los niños lo viven como algo muy propio. Los voluntarios de Dibujando Sonrisas nos ayudan muchísimo, y otras ONG como Fundación León que nos ayudan con la logística o el Colegio de Farmacéuticos que hace años participan con nosotros y agasajan a los chicos gritan presente en estos festejos”.
Más que un té para tres
Un desayuno no es un hito más, es un momento muy especial, es el día recibiéndolo a uno, y cuando lo que se vive es una sorpresa agradable, la jornada entera se pasa con muchas más sonrisas. En esta oportunidad el Instituto Inpea donó unas bandejas que los voluntarios pintaron con diversos motivos. Además ofrecieron unas tazas para darle ese toque de desayuno delivery al evento. Otros voluntarios pusieron a disposición 2 peloteros y dos toros, y el padre de una de las participantes ofreció un asado para todos. Un desayuno variado además de una sorpresa es un mimo al alma, porque elegir qué comer y qué no es un lujo que no muchos niños pueden darse.
“Después del Desayuno entregamos los regalos, juegos y camisetas de fútbol. Siempre intentamos personalizar la entrega de los regalos. Los niños disfrutaron mucho el momento de recibir los regalos y lo hicieron a su manera, algunos con la cara pintada, porque los chicos de animaciones hicieron body painting. Otros mientras disfrutaban el show de títeres a donde iban con sus regalos. En realidad todo el momento lo vivían de un modo muy particular. Algunos subidos al toro, otros jugando al metegol o sentados y descubriendo los juegos”, comentó Carolina mientras su rostro dibujaba una sonrisa.
Melina, integrante de Dibujando se mostraba plena y emocionada por lo que había generado la iniciativa “fue hermoso, es algo que venimos preparando e imaginando hace mucho y concretarlo nos llena de felicidad. Es la primera vez que como parte del festejo incluimos el desayuno y fue un momento muy especial, cuando los chicos salieron del cuarto y vieron esa mesa larga llena de bandejas con sus nombres, con una taza especial y con todas esas cosas que tienen los desayunos que se mandan a domicilio fue maravilloso, sus sonrisas y sus ojos mirando todo, cada detalle. Después de eso almorzamos juntos, asado, ese también fue un momento especial, sentarnos a la mesa, compartir, brindar”.
Mirta Medina opinó que “la respuesta de los chicos fue diversa pero positiva en todos los casos. A algunos les encantó el pelotero, a otros el asado o el desayuno, o los regalitos que han recibido. Pero es el festejo en sí lo que más los emociona”.
Que sea personal y que construya recuerdos
Carolina señaló la importancia de la personalización, de que en ese, su día, cada uno de los niños es único, diferente al resto y que sus detalles y particularidades son premiadas. “Los chicos juegan mientras preparamos la mesa y la comida. Sacamos fotos del momento de la entrega de los regalos. Los chicos se fijan que sean personalizados los regalos, que vayan acompañados de una foto donde hayamos registrado ese momento y que sea dedicado a ellos”, destacó la organizadora.
En cada festejo hay una marca de memoria, de hecho una gran excusa para festejar es la posibilidad de producir recuerdos. Hacer una fiesta es contar la amistad, el cariño y el cuidado que necesitan los niños con herramientas diversas. Con globos o peloteros, con una buena comida y una charla de sobremesa o con camisetas de Messi que se acomodan en chicos que se sientan juntos. En cada registro habrá relatos del futuro y formas de recuperar esa experiencia que solo el recuerdo producido de a muchos podrá rescatar del olvido”.
Una foto es una sonrisa
La referente de Dibujando Sonrisas dijo que “durante los primeros años también organizando el Día del Niño, les regalamos fotos que nosotros les habíamos sacado con un marquito hecho por nosotros. Teníamos mucho miedo de que no les guste el regalo porque era algo muy sencillo. Nos pasó que cuando uno de los nenes abrió el regalo se puso muy contento. Nos marcó mucho como grupo eso de saber que estas generando recuerdos y momentos compartidos. El recuerdo se construye, muchas de las cosas que hacemos son marcadas por los chicos, ellos mismos nos dicen cómo tendría que ser el festejo, qué cosas quieren que ocurran”.
En las fiestas hay tareas aunque se hagan espontáneas
Para organizar una fiesta como la del domingo se dividen roles según afinidad “Dibujando Sonrisas no tiene un solo coordinador sino que entre todos aportamos y nos dividimos tareas según las posibilidades de cada uno. Todos nos sentimos parte y al mismo tiempo todo se vuelve más espontáneo. Y después hay mucha solidaridad y colaboración horizontal. Este día del niño comenzamos muy temprano y rápidamente las encargadas de la cocina se entusiasmaron y nos ayudaron muchísimo. El clima de festejo que viene del lado de los chicos, voluntarios y personal construyeron desde muy temprano la magia del Día del Niño” señaló Carolina.
Melina agregó que mientras transcurre la actividad “cada uno va haciendo distintas cosas, algunos van decorando mientras otros van armando los desayunos y otros envuelven los regalos. O están los que van lavando las cosas mientras otros están con los chicos en los juegos viendo que no se golpeen o simplemente jugando con ellos también”. Hay equipo y eso se ve en la cancha.
Hubo juegos, chistes, momentos de relax y distensión “el grupo de animaciones hicieron una imitación de Piñón Fijo y hay chicos que son fanáticos de Piñón. Iban y venían en función de Piñón y arengaba a que los chicos se acerquen y bailen con Piñón. Les gustó mucho el tema de las animaciones y esto de compartir” agregó Carolina.
Un asadito entre amigos también quieren los niños
Durante la comida todos se sentaron como amigos a comer un asado de domingo “hablamos de asado, de qué corte les gusta. Ese momento de charla es muy bueno para ellos. Mientras comes te cuentan qué ensaladas les gusta, se genera un vínculo más cercano, y más íntimo. Cuando te muestran lo que comen es porque los chicos ya van disfrutando los momentos y se expresan sobre lo que están sintiendo”, expresó Carolina reviviendo el momento.
Y cuando nos vamos en general te saludan con un “nos vemos el domingo. Muchas gracias por el festejo”. Es la que mejor puede cerrarse la actividad. Sabiendo que se compartió felicidad pero que la cosa sigue, el próximo domingo se compartirá una merienda. Porque de lo que se trata no es de generar alegrías efímeras sino imágenes vívidas que produzcan una y otra vez recuerdos de felicidad.