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Reflexiones sobre los desafíos educativos en torno a la infancia



Los días 24 y 25 de agosto pasado se realizó en Santiago del Estero el 2do. Foro internacional Horizontes de la Educación en Latinoamérica, en el que se destacó la presencia del Vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Álvaro García Linera, así como Atilio Borón, Daniel Filmus, Jorge Taiana y otros intelectuales de referencia continental que reflexionaron sobre el contexto político actual y las necesidades de construcción de un proyecto popular transformador.


El evento fue organizado por la Cátedra Abierta Pensar Nuestra América de la Escuela para la Innovación Educativa (EIE-UNSE). La mesa panel n° 4, Principales problemáticas de la niñez estuvo compuesta por la Lic. María Elena Naddeo, de la APDH, ex legisladora porteña y ex directora del Consejo de Niñez, Adolescencia y Familia del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mirta Coronel, del Movimiento Campesino de Santiago del Estero, Lucía Luisa Paz, dirigente de la Asociación Travestis, Transexuales y Transgénero de la Argentina (ATTTA), Mercedes Mayol Lasalle, vicepresidenta regional de la OMEP, María Eugenia del Carmen Ávila, de la Sub Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Santiago del Estero.


Un mapa jurídico de la protección de derechos


Naddeo abrió la mesa para abordar los derechos de los niños en el maco de la protección integral y de la doctrina de los derechos humanos, y recorrió los principales aportes de las leyes de los últimos 20 años en la construcción de un sistema de protección integral de derechos.


Señaló que los hitos fundamentes del derecho moderno fueron la Revolución Francesa y la Independencia de los Estados Unidos: “La Revolución Francesa fue un sacudón importantísimo contra el autoritarismo; sin embargo esa revolución y su Declaración de los Derechos del Hombre tuvo una discriminación fundante. El pacto social de Rousseau que todas reivindicamos tuvo una exclusión fundante enorme, en esa declaración de derechos del hombre quedaron fuera el conjunto de las mujeres, los indígenas, los esclavos y por supuesto los niños y la comunidad LGBT de la que por supuesto ni siquiera se hablaba. Los derechos civiles fueron para los blancos, propietarios y del modelo heterosexual normativo”.


La intelectual destacó como tratado internacional fundamental la Convención Internacional para el Eliminación de Todas las formas de Discriminación contra las Mujeres (CEDAW). “En lo que hace al tema género, en 1979 nos dicen las Naciones Unidas que somos iguales a los hombres, porque hasta ese momento no lo éramos”.



Luego abordó el aporte de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, que en 1989 recoge “una noción de infancia distinta a los cánones establecidos, la noción de que los niños niñas y adolescentes son sujetos de derechos y que y tienen derecho a ser escuchados. La CDN establece que el niño tiene capacidad para emitir juicio, no necesita que lo represente un adulto, salvo en su defensa. Los chicos tiene capacidad, según su edad, de discernimiento sobre los asuntos que los afectan”, destacó Naddeo.


En el recorrido cronológico, afirmó que “Recién en 2006 hubo una convención en Yakarta, Indonesia, que estableció los primeros principios de identidad de género. “De ahí tomamos nosotros la ley de identidad de género, que implica que las personas pueden tener en su documento la identidad de acuerdo a la que sienten.”


Y destacó la ley que sanciona la violencia de género, la 26.485. Citando a la jurista Nelly Minyersky destacó que el derecho de familia se apoya en la igualdad de género y el respeto de los derechos del niño. Trabajar simultáneamente para entender que el abordaje de la infancia también está atravesado por jerarquías y relaciones de poder. En este sentido, sostuvo, “El nuevo código civil recoge estas ideas, es lo más avanzado que tenemos porque recoge el tema de escuchar la voz de los niños, que tienen derecho a la asistencia letrada, esto tiene que entenderlo los jueces y juezas”.


En cuanto al ámbito educativo formal, Naddeo sostuvo que “las escuelas entendieron e incorporaron la participación de los niños en el aula pero todavía hay numerosas falencias y muchos docentes aun no reconocen en los chicos esa potencialidad. Veinte años luchamos y conseguimos que se derogara el patronato, ahora tenemos nuevos desafíos, de políticas de inclusión, tenemos el marco normativo a favor, teneos organismos de derechos humanos y tenemos el desafío de no retroceder”.


El contexto económico y los desafíos


Naddeo destacó que este marco de ampliación de derechos es reciente, y que coincidió con períodos de ajuste estructural económico a nivel mundial. En este sentido, resulta significativo que la CDN es del año de la caída del muro de Berlín, en sus palabras, el año de la “vuelta a un mundo unipolar con una oleada de concentración de la riqueza, un crecimiento desmedido y abusivo del capital. En nuestro país fue el contexto del menemismo, el neoliberalismo en acción. El coeficiente de Gini se usa para medir la desigualdad social, mediante la expresión numérica de la diferencia de ingreso entre los que más reciben y los que menos. Entre 1989 y 2002 se elevó a 5, luego en 2003 comenzó un período de recuperación económica después de haber tocado el infierno y comenzó un proceso de recuperación de las políticas públicas y del Estado”.



En ese contexto analizó: “Quienes trabajamos en la infancia tenemos esta contradicción: un avance normativo que nos impulsa a derogar el viejo patronato de menores, la ley agote, a cambiar las leyes provinciales, crear un sistema integral de derechos, mientras la estructura se hacía cada vez más desigual, llegando a un extremo en 2001, con la caída en la indigencia y la pobreza de dos terceras partes de la población. En la ciudad de Buenos Aires estábamos peleando en la Justicia para no internar a chicos en institutos de menores, mientras miles de familias deambulaban por la CABA recuperando residuos y comiendo de la basura. Había que enfrentar la oleada punitivista que quería correrlos de la calle y al mismo tiempo no queríamos tener a los chicos comiendo de la basura…”


Naddeo analizó la ley de protección integral de derechos, que se votó en 2005, instaurando la importancia de modificar todo el sistema de protección de la infancia. Sin embargo, señaló. “El patronato y el patriarcado resisten. Y van a volver a acechar porque en estos meses del año casi 1.400.000 personas cayeron en la línea de pobreza que se había ido recuperando. Vuelve a subir la línea de pobreza a partir de los tarifazos y despidos. Todos sabemos lo que es perder el empleo para una familia trabajadora, y el impacto que tiene en los niños”.


Desaprender la opresión


Al turno de Mirta Coronel, integrante del Pueblo Vilella y dirigente del Movimiento Campesino de Santiago de Estero, MOCASE - Vía Campesina, manifestó la prioridad que las comunidades campesinas e indígenas les dan a luchar “por el derecho de nuestros niños porque son el futuro nuestro”. Analizó las maneras en que el machismo y la dominación como culturas han sido inculcados en todos y todas, y planteó los desafíos educativos para trabajar sobre esos conceptos arraigados: “Esto está cambiando. Yo creo que en las propias escuelas también nuestros maestros y maestras tenían esa mirada de la niña. La muñequita para la niña, la pelota para el varón, el celeste para el varón, el rosa para la mujer. Esa diferencia que nos venían imponiendo”.


Coronel afirmó que “A lo largo de la lucha en el movimiento en 26 años hemos trabajado sobre los derechos de las mujeres, sobre género y los derechos del niño de nuestras comunidades indígenas campesinas, de trabajadores, de pescadores. Cuando conocemos las raíces nuestra, de a dónde venimos, que somos originarios, estamos trabajando en nuestra identidad; y en la posibilidad de ir hablando con los niños y hacerlos conocer sus derechos. Nuestras asambleas están llenas de niños. Es bueno que ellos estén para que vayan creciendo, escuchando que ellos son parte de la lucha nuestra. Las abuelas y bisabuelas nos contaban de las raíces, de la lengua. Y muchas veces nuestros padres nos hicieron perder esa cultura, creyendo que negando resistían. En nuestras casas hablamos de los derechos, de la organización, de la unión, de que hay que compartir las tareas de la casa, de la cría de chanchos y cabras, los niños tienen que crecer sabiendo qué es lo que quieren, y qué quieren defender. La educación parte desde la casa: hay que enseñarle que sea solidario con su compañero y compañera, que no sea egoísta”, sentenció.


En cuanto al contexto actual y sus desafíos, expresó que “Todas las comunidades resistimos contra el capitalismo, contra los empresarios que arrasan con todo, y los niños ven la violencia que trae el agronegocio a nuestro pueblo. Las mujeres y los niños somos los primeros que recibimos esas violencias cuando llegan bandas armadas, topadoras, los niños y mujeres están al frente. Hoy se habló mucho de las leyes que defienden a los pueblos originarios, pero no se hacen realidad si no venimos al centro a instalar una carpa. Hemos tenido compañeros presos por detener una topadora o por denunciar a los empresarios. Hagamos valer los derechos de cada uno y unamos los lazos del campo y la ciudad de todos los pueblos porque así vamos a poder derrotar al sistema”.


Los desafíos de educar desde la primera infancia



El tercer lugar en la mesa fue para Mercedes Mayol Lasalle, vicepresidenta regional de OMEP, la Organización Mundial para la Educación Preescolar. Contó los orígenes de la OMEP, surgida a partir de la primera conferencia de UNESCO posterior a la II Guerra Mundial, cuando “se diagnosticó que los niños de la primera infancia tenían su propia problemática. En ese contexto con la educación la ciencia y la cultura los seres humanos íbamos a vivir mejor”.


Mayol Lasalle destacó la importancia de trabajar sobre la especificidad de la primera infancia en términos educativos: “Somos militantes de los derechos humanos. Miramos con una lupa especial los derechos educativos de la primera infancia, el derecho al juego, al esparcimiento, y a la educación. Como dice la UNESCO, la educación es derecho y es herramienta, nos permite desarrollar derechos a la identidad, a la salud, a otros derechos, ya que son interdependientes. Es falaz decir que primero les damos de comer y después los educamos. Primero son todos los derechos”.


Para profundizar conceptualmente, afirmó que “En la primera infancia el problema central que hemos visto es que cuesta reconocer que el niño pequeño es un ciudadano desde que nace. Hay una invisibilidad, los niños pequeños siguen privatizados dentro del ámbito familiar, todos decidimos por ellos. Que los bebés no hablen es un problema de los adultos. Nosotros tenemos que encontrar su conversación, entender lo que nos está diciendo. Y porque no habla parece que no puede participar, ser considerado ciudadano; en ese sentido, desde la OMEP trabajamos por desterrar estas prácticas compasivas o represivas sobre la primera infancia, y estas dicotomías falsas que vuelven a aparecer en América Latina, en esta oposición entre cuidar y educar. UNESCO define la atención y la educación de la primera infancia (AEPI) como inseparable. El cuidado es una práctica ética que debe atravesar todos los niveles educativos. Debemos cuidar en todas las edades”, afirmó.



Haciendo un análisis histórico del proceso de trabajo de las últimas décadas, afirmó Mayol Lassalle que “Nos hemos dado cuenta que en América latina todos nombramos a la educación infantil de distintas maneras y está fragmentada. Tiene que ver con que las políticas de los años 90 -y aún antes-, con el quiebre del Estado de Bienestar, lo que había empezado con las escuelas infantiles en CABA donde se pensaba la inclusión de los niños en educación de calidad desde los 45 días, en los años ´90 casi perdemos la sala de 5 años, casi se incorpora a la primaria. Hemos militado en los organismos mundiales, en reuniones de UNICEF, UNESCO y Naciones Unidas porque se incluyera a la educación inicial en las metas educativas del desarrollo sustentable. Pero hemos perdido porque aunque se incluyó en las metas se divide el cuidado de 0 a 2 años y de ahí en más la educación”.


Y añadió que “La otra cuestión es que los sistemas de atención de primera infancia están operados por muchos actores con lógicas distintas desarrollo social, educación, salud, hay otros actores, comunitarios que surgieron hace más de 30 años pero que por supuesto tomaron peso después del 2001 cuando las madres nos decían “pobres son las que no se organizan” y armaban jardines comunitarios. Tenemos una gran deuda con la primera infancia. Hay que sincerar y flexibilizar el debate, no se puede dar una respuesta y un modelo univoco de educación para toda la infancia, negando al diversidad, pero tampoco se puede generar como tenemos ahora dos circuitos de la primera infancia, uno para niños pobres a los que les plantean estimulación temprana y no educación, y otro para los “normales”, que va por el lado de las instituciones educativos, como sujeto de la pedagogía. Tenemos que enfrentar grandes desafíos. Nosotros todavía tenemos un 8% de los niños de 5 años que no van a la escuela, de los sectores más empobrecidos, que necesitan más política pública para sostener y además necesitamos una escuela infantil que tenga a las dos condiciones de calidad: la posibilidad de ofrecer lugar para todos y todas, acceso; y la segunda, que sea significativo y valioso.”


La diversidad sexual desde la infancia



Luisa Lucía Paz referente nacional de ATTA y docente de la UNSE, destacó al momento de comenzar su exposición, los avances de los últimos años en materia de reconocimiento de derechos. En particular señaló la Ley de identidad de género y la de matrimonio igualitario: “Los avances en la Argentina han sido importantes, se ha podido cuestionar el concepto de familia, con la ley de matrimonio igualitario, y la ley de identidad de género. Aparecen unos grises que siempre han estado y han sido invisibilidades. Comienzan a ser sujetos y sujetas de derecho. Ese paraguas de derecho hacia el colectivo ha sido muy importante. Ha sido sangrienta la disputa hasta la obtención de la ley. Han muerto compañeras en el camino, poniendo el cuerpo. Cuando logramos la ley en Santiago del Estero había una resistencia importante, y es justamente la educación la trinchera donde más se resisten aun hoy a avanzar en posibilidades de derecho del otro”.


Paz explicó que formó parte de una investigación con metodología etnográfica para conocer la realidad educativa del colectivo trans en su provincia, y que los resultados no son alentadores: “Descubrimos que las mujeres trans sufren un entramado e violencia en el sistema educativo. A más visibilidad más violencia. Pareciera que a 4 años de la ley de identidad de género seguimos teniendo la problemática a flor de piel. En tres encuestas, de los años 2007, 2013 y 2015 se revela que más del 60% no tiene terminada la secundaria. A partir de esas encuestas nos preguntamos ¿por qué pasa esto, por qué la población trans no puede acceder a ese derecho?”.


Citando a la antropóloga Rita Segato, Paz destaca “Somos emanaciones de un paisaje colonial, la lectura de un cuerpo no pertenece a ese espacio” y sostiene “Creo que eso es lo que le pasa a la población trans, hay dispositivos y entramados que no permiten que la población trans pueda ejercer sus derechos. En la medida que nos interpelen las leyes para interpretar al otro vamos a poder darle la posibilidad a ese otro ciudadano de desarrollarse. Porque el promedio de vida es menos de 40 años, y se da u a tremenda paradoja: a más visibilidad hay más violencia. Por eso se dejó de llamar transfobia, porque la fobia es algo que se puede comprender. Esta exclusión, en cambio, es violencia”.


Finalmente, la referente de ATTTA sostuvo que “También es importante desde el colectivo no esperar a que un sociólogo nos venga a definir, sino generar desde el colectivo proponer y promover conceptos, renovar las palabras”.


La construcción de un sistema de protección


María Eugenia del Carmen Ávila, de la Sub Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Santiago del Estero, destacó las exposiciones anteriores, y en particular la importancia de valorar la profundidad de la tarea de los educadores y educadoras: “No solo se enseña en el aula sino en el campo popular, en la casa y cuando los padres se sientan con los niños y se conversa sobre la conflictiva y las violencias que tienen que experimentar”. Destacó a su vez que “Nuestra provincia ha ido incorporando la institucionalidad necesaria para superar la lógica del patronato”, que, resaltó, no es una frase hecha sino un conjunto de políticas públicas destinadas a hacer efectivos los derechos. “Hay mucha legislación pero a veces parece que los cambios culturales son más lentos”.


Y aportó “A quienes pretendemos educar también nos desafía la corresponsabilidad. Tenemos líneas marcadas una tiene que ver con la promoción de la participación infantil, que la voz del niño permia descubrir sus capacidades, y por toro el área de restitución de derechos. El sistema de protección está compuesto por organismos estatales y no estatales que se comprometen. El desafío es que cada uno de los actores del Estado, junto con las organizaciones de la sociedad civil podamos pensarnos y sabernos conjuntamente como parte de este sistema de protección integral”


Ver video de la Mesa n° 4 "Principales problemáticas de la niñez":




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