Una maratón de lápices que escribieron guiones de radio
Era uno de los disparadores de la jornada. Juntarse a hacer radio y agregarle a eso otras actividades para rememorar la noche de los lápices. Pero la radio fue mucho más que eso porque sin necesidad de opacar a nadie ni nada, tuvo un lugar de mucha importancia en la jornada del sábado, de mucha presencia, de acompañamiento activo, de espacio de encuentro, circulación y participación. La maratón de radio del Día de Los Lápices convocó a todas las organizaciones que participaron de la jornada. FM Raco 88.9 como emisora sede y convocante además de Abrojos, ANITA, ANDHES, Crecer Juntos, Radio Diversidad (Famaillá), FM San Alfonso, Taller Sónico, Radio x La Memoria, Biblioteca Patria Grande, La Bolívar, Taller de Folklore y la Comuna de Raco pasaron por la radio para contar experiencias, mostrar habilidades de conducción y compartir estrategias para promover la participación de los jóvenes en los barrios y territorios donde vienen trabajando. Juan Manuel Albornoz se encargó de editar materiales y operar todos los programas que pasaron por el estudio durante las 6 horas de duración de la emisión en vivo de la propuesta radiofónica. La radio que emitió al aire y también en modalidad de radio abierta fue un polo de difusión de actividades y un espacio de encuentro donde los referentes de las organizaciones compartieron reflexiones sobre La Noche de los Lápices y relataron modos de trabajo en sus propios proyectos.
Abrojos abrió la maratón con una editorial sobre el rol de los jóvenes en la Democracia y la necesidad de garantizar la promoción de la participación juvenil, la no resignación ante las injusticias y la expresividad, la seguridad y la emotividad de los jóvenes que se movilizan para participar de experiencias organizativas y colectivos territoriales.
En el espacio se compartieron audios sobre jóvenes militantes contemporáneos de La Noche de los lápices como el fresco que retrató Ruben Kotler sobre el estudiante de Bioquímica Juan Francisco Carreras secuestrado por un grupo de tareas mientras rendía un examen y luego desaparecido por la dictadura militar.
Luego fue el turno de Cesar Carrizo, Fátima Leal, Florencia y Marigi Robles que durante dos intensas jornadas de trabajo dejaron listo un mural en una de las paredes de las aulas de la Biblioteca Paulo Freire, sede de la jornada. Los artistas plásticos contaron sobre la potencia del mural como técnica y medio, dado que se trata de un lenguaje expresivo muy ameno y bello, y al mismo tiempo de un espacio que convoca a la participación de los jóvenes y rescata historias, memorias, relatos, personajes entrañables de los pueblos y los quita del olvido y de los intentos por ocultar el pasado que, en general, practican los sectores poderosos en toda comunidad. Fátima y César dijeron que “el mural hace que la gente se sienta valorada y tenida en cuenta, porque rescata historias que para los pobladores de una comunidad son importantes”. César contó que el arte mural que descubrió en sus viajes por México, comprometido con la historia viva de la Patria Grande lo identifica y trata de plasmarlo en cada pared en la que se puedan plasmar historias. “Porque una pared que cuenta la historia es un espacio que se resignifica, cuando se trabaja con la gente de la comunidad, la historia cambia”. En cada lugar hay un talento que puede ser rescatado y energía de personas que debe ser aprovechado de manera constructiva.
Un separador entre la entrevista recién hecha y el bloque por venir en la maratón de radio trajo la voz de Paola, brasileña de 22 años integrante de un movimiento que promueve el cambio social como es el caso de Cabeza Activa en la ciudad brasileña de Belo Horizonte. Paola contó sobre los desafíos que alcanzan a la juventud brasileña tras la experiencia de Golpe de Estado de hace un mes contra Dilma. Hoy Brasil vive un contexto novedoso para muchos jóvenes, dado que la memoria del golpe anterior, aquel del 64 ni siquiera los toca, pasaron muchos años y el país se encontraba con problemas pero con cierta estabilidad democrática. Pero los tiempos actuales son convulsivos y vertiginosos, hoy Brasil tiene un presidente que nadie eligió y miles de jóvenes salen a la calle a reclamar por el valor del voto y las decisiones de las mayorías. Paola participa en Cabeza Activa, un colectivo de promoción cultural y sensibilización de derechos en barrios vulnerables de Belo Horizonte y si bien siente tristeza cree que los jóvenes actuales valoran la Democracia y siguen creyendo en el valor de la participación.
Si una maratón de radio en Raco sirve también para escuchar voces que reflejen la realidad latinoamericana actual, bienvenidas sean estas iniciativas. La radio, ya andaba con impulso y tomando ritmo y lo que se decía ante los micrófonos se escuchaba también en el predio donde el resto de las personas hacía actividades artísticas y culturales. Era un acompañamiento del stencil, la biblioteca al aire libre, el árbol de los deseos y los malabares. También de la gente que mate en mano o gaseosa bajo el brazo se tiraba debajo de un árbol para tomar fresco y resguardarse. O de los pibes que aprovechaban la belleza del lugar para jugar a la pelota y correr un rato. La radio acompañaba la jornada y convocaba a los participantes a acercarse al estudio para mostrar las propuestas de cada organización y el trabajo que vienen haciendo en cada territorio.
Julio Córdoba es estudiante de historia, y miembro de ANITA. Estuvo en la radio y dijo que “hoy estamos haciendo historia, porque esto que estamos compartiendo ya queda como legado para futuras generaciones. Esto lo tenemos que valorar porque es una reunión de muchas organizaciones que trabajan codo a codo con sus vecinos en sus comunidades. Y lo estamos haciendo en Raco”. También destacó la importancia de que los jóvenes se involucren con la historia y con la lectura que sirve para comprender el contexto y los procesos vividos.
Martin Bulacio y Pablo Artaza entraron al estudio después de que sonara “Yo no quiero volverme tan loco” de Charly García. Toda la tarde estuvieron sonando clásicos del Rock Nacional en múltiples versiones. Presentaron el trabajo que vienen haciendo en la Biblioteca Popular Patria Grande en la esquina de Independencia y Libertad de barrio Victoria, junto a vecinos, niños y adultos mayores con los que promocionan recreación, lectura y derechos. Rápidamente se apropió el payaso Remolacha que deleitó a niños leyendo cuentos.
“Mi nombre es remolacha y mi apellido es papafrita” se presentó e hizo lo propio con los niños que lo acompañaron. Había una vez un libro, leyó, “…había un libro que estaba en una escuela con muchos otros LABROS”, y como un boomerang llegaba el chillido infantil “Liiiibroooos”. “y visitaba todas las estrellas del sueloo”, “nooooo, cielooo” gritaban a coro interrumpiendo la accidentada lectura. En cada error de pronunciación o acentuación los niños gritaban eufóricos para corregir los malos pasos del cuentacuentos. Así pasó el relato, participativo, la reescritura infantil de una narración fantasiosa e intervenida, en clave de radioteatro de varias voces.
Por la radio maratónica pasó también Carlos Soldati, contando un testimonio conmovedor y la historia de una familia, la suya, que en Simoca sufrió en carne propia la violencia extrema de la sangrienta dictadura y dejó como marca indeleble todo el dolor que hoy es relato, memoria y ejemplo educador a las nuevas generaciones. Para que no se repita, para que todas las instituciones estatales estén como se debe a la altura de la Democracia. Luis y Berta, hermanos de Carlos fueron secuestrados en 1966 cuando eran jóvenes vivaces, comprometidos y en plena búsqueda. Son hoy dos desaparecidos que los tucumanos recuerdan y que también reclaman conocer la verdad. La figura de Luis quedó plasmada en el mural artístico que pintaron Cesar, Fátima y la decena de niños, niñas y vecinos que también intentaron trazos y algo de magia en las paredes exteriores del aula cine. Lo que quedó en la pared fue todo un documento, con Luis en el medio como estandarte de lucha, como ejemplo de vida, como referente de los que hoy siguen luchando por la dignidad propia y la de sus pares. El poema “HOMBRE” de Luis Soldati, fue leído por Carlos en la radio, y también quedó estampando letras en diversos retazos gráficos que rellenaban los globos de diálogo de las figuras dibujadas en el mural. Diálogos, palabras que un poeta creó, y que hoy vuelan como la memoria de los estudiantes platenses que mientras gritaban por el boleto estudiantil también enseñaban utopías y horizontes de lucha. Hombres, sus versos, están en una pared de Raco dándole vida y carne a la memoria que activa el pasado y lo hace dialogar con el presente y con todos los ánimos que buscan justicia.
Crecer juntos, una ONG que trabaja en barrios de San Miguel de Tucumán copó el pequeño estudio de la 88.9 con más de 10 compañeros que a turnos de tres iban entrando y contando de su trabajo en el barrio en donde realizan proyectos de comunicación, arte y cultura para contribuir al buen vivir de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes junto a sus familias y su entorno comunitario. Los jóvenes dijeron que vienen trabajando en el fortalecimiento de los derechos humanos, la equidad, la inclusión y el desarrollo integral, en una línea de educación popular y construcción de saberes críticos, de empoderamiento personal y colectivo y buscando incidir en la ejecución de Políticas Públicas. Se trata de una organización muy arraigada al barrio y en articulación con todos los actores de la comunidad. En la radio hablaron de Jóvenes educadores, el programa de radio Expedición Social, Música de acá y Nuevo Giro, campeonato de fútbol barrial y compartieron spots como “El grito también es maltrato” que intenta sensibilizar para prevenir la violencia que implican los gritos en los vínculos diarios. Expedición social es un programa radial de Crecer Juntos que se emite por FM Metropolitana y busca fortalecer las experiencias de los PEC en los diferentes territorios, además de visibilizar experiencias, sueños y luchas que diferentes personas y colectivos emprenden a lo largo y a lo ancho de la geografía tucumana para hacer del Buen Vivir una realidad cotidiana. También expusieron talentos individuales con una compañera entonando acapella canciones melódicas que fueron la atracción de los participantes y le pusieron el toque romántico al encuentro.
Estuvieron los CAJ, tanto la Normal como Zavaleta, los chicos de la Norma desplegaron una energía juvenil envidiable y compartieron radioteatros y hasta un momento de humor, los docentes de Zavaleta hablaron de sus talleres, de lo bien que le hacen a muchos chicos enseñando música video y de cuanto de aprendizaje hay para uno y para otro mientras se transita una experiencia educativa transformadora. La premisa es siempre utópica, es siempre una aventura, entregarse al descubrimiento de los demás, aprender de sus experiencias, de sus relatos y de su contexto, partir de la base de que todos aprendemos cuando nos educamos y que no se trata de transmitir información de un Polo A a un Polo B sino de que A y B viajen juntos por una propuesta que los contenga y los reconozca. Zavaleta, Crecer Juntos y también ANDHES trajeron materiales que se incluyeron en el ciclo de Cine que coordinó Roni Olmedo, aportaron sus historias y su capacidad de registro y narración para armar cortos de gran calidad, de esos que tocan temas que en los barrios reconocen, que forman parte de la cotidianidad y que requieren reflexión y mucho guion. Zavaleta también compartió poesías en la voz y oralidad de Rocío, una joven escritora que escribe, lee y crece a la par de otros con la experiencia que despliegan en el CAJ. Y quedaron esas historias y decenas de materiales de todas las organizaciones que siguieron sonando, incluso después de que la maratón hubo terminado. Porque había mucho para contar y compartir. Por falta de tiempo algunos grupos no entraron al estudio, pero dejaron sus grabaciones y ya seguirán sonando en la programación de la FM.
Fue una rueda de sonidos de 6 horas que le puso la magia de la radio al encuentro, que volcó en viajes sonoros la cuota de imaginación que siempre reclama lo que no se ve pero se siente. La radio fue parte de la segunda jornada como la que más, y aportó lápices a la historia que como claman las buenas costumbres no se termina nunca y no se cansa ni por asomo.