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En Entre Ríos los gurises ya pueden disfrutar “Las Aventuras de Calá”

Calá revive el pasado de su pueblo

"Las Aventuras del Calá", una serie de dibujos animados totalmente entrerriana basada en un niño de origen Chaná y su familia se presentó públicamente para que la disfruten los niños y niñas de las escuelas entrerrianas. Se trata de una producción que busca recuperar y poner en valor la cultura de uno de nuestros pueblos originarios.

Ver la Introducción y la serie completa - Las Aventuras de Calá

El proyecto audiovisual dirigido por el basavilbense Gabriel Zabal, contó con el auspicio del gobierno entrerriano en esta primera etapa que consta de 8 capítulos.


El director de los cortos, comentó que el proyecto fue tomando forma cuando se acercó al Instituto Audiovisual de Entre Ríos. Zabal expresó que “primero conversamos con el ministro de Cultura y Comunicación, Pedro Báez, que se entusiasmó y tomó la decisión de apoyarnos. Así fuimos avanzando con la colaboración del Museo de Ciencias Naturales Antropológicas; de Blas Jaime, el último chaná parlante; y de científicos del Conicet y profesionales que llevaron a cabo un exhaustivo trabajo de documentación científica; y por supuesto las 15 personas que trabajamos para desarrollar el audiovisual”, subrayó.


Blas Jaime introdujo la proyección de los dos primeros capítulos, contando a los niños y niñas que su madre le trasmitió la lengua Chaná. Agregó que eso en sí mismo es algo a destacar porque la lengua que “era algo que solo se les enseñaba a las mujeres para que no se pierda la cultura. Pero mis hermanas fallecieron pequeñas y solo quedé yo”, explicó. Señaló además que en su cultura se respetaba mucho a las mujeres y los niños y que en su lengua no existían las palabras de agresión, “porque somos un pueblo muy respetuoso”.


El referente Chaná agregó que es muy importante que los materiales audiovisuales divulguen que acá había gente viviendo, con cultura y costumbres propias. Y expresó que “Algunas costumbres inclusive eran mejores que las que tenemos ahora. Había mucho respeto a la mujer, nadie podía golpear a una mujer. No hacía falta el “Ni una menos”, afirmó Jaime. Al ser consultado por los valores de su cultura Chaná que cree sería necesario recuperar para nuestro presente agregó “El respeto, el cuidado de los ancianos y de los niños. En la sociedad Chaná había padres sustitutos, no había huérfanos, no había abuelos abandonados. El respeto era recíproco”.



Fragmento Entrevista a Blas Jaime, el ultimo parlante de la lengua Chaná - Casa de Entre Rios - HD



Luego agradeció todas las oportunidades que se le daban para difundir su cultura, como el Diccionario de la Lengua Chaná, los talleres y charlas que se dictan en el Museo y, en este caso, el audiovisual que se estrenaba.


En la producción de la serie participó la artista Natacha Piquet, cantautora entrerriana quien hizo la música de la serie. Piquet afirmó que “en el pueblo Chaná no se podía tocar instrumentos, no se cantaba, por temor a ser descubiertos. Solo canciones de cuna, o de arenga. Para la música utilizamos sonidos de la naturaleza, palabras del idioma Chaná. Queremos que esta cultura ingrese a los chicos como un juego”. Maira Bentancour, artista local que realizó las voces la alfarera y Yilá, la amiga del niño Calá, expresó que “me encantó conocer las palabras, el idioma, de hecho las comencé a usar. La manera en que se pronuncian es muy nuestra, me sentí muy cómoda haciéndolo.”



Gabriel Zabal destacó la colaboración de Blas Jaime para la producción de la serie animada, porque fue la persona que “aportó el lenguaje y elementos de la cultura Chaná. También fue importante el apoyo de los científicos del centro de investigación de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) ubicado en Diamante”, remarcó.


Especialmente señaló el valioso aporte del antropólogo y doctor en Ciencias Naturales, Gustavo Politi, porque sus estudios sobre los pueblos originarios de la región pampeana, noreste argentino y otras zonas de América del Sur contribuyeron al armado del relato. “Él nos recibe y nos dedica un día entero para compartir con nosotros todo ese conocimiento. Por ejemplo, en el capítulo de alfarería, toda la técnica que se ve es la que ellos descubrieron que utilizaban los chanás y eso tiene valor arqueológico”, indicó Zabal.


Acerca de los Chanás


Los chanaes o chanás fueron un pueblo indígena vinculado a la etnia charrúa que habitaba en la confluencia del río Negro con el río Uruguay, las orillas e islas del curso inferior este último (República Oriental del Uruguay), las islas del Delta del Paraná, las islas y riberas del río Paraná entre las provincias de Entre Ríos, Santa Fe, Buenos Aires y hasta en la de Corrientes (Argentina). Hablaban el idioma chaná, de la familia charrúa.


Su cultura y su economía (pescadores, cazadores, recolectores) estaba especialmente adaptada al medio ambiente, viviendo gran parte del tiempo en canoas o estableciendo paraderos a orillas de los cursos de agua. A la llegada de los europeos en el siglo XVI los chanaes ya habían sufrido un proceso de aculturación por parte de los guaraníes, proceso que se vio favorecido por el incremento demográfico de estos últimos a través de las prácticas de una incipiente agricultura (en especial de mandioca), aunque no se poseen datos ciertos de que los chanás hubieran desarrollado una agricultura, lo concreto de la aculturación se refleja en la aparición de un numeroso léxico guaraní que se refleja aún hoy en gran parte de la toponimia de la región otrora habitada por los chanáes. Además de pescar, los chanás cazaban con arcos y flechas con puntas de hueso o piedra. Lograron grandes avances en la cerámica, obteniendo piezas decoradas muy bellas. Se ha considerado que esta etnia fue una de las primeras en desaparecer en el Cono Sur debido al temprano contacto con los europeos, que propagó epidemias de enfermedades para las cuales carecían de inmunidad.


Sin embargo el último censo nacional argentino en 2001 demostró que en Entre Ríos existen más descendientes de charrúas y chanás de lo que en general se suponía, los cuales están mestizados y completamente aculturados. Un total de 4376 fueron censados en Argentina, mientras que en 2011 fueron censados más de 2500 en Uruguay.


A mediados de 2005 un habitante de la ciudad entrerriana de Paraná, nacido en Nogoyá dio a conocer que conservaba por transmisión oral familiar la lengua chaná y mencionó más de 250 vocablos y frases, entre ellas todas las palabras charrúas y chanás conocidas.

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