Chicos y chicas de Las Talitas construyen su participación protagónica
En Las Talitas, más precisamente en Villa Mariano Moreno, funciona el Centro Comunitario 8 de marzo. En su sede, un comedor alimenta a 150 niños por día, pero su función también comprende actividades culturales, deportivas y de capacitación para chicos, jóvenes y adultos. La forma del comedor es particular; un semicírculo que va de la tierra a la tierra. Adentro, una multiplicidad de colores decora las paredes. Los afiches pegados dan cuenta de los talleres que cada semana se llevan adelante. El logo que construyeron entre todos y todas nos da la bienvenida mientras el sol se cuela por las puertas del salón.
Afuera, una pared blanca se ataja los pelotazos que atraviesan el arco de una cancha de fútbol. Los gajos de las pelotas dejaron la huella de los golazos al ángulo.
Allí, la semana pasada, jóvenes que participan de diversas actividades se reunieron a pintar un mural. El tema acordado era un homenaje a un amigo del barrio fallecido hace algunos meses. Los chicos y chicas, coordinados por referentes de la organización ANDHES, se reunieron a la siesta, y charlaron sobre lo que harían. Debatieron, incorporaron la opinión de la familia del joven, y decidieron enmarcar su memoria en un retrato de barrio. Tomaron pinceles y pinturas, y poco a poco se fueron delineando las casas, las calles, las personas, el cielo, y los pelotazos se llenaron de color.
Un camino recorrido
Teresa Aguilar es la presidenta del Centro Vecinal 8 de marzo y responsable del comedor Señor del Milagro, que desde 1993 lleva adelante un trabajo social fundamental. Como organización su comienzo está vinculado a un asentamiento de vecinos a través de un centro vecinal. Cinco años después se instaló un comedor precario que alimentaba a 100 niños en la casa de Teresa. Desde 2003, el Ministerio de Desarrollo Social comenzó a apoyarlos con equipamiento para realizar las actividades, y en 2006 lograron conseguir a través de un convenio con la Municipalidad de Las Talitas la infraestructura para el comedor, que en 2007 se mudó a su actual ubicación. E instalaron una panadería.
Como ocurrió en otros barrios, en 2012 se involucraron con las políticas de prevención de las adicciones. Con el apoyo de la Secretaría de Prevención y Asistencia (SEDRONAR), que por aquel entonces estaba a cargo del Padre Molina, Teresa y un grupo de jóvenes se recibieron en la Diplomatura de Operadores Socioterapéuticos, para saber cómo dar orientación a jóvenes y familias. “Veíamos que el consumo de sustancias no estaba invadiendo”, dijo Teresa. El programa Avanzar, del Ministerio de Desarrollo Social, proveyó de talleristas para actividades como teatro, música, deportes y apoyo escolar. Actualmente el comedor recibe del Ministerio de Desarrollo social $11 por día y por persona para el almuerzo y $5 para la merienda. Además se cubren los gastos de servicios como gas y una parte de la luz. También reciben donaciones del Banco de Alimentos y realizan actividades para recaudar fondos.
En el comedor tienen fuerte protagonismo las madres. Cocinan, limpian, organizan actividades, impulsan a los chicos a involucrarse. Por eso el nombre que eligieron es “8 de marzo”, en homenaje al Día Internacional de la Mujer. “Siempre fueron las amas de casa las que estuvieron al frente”, explica Teresa. Y agrega que “Una de la formas de convocar a los jóvenes es convocar a las mamás. Son todas comprometidas con el trabajo social y comunitario. Somos siempre las que impulsamos y empujamos. También trabajan en este proyecto los hijos de esas madres y jóvenes que un tiempo atrás eran destinatarios del comedor”.
Si bien la infraestructura del comedor es de la organización, no lo es formalmente el terreno. Por eso hace algunos años sufrieron algunos intentos de desalojo y hostigamiento por parte del municipio. “Pero la situación ha cambiado, tenemos distintos convenios con el Ministerio de Desarrollo Social, tenemos pasantes de la Universidad, y contamos con la organización ANDHES para lo que tiene que ver con derechos de los niños. Creo que nos está dando resultado. Tenemos jóvenes a los que hemos podido sacar de las adicciones, incluso sin tratamiento específico, con contención, actividades; ellos lo saben aprovechar”, cerró.
La construcción de la participación protagónica
La organización ANDHES trabaja para fortalecer la actividad del Centro Comunitario desde su área de Niñez. Julieta, una de las referentes, cuenta que además del 8 de marzo, trabajan en red con otras organizaciones: Jóvenes Unidos por el Bien Común, de Banda del Río Sali, Acceso Este y Crecer Juntos, de Villa Muñecas.
Con los jóvenes de estas organizaciones están elaborando el “informe sombra” que presentarán ante el Comité de Seguimiento de la Convención Internacional sobre los Derechos del niño. La Red por los Derechos dela Infancia, que reúne organizaciones de varias provincias, sistematiza en un documento la situación de los derechos de niños, niñas y adolescentes y la implementación de la Convención en el país. Ese informe, que se produce en paralelo al que hace el Estado nacional, se presenta como herramienta de contraste a la información oficial. Por ello lleva el nombre de informe sombra.
El trabajo de ANDHES en este sentido comenzó en 2013 cuando se conformó una asamblea de jóvenes que se reúne periódicamente para debatir temas relacionados con las problemáticas juveniles. El objetivo, explica Julieta, es “apostar a la construcción real de un sistema de protección integral de derechos de los niños y adolescentes”.
Luciana, una de las jóvenes que participa en el Centro comunitario, contó que hace un año se sumó al grupo porque le llamaron la atención las actividades. Sobre el informe sombra, sostuvo que "estamos haciendo sentir nuestra voz, la de los jóvenes, estamos teniendo más opiniones, ya no son tantos los adultos sino somos nosotros".
Nazarena contó que hace dos años pertenece al Centro Comunitario 8 de marzo; entre otras, su función es ayudar a los chicos que ingresan al grupo. También dejó un mensaje para los jóvenes "que luchen por sus derechos, y que salgan y se hagan ver".
