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El Colegio de abogados creó un espacio de juego para los hijos de sus asociados


El jueves 10 de noviembre el Colegio de Abogados de Tucumán inauguró una sala de cuidados destinada a los hijos e hijas de los padres matriculados por la institución.


Una sala de video, cunas, cocina, sanitarios adaptados a los niños son parte del equipamiento que las autoridades exhibieron orgullosas. Con esta apertura, el de nuestra provincia es el tercer colegio en el país que cuenta con una sala maternal para sus socios.


Los doctores Augusto Moeykens, Elizabeth Rodríguez y Julieta Tejerizo, del Consejo Directivo cortaron la cinta y contaron a los presentes la importancia de este espacio de cuidado infantil.


Moeykens, uno de los precursores de la idea, sostuvo que esta sala de juegos surgió a partir de un estudio que se realizó en relación a cuestiones de género y el ejercicio profesional de la abogacía. “La ley de la provincia establece una licencia de 15 días por maternidad; nosotros por una resolución del Honorable Consejo Directivo declaramos la falta de convencionalidad de la norma. Lo extendimos al periodo al de la licencia tradicional de cualquier trabajadora en relación de dependencia para garantizar una equidad en relación con el ejercicio de la profesión liberal”.



De acuerdo con el abogado, “La función que cumplirá la sala será por horas donde los niños serán cuidados por maestras jardineras y auxiliares de maestra jardinera, hasta que sus padres terminen de realizar sus audiencias en Tribunales. La atención se dará en dos turnos”. Hasta el momento no saben cuántos niños van a poder recibir pero proyectan más de 20 niños por día.


En cuanto a los desafíos de la Ley de Protección Integral de derechos niños, niñas y adolescentes, 26.061, que está próxima a cumplir un aniversario más, Moeykens dijo que “la ley establece un cambio de paradigmas muy positivo, aunque este cambio en lo que era el sistema pupilar ,sistema de protección y capacidad progresiva todavía no se ha visto satisfecho íntegramente; pero confió en que la evolución normativa, la exigencia de las distintas organizaciones de derecho humano , como instituciones van a contribuir en ello ”.


Julieta Tejerizo, que además de miembro del Consejo Directivo es madre y será unas de las usuarias de la sala maternal, contó que “este proyecto fue un sueño muy anhelado por todos y que gracias a la gestión actual se pudo llevar a cabo”. Ella es madre de dos niñas de 3 años y al igual que otras colegas se sintió obligada a tener que ir a Tribunales con ellas por no tener con quien dejarlas.


Según Tejerizo, “Esta sala no intenta reemplazar a un jardín de infantes; su función es que aquellos días donde los colegas no tengan con quién dejar a sus hijos los puedan llevar en nuestra sala de juegos y de alguna manera colaborar con ellos”.

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