Cocinar con los niños puede ser muy divertido
Meter las manos en la masa, chupar la espátula con restos de dulce de leche, de chocolate o de mezcla de bizcochuelo, son placeres que no se le niegan a ningún chico o chica.
Los padres y madres saben que, especialmente en vacaciones, a los niños les encanta cocinar, aunque eso implique un poco de enchastre: harina voladora, huevo chorreando de la mesada, repasador manchado, y hasta un poco de masa pegoteada en el piso. Gajes del oficio. Sin embargo, cocinar con los chicos puede ser divertido, placentero y educativo. Y como con cualquiera otra actividad, si la hacemos con cuidado ellos y ellas pueden ser protagonistas de ese fascinante mundo.
¿Quién no ha ido alguna vez a una fiesta y ha visto el despliegue de pisos de una torta forrada con fondant blanco y llena de florcitas, mensajes, accesorios y palabras de homenaje? La prometedora sofisticación de las tortas de las fiestas contrasta con el porcentaje consumido durante la celebración: habitualmente las tortas quedan de testigo de la salida del ultimo invitado y viajan a la heladera de los anfitriones o, en el mejor de los casos, es repartida entre los aguantadores comensales que se quedan hasta el final.
Mientras tanto…..en la casa de cualquier niño o niña….lejos de la estresante tarea de fondant y esas cosas….algunas recetas conocidas y fáciles de hacer, que sólo requieren algo de paciencia y disciplina, para ordenar galletitas y no tentarse antes de tiempo, o para hacer bolitas de masa con queso.
La popular chocotorta y el riquísimo chipá son aptos para todo público, y madres y padres pueden estar tranquilos porque el éxito está asegurado.
La Chocotorta, un clásico infalible
Arrancá a la mañana así está bien fría para la merienda. No abras la heladera 15 veces mientras se enfría, la ansiedad puede esperar.
Ingredientes
Pote de dulce de leche de 500grs
Pote de queso blanco o crema de leche de 250grs
3 paquetes de galletas de chocolate rectangulares (sí!!! chocolinas...shhhh no queríamos decir la marca…)
Leche para remojar las galletitas (cantidad necesaria, se le puede agregar cacao en polvo o café instantáneo)
Preparación
1. Mezclá en un bol el queso o la crema con el dulce de leche. Te tiene que quedar de un color marrón claro, y ser una mezcla homogénea
2. En un plato hondo o un bol poné un poco de leche. Mojá las galletitas, pero que no queden muy blandas, no tienen que deshacerse, solo quedar húmedas.
3. Acomodá las galletitas húmedas en hileras hasta cubrir el fondo de la fuente. Tené en cuenta que no vas a desmoldar, así que usá una fuente que te guste.
4. Después de armar la primera capa de galletitas, cubrila con la mezcla de dulce y queso o crema, y repetí el procedimiento: otra capa de galles y otra más de la mezcla...y así sucesivamente.
Hacé que coincidan las galletas de arriba con las de la capa anterior...así la porción puede tener el tamaño de una galletita.
La ultima capa debe ser de mezcla. Y si te sobran algunas galletitas o se rompieron, rallalas o cortalas pequeñas para espolvorearlas como decoración.
Ya estás más cerca de tener tu chocotorta …
5. Si podes cubrí la fuente (y la torta, obvio) con un film, para que ningún olor a comida la invada; metela en la heladera y esperá un par de horas. Servila con café, té, mate cocido, jugo, chocolatada, agua, gaseosa o con lo que quieras….no falla!!!
Chipá con queso
Para los que se entusiasman más con lo salado, también hay una opción sencilla. Si pensamos en chipá, nos trasladamos al litoral argentino, a Misiones y Corrientes, sobre todo. Se trata de unos panes de harina de mandioca y queso, ideales para acompañar el mate o como parte de una picada. También en los cumpleaños, en particular si tenemos amigos que no pueden comer harina de trigo.
El chipá es riquísimo y su preparación es fácil y entretenida. Compartimos la receta de Zamba y dos más. Vos elegís con cuál te quedás.
Si te das una vuelta por algún supermercado vas a encontrar que te venden una pre mezcla lista para amasar con agua. Salen ricos...aunque tenés que contemplar el queso rallado, que no viene en el paquete. Si lo haces con la pre mezcla fijate en el envase, ahí están las instrucciones.
Si no, seguí las que aquí te proponemos.
En ambos casos dejá que los chicos metan mano….tanto en la preparación como en la formación de las bolitas que es la parte más divertida. Sobre todo si ya pasaron salita de 3 años están totalmente en condiciones de hacer una viborita y luego pelotitas. Confiá, relajate y acompañalos. A la hora de usar el horno los vas a tener que dejar afuera, pero ya van a estar felices por haber participado.
Ingredientes
500 gr harina de mandioca
500 gr queso cáscara colorada
1/2 taza queso rallado
150 gr manteca
4 huevos
1/2 taza leche
1/2 cdts de pimienta
1 cdta sal
1 cda polvo para hornear
Preparación
Colocá en un bol la harina, la sal, la pimienta, el queso rallado y el polvo para hornear. Mezclá bien, agregar la manteca y deshacerla con los dedos.
Agregá los huevos, luego, la leche y mezclá muy bien los ingredientes hasta que se forme una masa firme.
Sacá la cáscara al queso y cortalo en dados pequeños, incorporalos a la masa y mezclá bien (si no tenés este queso no importa, igual quedan ricos).
Dividí la masa en dos, y cada mitad a su vez en dos. Hacé viboritas y con ellas a su vez armá bolitas (del tamaño de las pelotitas de ping pong).
Colocá los chipacitos en una asadera enmantecada. Llevala al horno y cociná a fuego moderado hasta que se doren ligeramente y se hinchen un poquito (30 min. aprox)
Comé los chipá calentitos...no te vas a arrepentir. Y si tenés ganas de pasarla aún mejor, compartí con los chicos la canción que cantan Luna Monti y Juan Quintero en la que te explican, entre otras cosas, por qué podes abrir el horno en el medio de la cocción de los chipa.