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La Pasión de Cristo también se vivió en el Siambón



En el Siambón la puesta en escena de la Pasión de Cristo convocó a 60 actores y actrices que representaron al pueblo de Jerusalén. Entre los personajes principales, estaban María, Jesús, los Apóstoles, Poncio Pilatos, los sacerdotes, los soldados y los prisioneros que fueron crucificados con Jesús en el Gólgota. Con vestuario compuesto por túnicas tanto para hombres como para mujeres, ponchos, y polleras, se simulaba la vestimenta de época. Por su parte los soldados contaban con espadas, capas rojas y todo lo que hacía a la indumentaria de un soldado de esa época.


La escenificación se realizó mientras caía la tarde del 7 de Abril, y de a poco se iba haciendo una noche fría. A las 19:00 la gente aún llegaba lentamente y la llegada de la noche le dio el toque invernal que una representación de un suceso dramática al extremo encontraba el marco adecuado. Alrededor de 80 personas pudieron asistir, apreciar y vivir por primera vez, y por más de una hora la pasión de Cristo en el Siambón en un escenario natural y amplio, ubicado en parte en el salón de catecismo del Monasterio Benedictino.


La galería del Monastario fue utilizada para representar la Última Cena y el lavado de los pies a los apóstoles. En el escenario natural tuvo lugar la secuencia en la que Jesús entra en su burro y la gente lo recibe con ramos, el pasaje en el que los soldados lo secuestran y es juzgado por Pilatos, además del momento de la crucifixión.


La pasión estuvo en el esfuerzo y en la organización


Una de las organizadoras Miriam Arce contó que la iniciativa surgió tras la realización del pesebre viviente del año pasado y del evento para los reyes, “teníamos ganas de hacer algo más ya que se avecinaba Semana Santa, y empezamos a convocar a chicos, jóvenes y adultos y la verdad que obtuvimos mucha respuesta de todos. Se formó un lindo grupo. Participó gente del Siambón, algunos de Raco y también de San Javier. Y un hijo adoptado llamado Diego Fort que es de la ciudad, pero ya lo consideramos siambonista”.



Arce agregó que “la actividad nos entusiasmó y ahora estamos con expectativas de que se sigan armando nuevos eventos ya sea por el Día de la Virgen o algún otro de carácter solidario”.


Actores con coraje


Para realizar una obra tan compleja como la Pasión tuvieron que sortear varios obstáculos y apostar a la organización del grupo.


Lo armaron desde cero, con pocos equipos, sin infraestructura ni logística, sin sonido, con actores amateurs, sin siquiera saber la historia que muchos conocen. “Sabíamos que nos iba a costar pero gracias a Dios y a la gente que nos apoyó salió algo lindo y creemos que estamos en condiciones de mejorarlo a futuro. El proyecto llevó dos meses de trabajo. Nos reuníamos a ensayar una vez por semana, para trabajar actuación y dramatización. Los chicos no son actores sino corajudos, porque hay que ser valientes para embarcarse en una puesta en escena como esta sin tener un libreto e improvisar hasta hacerlo real y eficaz. Costó mucho, pero salió y muy bien. Esperemos que la gente se siga uniendo a esta iniciativa porque lo que pretendemos dar es un mensaje cristiano”, declaró Miriam.


Experiencia emotiva


Federico Albornoz, interpretó a Jesús y contó que “sentí una emoción muy grande haciendo ese papel, no tengo palabras para decirlo, es una experiencia muy linda que jamás lo voy a olvidar y espero que se vuelva a repetir esto”. Además destacó la presencia del público. Sintió el sufrimiento que sintió Jesús al ser juzgado y crucificado, ya que las escenas fueron reales, los azotes fueron reales y por Jesús hay que aguantar todo.


Laura Arce representó a María en la Pasión de Cristo, y ya lo había hecho antes en el pesebre viviente que se realizó en diciembre pasado. En relación a su intervención artística dijo que: “estoy muy emocionada por esta actuación, me encantó el papel que me dieron realmente sentí el amor de madre hacia un hijo que está siendo castigado, fue una experiencia que me hizo realmente llorar. Ya no como actriz, inmersa en un papel, sino desde el corazón. Para mí fue una experiencia hermosa. Desde diciembre pasado ya me quedó el papel de María en el pesebre viviente y me siento realmente María, haber interpretado la satisfacción de llevarlo en mi vientre a Jesús y después verlo como lo castigan y crucifican realmente me conmovio”.

Lucía Córdoba asistió con su familia a ver La Pasión de Cristo y dijo que la obra “me emocionó mucho, porque es la primera vez que se realiza una puesta en escena como esta en el Siambón”.

Fueron muchos los que formaron parte de esto, como ser en el vestuario, maquillaje, sonido, iluminación.

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