Jornada recreativa para alegrar la lucha de los jardines infantiles registrados
En 2005 había sólo ocho jardines materno infantiles registrados en Tucumán, actualmente son 40 y sus referentes están participando de una Asociación que intenta dar a conocer esta realidad y defender sus derechos. Los maternales atienden niños, desde los 45 días de vida hasta los cuatro años. Cientos de jardines no registrados brindan servicios de manera irregular con todos los riesgos y faltas de garantías que eso implica.“Queremos ser reconocidas como instituciones educativas, ya que necesitamos tener todos los derechos de los instituciones educativas formales”, dijo Nieves Martinez, una de las propulsoras de la Asociación de Jardines Maternales Registrados de Tucumán.
La maestra jardinera convocó a una actividad para ayudar a visibilizar esta experiencia “el sábado 27 de mayo de 10 a 13 en el Parque Avellaneda nos convocamos los 40 jardines registrados para brindar un evento a la comunidad educativa y a la sociedad en general con un show infantil, con Piñón Fijo. Además aprovechamos que el 28 es el Día de los jardines y de la maestra jardinera. Queremos que toda la gente venga en familia, va a haber premios, sorteos, golosinas, animaciones, estará el grupo Carcajada con su animación. Viene gente de la Secretaria de Deporte con sus profes de baile, tránsito de SMT, el Municipio, va a ser una jornada muy divertida”.
Durante el jardín de infantes se construye la huella psíquica que acompaña al niño mientras adquieren herramientas fundamentales para su desarrollo.
Martínez contó que “enfrentamos en la actualidad una competencia desleal que tenemos con los jardines que no tienen registro. Hay muchísimos en Capital e interior y nosotros somos muy pocos. La gran diferencia entre un jardín registrado y uno que no tiene registro es que nosotros cumplimos con todas las normas, desde las que atañen a cuestiones de Seguridad e Higiene que es obligatoria, hasta tener todo nuestro personal capacitado siendo docente recibido con título. Nuestros docentes se capacitan permanentemente, contamos con seguro apropiado que rige por ley y se extiende por medio del Ministerio de Educación. A nuestros jardines se les hace controles periódicos, por parte del Ministerio de Educación en cuanto a parte pedagógica y administrativa. Nuestros jardines otorgan certificados con validez educativa para que el niño luego ingrese a una institución educativa formal de jardín de 5 años. También otorgamos certificados para niños con discapacidad para que esos niños puedan cobrar lo que la obra social le abona por mandar a un niño con discapacidad a una institución educativa. Los jardines registrados también otorgan un certificado para que los papas puedan cobrar el salario escolar”. El decreto 255 dispone y regula la habilitación y funcionamiento de los maternales y hay nuevas normativas como los lineamientos organizativos y curriculares.
Luego agregó que “El jardín debe cumplir con todas las normas que rige la ley por medio de la Municipalidad, seguridad, mata fuegos, salidas de emergencia, salas airadas y climatizadas, las medidas correspondientes que la Municipalidad exige. O sea que los jardines pasan por muchas inspecciones y revisiones. Junto con Ministerio de Educación para otorgar el registro. Nosotros pasamos por muchas inspecciones y con orgullo lo hacemos”.
En cuanto a la problemática Martínez detalló que “los jardines están pasando por una realidad especial ya que nosotros tenemos una matrícula de niños muy lábil, con mucho ausentismo por enfermedad o clima ya que son chiquitos, y tenemos que tratar de mantenerlos y de mantener a los papás conformes, tenemos una amplia cantidad de horas abiertas, nuestros servicios trabajan de 9 a 21. Cumplimos una función educativa y asistencial de mucho valor. Muchos papás pueden cumplir sus tareas laborales gracias a este tipo de instituciones porque prestamos un servicio esencial de cuidado. Desde hace tiempo estamos intentando que la sociedad conozca y le de valor a este tema. Venimos golpeando muchas puertas para ser escuchadas, darnos a conocer, capacitarnos, pedir ayuda. Gracias a este compromiso se nos han abierto muchas puertas, la Municipalidad de SMT, nos atendió, también el secretario de gobierno de Yerba Buena, el Ministerio de Educación a través de la profesora Requena y otros. Solicitamos ayuda, capacitación, difusión, que se publicite la existencia de los jardines registrados y sensibilización para que los papás manden a los niños a estos jardines que cumplen con la normativa y otorgan los beneficios y la certificación adecuada”.
El acompañamiento empieza temprano
En cuanto a la consciencia sobre el rol de educar en la primerísima infancia, la maestra jardinera señaló que “enseñar, educar en un jardín maternal es una experiencia única. Como docentes y profesionales de la educación nos capacitamos y estamos abocadas muchísimas horas de nuestra vida a nuestros jardines, todas las docentes ponen todo de sí desde que llegan al jardín hasta que se van, la asistencia a los niños no es solo educativa sino que es emocional, psicológica, personal, estamos cerca y presentes en la vida de los niños. Desde acompañar, estar con su familia, prestar oídos. Con nuestro trabajo y profesionalismo ayudamos a que la comunidad se integre al jardín, comparta sus vivencias, no hay que olvidar que cada jardín está inserto en una comunidad especial, en un barrio diferente en donde se viven diversas realidades, en donde atraviesan diferentes problemáticas sociales. Cada uno de nosotros se aboca a compartir vivencias y contenidos educativos que se dan por medio del juego, colores, con la parte activa, ya que cada niño que llega al jardín tiene sus particularidades. En ese marco el niño aprende, comparte, construye valores, en el jardín los niños se comunican, se expresan y conviven día a día con sus pares y compañeros. La docente jardinera es muy importante para la vida de estos niños ya que lo que ellos viven en el jardín maternal es un recuerdo inolvidable”.
Una de las primeras cosas que rescatan las docentes y maestras de la experiencia diaria en los jardines es el contacto con otros niños, “ya que muchos de estos niños viven en una realidad de encierro en su casa, con tecnologías, computadoras y papás ausentes, dado que sus papás trabajan mucho. Nosotros nos abocamos mucho a la parte práctica, al jugar, a leer los cuentos, a escuchar música desde chiquitos, a bailar dado que todos esos son nuestros ejes principales para la educación de nuestros niños. Y sabemos que la realidad de nuestros niños actuales no es como la de antes, donde los niños vivían más en sus veredas y creciendo con sus vecinos, sabemos que ahora están más en su hogar, entonces brindamos una comunidad con niños felices que pueden jugar, compartir, expresar, con la guía de la docente”, precisó Nieves para dejar claro el valor de la tarea.
Y terminó dejando un mensaje esperanzador que llena de contenido la lucha que encabeza “El sueño que tengo como docente en la mayoría está cumplido porque tenemos una institución como queríamos tenerla, con todas las reglas cumplimentadas, queremos seguir educando a niños felices, y eso se hace por el camino de la legalidad y la transparencia de las instituciones registradas. Donde las instituciones tienen sus puertas abiertas hacia la comunidad, hacia el Ministerio de Educación, hacia los Entes que regulan esta actividad, hacia la capacitación diaria y continua que tenemos. Y, a su vez, nuestro sueño desde la asociación que estamos formando es que todos los jardines registrados de Tucumán tengan su número de registro y que no funcionen nunca más jardines que no cumplan con el marco legal”.