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En Raco, Pancho picaflor está cada vez más cerca de tener su película


El taller de lectura, escritura y creatividad “Raco tiene historias”, que se viene desarrollando en la Biblioteca Paulo Freire, tuvo ayer un nuevo encuentro. En una hermosa tarde de sol, y sentados en el pasto, los niños participantes avanzaron en la construcción de la historia de Pancho Picaflor, un mítico caballo que -dicen- salvó a otro en una Fiesta Popular en algún verano que nadie sabe muy bien cuándo fue. La idea es hacer un guion de video y rodar la historia de la búsqueda de Pancho, un héroe poco convencional que todos los niños quieren conocer.


El taller comenzó con un ejercicio de lectura: trabalenguas del libro “La naranja se pasea”, adivinanzas y algunas coplas se alternaron con una linda charla sobre cómo se organizan las historias: una introducción, un desarrollo y un final. La lectura del cuento “El niño que estaba en la la una” ayudó a identificar las partes: resulta que Arturo se olvidaba siempre las cosas, y los adultos le decían que él estaba siempre en la luna. Y entonces la historia se puso interesante: Arturo decidió que si tanto le decían eso, él iría a conocer la luna. Se las ingenió para llegar mediante un árbol (de manzanas), y una nube que lo ayudaron. Allí se encontró con un perro y un astronauta que estaban en la luna pero también como él querían volver a la tierra. Finalmente Arturo volvió a su casa...y cuando les dijo a sus padres que venía de la luna ellos no le creyeron”, por supuesto.


Los minutos pasaban y la sombra traía el fresco...así que las sillas se fueron trasladando en busca del calorcito. Y entonces pusieron manos a la obra con el guion de la historia de Pancho Picaflor. Definieron los lugares de las escenas: la Escuela, la Biblioteca, la casa de don Ramón Roldán, un vecino muy querido, el monasterio de los Monjes benedictinos y el monumento a Atahualpa Yupanki. Con los protagonistas de la historia identificados, y el orden de la aventura…la propuesta quedó definida. Charlaron sobre el vestuario que tendrán que tener listo para el sábado que viene comenzar el rodaje.


La tarde concluyó con un picadito de fútbol, que nunca falta, y taza taza, cada cual para su casa.


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