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En Tucumán expresaron las conquistas y desafíos en materia de diversidad sexual


La ley de matrimonio igualitario fue sancionada el 5 de mayo de 2010 por el Congreso Nacional. De esta manera, Argentina se convirtió en un país pionero en el reconocimiento de los derechos de la comunidad LGTBIQ. A partir de este hecho histórico se abrió camino a ley de identidad de género y por otro lado, posibilitó la adopción de niños, niñas y adolescentes por parte de familias homoparentales.


El pasado 13 de julio en la Facultad de Derecho, en el marco de “Derecho sin receso” se realizó la mesa panel “A 7 años de la Ley de Matrimonio Igualitario” en la que participaron Fabián Vera del Barco; el director de Políticas Integrales de la Diversidad Sexual de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, Diego Borisonik; la médica responsable del área de tratamientos hormonales del hospital Avellaneda y docente en la facultad de Medicina de la UNT, Fabiana Reyna y Marcia Daniela Albornoz, responsable local de la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina (ATTA).


La actividad fue organizada por el Observatorio de Género y Diversidad de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, Centro de Graduados de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, Centros de Acceso a Justicia del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación y el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI).


La mesa panel tuvo como objetivo principal reflexionar sobre los avances y desafíos en torno a los derechos del colectivo LGTBIQ pero sobre todo en la falta de garantías para que se respeten los derechos de la comunidad trans.

Con respecto a los derecho de la comunidad trans de niñas, niños y adolescentes, la médica Fabiana Reyna, expuso un estudio según el cual los espacios en los que más se sufre discriminación y violencia por identidad de género y orientación sexual es la escuela, en el área de salud como hospitales y consultorios médicos, transportes públicos y finalmente en las oficinas públicas. En relación al área de salud, enfatizó que la discriminación lleva a que los pacientes abandonen los tratamientos hormonales pero que sobre todo cinco de cada diez personas dejen de asistir al sistema de salud en general.


Además, exhibió que el 80% de los encuestados no cuenta con una prepaga u obra social, el 55% en el sistema de salud no fue tratado por su nombre y un 47% fue persuadido por profesionales a que no se sometan a tratamientos. Con respecto a situaciones de violencia y discriminación, la muestra arrojó que quienes más sufren son adolescentes entre 13 y 18 años, haciendo hincapié en el alto índice de suicidios en la adolescencia en nuestra provincia.


Por su parte, Fabián Vera del Barco presentó los puntos fundamentales a tratar en la agenda derechos de la comunidad LGTBIQ: el acceso a la salud física y mental del colectivo, el acceso al trabajo, integridad personal e identidad jurídica y acceso a la educación. Con respecto a estos dos últimos puntos, enfatizó sobre casos de adolescentes que se acercaron al Centro Educativo Trans para denunciar violencia familiar por discriminación por identidad de género. “Logramos articular con la familia, con los directivos del colegio y elaboramos un protocolo para la protección de la integridad física, mental, y psicológica del adolescente para que pudiera ir a vivir a casa de un familiar, y en este momento está interviniendo la Oficina de Violencia familiar por un claro caso de acoso que se dice ‘homofobico’, pero que en realidad es un prejuicio y odio profundo hacia la ‘diversidad’. Es muy difícil que esos papás y mamás comprendan, por el paradigma en el que han sido criados, que no son dueños de sus hijos y que no pueden violentar a sus niños y adolescentes porque en el país rigen leyes que los protegen. Argentina firmó convenciones internacionales en donde nuestros niños, niñas y adolescentes tienen derechos”.


Asimismo agregó que “El tema del acoso hacia la infancia, la niñez y la adolescencia LGTBIQ es muy grave. Tucumán tiene una de las tasas más altas de suicidio adolescente en el país y no se hacen investigaciones con datos precisos sobre los causales de los acosos que provocan el suicidio. Nosotros como militantes y porque vamos conociendo a los chicos y chicas que se acercan al CETrans sabemos que gran parte de esos acosos son por orientación sexual y diversidad de género. Lo tenemos que decir: los chicos y chicas se están suicidando porque no encuentran una salida a la discriminación. Por un lado saben que se pueden casar, saben que hay una ley de identidad de género pero el peor enemigo lo están teniendo en sus casas o en la escuela”


En concordancia, Diego Borisonik, remarcó la necesidad de la aplicación efectiva de la Educación Sexual Integral para combatir la vulneración de los derechos de la comunidad LGBTIQ “Hay dificultad de implementación de la Ley de ESI. Incorporarla en la curricula educativa es un derecho de los niños niñas y adolescentes. La ley trabaja la diversidad y permite que cuando nosotros empecemos a educar en la diversidad evitemos el rompimiento de las generaciones posteriores, evitemos que existan padres y madres que tengan vergüenza, que sientan culpa, que expulsen a sus niñas y niños de las casas. Educar en la diversidad permite eliminar el acoso y posibilita vivir y disfrutar en una sociedad más educativa, más justa, más igualitaria y más inclusiva”

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