Día contra la Trata de Personas, una oportunidad para hacer prevención
Mañana domingo 30 de julio se conmemora un nuevo Día Mundial contra la Trata de Personas, establecido por Naciones Unidas en el año 2013, en una reunión convocada para evaluar el Plan de Acción contra este delito, creado tres años antes.
Según la ONU “La trata de personas es un delito que explota a mujeres, niños y hombres con numerosos propósitos, incluidos el trabajo forzoso y el sexo. La Organización Internacional del Trabajo calcula que casi 21 millones de personas en el mundo son víctimas del trabajo forzoso. En esa cifra se incluye también a las víctimas de trata para la explotación laboral y sexual. Si bien se desconoce cuántas de estas fueron objeto de trata, la cifra implica que en la actualidad hay millones de víctimas en el mundo. Todos los países están afectados por la trata, ya sea como país de origen, tránsito o destino de las víctimas”.
En Tucumán, la Fundación María de los Ángeles marcó un antes y un después en la visibilidad de la problemática y en la contención de personas rescatadas de redes de explotación. A partir de la desaparición de Marita Verón, su madre Susana Trimarco encabezó su búsqueda y la denuncia de los delitos involucrados en el secuestro de la joven. En ese camino, la sanción de la Ley nacional contra la trata de personas permitió crear áreas específicas, generar recursos y datos sobre la problemática.
El Ministerio de Desarrollo Social de la provincia, por su parte, creó un Programa contra la Trata de personas en el marco de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y familia (SENAF) y coordina una mesa interinstitucional que trabaja en la prevención y articulación de acciones con el Poder Judicial, Fuerzas federales de seguridad y Organizaciones No Gubernamentales.
Entre los datos vinculados a la temática se destaca hoy la realización del primer juicio contra el “Clan Ale”, grupo al que Susana Trimarco vinculó con la desaparición de su hija, Marita Verón, que, comenzaron a ser juzgados por presunto lavado de activos provenientes de distintas actividades ilícitas, incluida la trata de personas con fines de explotación sexual. También se los acusa de presunta producción y comercialización de drogas ilegales, tenencia ilegítima de armas de fuego y cobro extorsivo de acreencias propias y de terceros. La presunta banda criminal está encabezada por los hermanos Rubén "La Chancha" Ale y Ángel "El Mono" Ale y María Jesús Rivero (ex esposa del primero). En el juicio están otras 13 personas que, con distinto grado de responsabilidad, participaron de las actividades ilícitas que habría desplegado la presunta banda.
El Tribunal Oral Federal de Tucumán (TOF), integrado por los jueces María Alicia Noli, Gabriel Eduardo Casas y Carlos Jiménez Montilla, citó a más de 300 testigos desde diciembre de 2016 luego de la instrucción de la causa, llevada adelante por el juez federal Fernando Poviña, junto con la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac) y la Unidad de Información Financiera (UIF), cuyo titular, Mariano Federici, estuvo presente en la primera jornada del juicio y dijo que espera "un fallo ejemplar".
Hablar de Trata para prevenir
Carlos Garmendia, abogado de la Fundación María de los Ángeles, reivindicó la existencia de la existencia de un día específico: “La importancia de que exista el día contra la trata es que es una problemática que se ha decidido visibilizar. Las conmemoraciones tiene que ver con mantener presente una cuestión o un tema. Conmemorar el día de la lucha contra la trata de personas es una manera de mantener presente la lucha”, dijo; y destacó la labor de la Fundación creada por Susana Trimarco: “ha tenido un papel fundamental. En Tucumán el accionar de la Fundación ha logrado un cambio importante en cuanto a, por ejemplo, que los prostíbulos estén cerrados. Por supuesto que se ha mudado de los prostíbulos abiertos en algunos casos a cerrados pero ha sido un rol importante para sentar precedente”.
Asimismo, el abogado destacó que en estos años “se ha avanzado muchísimo judicialmente, no sólo porque hubo causas, juzgamientos, sentencias y condenas sino porque ademas es una cuestión instalada en la justicia. No solo en los tribunales sino en los ámbitos de discusión académica al respecto”.
Garmendia ponderó también el juicio por lavado contra el clan Ale: “Es histórico, no tiene precedentes en Tucumán y es la primera vez que se juzga de manera integral a este grupo de personas, aunque hayan quedado muchos afuera, pero también por la forma en que se llegó a la causa. Fue una mujer, Susana Trimarco, quien lo impulsó. Como dicen muchos periodistas, nadie pudo llevar a los Ale a Tribunales, obviamente con la decisión judicial del juez Poviña de avanzar de manera seria y ahora la pelota la tiene el TOF que está llevando adelante el juicio”.
Las leyes y las políticas
En 2008, con la sanción de la ley 26.364 de Prevención, Sanción de la Trata y asistencia a sus víctimas, y su modificatoria, la 26.842 en 2012 luego del juicio por el secuestro de Marita Verón, se instaló definitivamente en la agenda pública del gobierno, y se crearon organismos y dispositivos para la asistencia directa en el marco del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.
Gilda Zurita, referente del programa contra la trata de personas en Tucumán, explicó que “A nivel nacional el protocolo de asistencia a víctimas de trata fue la primera guía que permitió orientar algunas actuaciones y modalidades de intervención en diferentes etapas: rescate, declaración, asistencia posterior”. En cuanto al abordaje que le dio el gobierno provincial, explicó que “En 2012 el Ministerio de Desarrollo Social se constituyó como punto focal provincial, responsable y encargado de articular las acciones de protección y poner en funcionamiento el protocolo de asistencia. La Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia venía teniendo un trabajo comprometido, y creó un programa específico”.
El objetivo del área específica en Tucumán es “promover el cumplimiento de los derechos de las personas afectadas por este delito, mejorar sus condiciones de vida y promover su autonomía.
Según su coordinadora, en estas cuestiones concretas, “el hecho de que se haya podido destinar recursos, personal capacitado y especializado en la problemática permitió mejorar y trabajar en prevención y asistencia”.
La prevención es una batalla cultural
En cuanto a la prevención, se intenta “visibilizar el delito, explicar y dar a conocer de qué hablamos cuando hablamos de Trata de personas, y desnaturalizar las situaciones de explotación que muchas veces sabemos que se naturalizan al interior de las familias y en la sociedad en general. Cuando hablamos de trata laboral muchas veces la explotación está encubierta; por ejemplo en la comunidad boliviana, que desde niños están acostumbrados a realizar tareas, muchas veces se naturalizan estas situaciones, las malas condiciones de trabajo, los salarios bajos.”
La especialista explicó que “En el caso de la trata sexual muchas veces se naturaliza el ejercicio de la prostitución como una decisión personal y autónoma, pero nosotros como equipos que intervenimos en entrevistas con las víctimas, muchas veces en el marco de allanamientos, vemos que la primera reacción de la víctima es decir que está por voluntad propia, pero luego de un proceso de contención se ve cuáles son las condiciones que hicieron que llegue a estar en ese lugar y hacen que muchas veces defiendan a sus propios proxenetas y nos puedan salir de esa situación”. Los modos en que la explotación se concreta se manifiestan en que “en los lugares donde se ejerce prostitución deben entregar el 50% de lo que generan, tienen que pagar el alquiler, los preservativos, la ropa, por más que no sea una relación formal de trabajo cumplen horario, respetan turnos, se les ponen multa si se niegan a atender a algún cliente, también si pelean entre ellas, o si llegan tarde...cuando hablamos de Trata hay que tener en cuenta que existen muchos factores”, expresó Zurita.
Asistencia a víctimas
La creación del programa provincial tuvo que ver específicamente con la asistencia integral a victimas de trata, una intervención psico social y jurídica que intenta generar condiciones dignas de vida a quienes han atravesado estas situaciones. Según Zurita, “Cuando hablamos de trata de personas hablamos de un delito complejo, y la asistencia se da en distintos momentos: acompañamos en la primera instancia que puede ser la denuncia de la propia persona, o el asesoramiento a otros equipos técnicos que pueden tener un indicador y nos consultan; también se acompaña en esta instancia de denuncia”.
En cuanto a la articulación con la justicia y fuerzas de seguridad, explica que “Participamos en medidas de allanamiento solicitados por juzgados federales. Esto es importante si tenemos en cuenta que siempre la prioridad es la victima; en los allanamientos participa siempre una fuerza federal, como Gendarmería, la Policía de Seguridad Aerportuaria (PSA) o la Poicía Federal (PFA) Es una medida violenta, agresiva, y nuestra función nos permite ingresar y brindar una fuerte tarea de acompañamiento y contención a las victimas de trata laboral o sexual, eso ha significado un cambio importante también para las causas en los juzgados federales porque permite que la victima con una adecuada contención luego se muestre mas predispuesta con la justicia para brindar testimonio en mejores condiciones si ya viene acompañada por un equipo.”
A partir de ese “rescate”, profundiza Gilda Zurita, “viene una etapa que es la declaración, en una sala Gesell para casos de trata de personas. No todas las provincias lo tienen; se usa sala Gesell sean mayores o menores de edad, hay un acompañamiento del equipo, podemos explicarles a las victimas sobre como funciona y su importancia. Por supuesto cuando termina la declaración testimonial ya no necesitan una nueva convocatoria las victimas, ahí termina su participación judicial pero nosotros seguimos en la instancia posterior, vinculada directamente a mejorar las condiciones de existencia de vida de esas personas, promover la inserción o re inserción social, generar proyectos de vida, que permitan cambiar esa situación de explotación y mejorar su futuro.
El trabajo conjunto con la sociedad civil
La particularidad del delito de trata de personas, como en otras modalidades complejas, es que son cometidos por redes organizadas. “El delito va mutando y las estrategias de captura de víctimas también; hoy son distintas al 2003 cuando desapreció Marita”, explica Gilda Zurita. Lo que sin dudas caracteriza a la Trata es que se apoya en la vulnerabilidad de la victima, “por eso hace falta espacios de diálogo y trabajo, tenemos conformada una mesa provincial donde participan Desarrollo Social, la Fundación María de los Ángeles, los juzgados federales, la Protex (Procuraduría de Trata y Explotación de Personas), la Fiscalía federal que investiga delitos de trata de personas y las psicólogas especializadas en toma de declaración testimonial en sala Gesell”.
Como balance del trabajo de esa mesa, explica: “nos ha permitido ver cómo han ido mejorando las intervenciones de los equipos de asistencia y las de los juzgados y las fuerzas de seguridad, aunar criterios, consensuar ideas, pautar tiempos de intervenciones; en esa mesa hemos podido avanzar en un documento guía de buenas prácticas donde hemos logrado plasmar las intervenciones que realiza cada organismo y cómo nos encontramos en cada caso”.
El contexto favorece la captación de personas vulnerables
El contexto de creciente vulnerabilidad social complejiza la intervención en la prevención de la trata de personas, dado que la etapa de captación siempre está vinculada con la vulnerabilidad social de la persona. Gilda Zurita explica que “no sólo se trata de la económica, que desde ya constituye un factor de expulsión de las familias, sino de una vulnerabilidad familiar en general; muchas veces las familias pueden actuar como expulsoras, o a veces participan de las situaciones de explotación de sus propios miembros, cuando los roles se encuentran desdibujados, el diálogo no existe, los vínculos están fragmentados, se aumenta el riesgo y crea contexto para que muchas personas se vean expuestas a situaciones de Trata. Muchas veces en estas familias los jóvenes se van a otros lugares y ahí se exponen en situaciones de riesgo”.
En cuanto a la vulnerabilidad económica, es uno de los factores clave en la captación de víctimas: las redes buscan personas que ante una necesidad económica puedan aceptar ofertas que parezcan tentadoras; en el caso de ofrecimientos para ejercer la prostitución, muchas veces la persona no puede reconocer dentro del ofrecimiento la explotación.
Por todo ello, explica Zurita, “El desafío es la prevención territorial, local, en los barrios, donde permanecen las poblaciones más vulnerables; generar una red de contención con los gobiernos locales; visibilizar para conocer, desarrollar interrogantes acerca de los riesgos que puede tener una persona ante una entrevista de trabajo, los ofrecimientos y las condiciones que se le proponen”.