Los CAJ, un valioso espacio de contención y aprendizajes
Los Centros de Actividades Juveniles (CAJ) son parte de las políticas socioeducativas, impulsadas con el propósito de ofrecer contención e inclusión para jóvenes en situación de vulnerabilidad. Funcionan en escuelas públicas en todo el país como espacio alternativo a la cursada regular desde el año 2010, y aunque desde fines de 2015 mucho se ha dicho sobre su posible cierre, tras la reducción presupuestaria del área correspondiente en el Ministerio de Educación de la Nación, subsisten sostenidos por la Provincia.
En la Escuela secundaria del Barrio San Miguel, en la capital tucumana, Adriana Alfaro coordina el CAJ al que asisten jóvenes de entre 11 a 18 años. Cuenta que no todos son alumnos de la escuela, sino que también provienen de los barrios Smata I, II y III y las Escuelas Presidente Perón, Marco Avellaneda, Scalabrini Ortiz, Juan Luis Nougués y Capitán de los Andes. “Se realizan talleres de arte, música, educación ambiental, deportes, comunicación y nuevas tecnologías, donde se les entregan las herramientas necesarias para su desarrollo diario y futuro”. Y agrega que “Se trabaja fuertemente todo lo relacionada con la autoestima, confianza y trabajo en equipo, provocando en los jóvenes una auto percepción positiva”, explica. Sábado a Sábado, algunos de tantos jóvenes que participan, toman la palabra para expresar su percepción de la jornada, opiniones y deseos.
Patricia Gutiérrez, profesora Tutora del CAJ, relata que además se trabaja con la comunidad en general, haciendo partícipes a los padres y docentes en las actividades. “los jóvenes de la escuela se sienten motivados al momento de efectuar tareas relacionadas a las comunicaciones, al arte, a la música, se presentan de manera espontánea y muy entusiasmada”, resume orgullosa.
Tanto Adriana como Patricia coinciden en que el Programa CAJ no sólo es una herramienta para educar, es también una poderosa fuente de información constante para los jóvenes, de conocimiento, de empoderamiento, y de continuo aprendizaje.
En cuanto al contexto político y el devenir del programa, Adriana Alfaro expresó que “todos los logros alcanzados durante los casi 7 años de vida del programa, durante gran parte de 2017 se vieron amenazados por el rumor constante de ciertos sectores que anunciaban casi proféticamente, que el programa CAJ se terminaría, produciendo tensión entre talleristas, coordinadores y los propios jóvenes, situación que fue superada tras momentos difíciles, y diversas reuniones”.
Juan Víctor Hugo Celiz tiene 15 años. Cuenta que cada sábado además de participar de las actividades del Programa comparte con los talleristas, coordinadora, y sus pares, en un ambiente de armonía, inclusión, y sobre todo de respeto. Señaló también que durante el tiempo que ha concurrido, ha podido generar amistades duraderas, ha aprendido del trabajo en equipo, mejorando su autoestima, confianza y proyección de ideas a futuro.
Adriana Alfaro pondera el aporte de los CAJ a partir de sus propias características: “El Programa en sí es flexible, es decir, constantemente se van agregando acciones que no están previamente definidas, con lo cual aumentamos el sentido de la contención en todas sus aristas, que es en definitiva lo que queremos entregar”.
