Los trabajadores azucareros ya tienen su archivo histórico
A 51 años del cierre de los 11 ingenios azucareros en Tucumán por parte de la Dictadura de Onganía, se inauguró el Archivo Histórico de la Federación Obrera Tucumana de la Industria Azucarera (FOTIA), con la participación de referentes de la institución, autoridades universitarias, estudiantes secundarios y universitarios y público en general.
La idea surgió con el objetivo de recopilar, conservar y preservar la memoria sindical de esa federación que tuvo gran peso a nivel provincial y nacional en la historia. El proceso de recuperación de materiales de archivo, rubricado por un acta acuerdo entre el Instituto de Investigaciones Históricas Dr. Ramón Leoni Pinto (INIHLEP) de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT, y la FOTIA, se nutrió de la participación de estudiantes de la carrera de Historia y de docentes, que conformaron el Grupo de Estudio del Movimiento Obrero del Noroeste Argentino (GEMONOA).
Leonardo Nieva, estudiante e integrante de grupo, contó por qué el archivo lleva el nombre de Hilda Guerrero de Molina: “Hilda Natalia Guerrero de Molina nació un 29 de septiembre de 1930, integraba la rama femenina peronista en Santa Lucia, cuando cierra el ingenio ella participaba activamente en la organización de las ollas populares para resistir y luchar con los obreros. El 12 de enero de 1967 se realiza una movilización a Bella Vista, se comienzan a organizar ollas populares donde también comienza a participar Hilda, la policía reprime a los obreros y efectúan disparos; Hilda es herida y fallece en hospital Padilla, a los 36 años”.
Los estudiantes del proyecto fueron capacitados en recopilación y clasificación de fuentes, acondicionamiento y conservación de documentos, e inventariado del material, por la Lic. Aymará País, y con el acompañamiento de Pedro Luna, administrativo de la FOTIA. El equipo, dirigido por el Mg. Oscar Pavetti y la Dra. Silvia Nassif, está integrado por los estudiantes Pablo Martin Berta, Rodrigo Domínguez, María Eugenia Martin Aragón, Leonardo Sebastián Nieva y Rosario Robles.
Una experiencia formativa única
Los alumnos contaron que no fue una tarea fácil y gracias al asesoramiento técnico pudieron aprender sobre cómo se tratan los documentos, como se los condiciona, y sobre cómo funciona el archivo. El esfuerzo realizado, en forma ad honorem, incluyó una colecta de dinero a través de bonos contribución para la compra de materiales necesarios.
El equipo arranco trabajando hace un año, cuando se cumplieron 50 años del cierre de los ingenios azucareros, un momento emblemático de la historia tucumana y argentina; y tienen proyectado el armado de un museo y una biblioteca para que puedan trabajar los hijos de los trabajadores.
“Cuando decidimos poner el nombre de Hilda Guerrero de Molina lo hicimos con la intención de visibilizar el protagonismo que tuvieron las mujeres en la huelgas y resistencias en la décadas del 60 y 70”, explicó uno de los jóvenes.
Y agregó “Josefa, hija de Hilda, fue quien inauguró el Archivo, para nosotros fue una gran emoción y un honor que ella compartiera con todos ese momento”.
Para Leonardo Nieva “fue muy gratificante poder rescatar todo ese material que se pensaba inexistente, quemado por la última dictadura cívico militar. La apertura de este archivo abre más interrogantes, mas cuestiones que intentan ser borradas del pasado tucumano, y esperamos que esto sea un incentivo para futuras investigaciones sobre la organización obrera”.
Durante la charla el estudiante recordó sus orígenes, ya que su padre y su abuelo fueron trabajadores azucareros, y al haber formado parte de la inauguración del Archivo siente que está conociendo un poco más de su pasado, de su identidad como tucumano, y también que están dejando algo para las futuras generaciones, resistiendo al olvido, resistiendo aquellos que también quisieron olvidarnos”.
El Archivo funciona los martes de 9.30 A 13.00 en la FOTIA. Congreso esquina General Paz, San Miguel de Tucumán
