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Los niños leen cuando encuentran historias para contar


La lectura es un motor para que los niños y niñas pueden descubrir un mundo fantástico, motivar su imaginación y sobre todo aprender de una manera simple y sencilla. ¿Pero es un paso que los niños deban dar solos? lo pueden hacer solos, hay muchos niños que accedieron a la lectura y la transformaron en una práctica casi como un camino natural en su evolución y crecimiento, pero en la mayoría de los casos son los padres (o los adultos que los rodean) quienes deben estimular el hábito para que algo que empieza como un juego pueda terminar dando grandes frutos. En la actualidad, además la tecnología brinda nuevas posibilidades de acceso a textos y a lectura diaria, si bien 2/3 de la población mundial todavía no utiliza internet como un recurso más para hacer la vida más práctica, dado que la brecha digital sigue siendo un obstáculo para amplios sectores sociales, la lectura digital es hoy un motivado más para enriquecer una experiencia que abre mundos y acerca culturas, amplia deseos, alimenta placeres, prolifera sueños y genera proyectos: Leer.

Consultamos a varios promotores de lectura sobre los factores que la potencian y acercan la práctica de la lectura a la vida de los niños y niñas. Pablo Osses, editor de Sudestada y tallerista en un espacio de promoción de lectura con niños en el Centro Cultural Penina Maldonado nos comentó “En mi caso me manejo con un Smartphone, y yo puedo descargar libros en PDF, uno que escribe algo lo sube a las redes sociales, y ahí uno puede interactuar con una pantalla sin dejar de leer. Pero sigo prefiriendo el libro físico, no se compara una pantalla con leer un libro en físico”. Con respecto a cómo hacer para “despertar el interés por la lectura en los niños”, la psicóloga Dafne Bliss, profesora de la Escuela de Comercio número 1, nos comentó que “para que a un niño le guste leer es fundamental que le hayan leído cuentos e historias. Al principio escucha las historias y lee los dibujos. Y de a poco podrá leer sólo las historias e inventarlas”. Los padres juegan un rol fundamental en el desarrollo de este hábito y de todos los conocimientos y habilidades que implica en los niños “justamente son los padres los que tendrían que motivar a los niños y niñas por la lectura, pero hay una realidad y es que muchos de ellos trabajan y está la idea implantada de que solo en la escuela se debe leer, cuando no es así sino que se debe seguir fomentando la lectura en la casa también. Porque muchas veces pueden existir varias técnicas para que el chico se interese por la lectura, pero si cuando llega a la casa los padres no colaboran, se torna un poco difícil” agregó Osses que considera que la lectura se desarrolla también jugando. Lucía Gandur, profesora de lengua de la Escuela de Comercio N° 1 dijo que "en Lengua y Literatura se trazan de 1 a 6 año un trayecto como lectores que incluye textos clásicos universales, novelas juveniles contemporáneas, textos literarios de autores locales y otros textos y formatos. La lectura ocupa un espacio importante en la currícula en tiempo y en su análisis. En cuanto al cómo se

promueve la lectura en el aula se realiza la lectura modelo en voz alta y se incentiva para que los alumnos se apoderen también del texto oralmente. Hay un proceso de mejora en ello que se refleja en la profundidad de la comprensión. Por otra parte, se socializan sus producciones y esto es muy significativo en varios sentidos, no solo por la importancia de la autoría sino también por compartir y ejercitar la tolerancia y el respeto. El análisis y la discusión acerca de lo leído es la instancia que hace más enriquecedora la lectura. Se ponen en juego las múltiples lecturas (de cada lector), con sus bagajes personales y culturales", explicó la docente.

Al respecto también la psicóloga Bliss opinó “Los padres le pueden trasmitir a sus hijos el gusto por la lectura sólo si disfrutan leyéndoles un cuento todos los días, como una actividad más que se incorpora a la rutina, compartiendo esos momentos con él o ella. Si la lectura es vista como una obligación el niño jamás leerá un libro por placer. La lectura es un juego más, un espacio de recreación. Muchas veces se la ve como parte de las tareas escolares y eso hace que el niño la rechace”.

La lectura cotidiana y en flujo trae muchísimos beneficios en los niños y niñas, y así lo sintetizó Dafne Blis “La lectura le ayuda a aumentar la capacidad de concentración. Le permite tener mayor atención. Desarrolla la imaginación, la lectura le permite al niño identificarse con los diferentes personajes de los cuentos y anticiparse a situaciones que le tocarán vivir y poder superarlas con más facilidad. La lectura muchas veces es el refugio de niños tímidos o que tienen dificultades con sus habilidades motrices. En general los niños lectores son más tranquilos y seguros que los que no leen. Tienen periodos de atención más prolongados. Mayor capacidad de comprensión y más memoria”.

Para finalizar tanto el tallerista como la psicóloga dejaron una reflexión “un país que educa para promover la lectura no va a perder su cultura, no se va a crear un abismo generacional entre los que leen y los que no, hay que apostar más a la educación”, cerró Pablo Osses y dejó una invitación a reflexionar sobre este tema. “A los padres que les lean a los hijos antes de dormir, que busquen un libro que les guste. A los niños los llevaría a una librería a que elijan un libro por la razón que deseen, pero que lo hagan suyo, eso hago yo para incentivarlos a que lean con placer”.

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