"Mi hijo se estaba muriendo en el hospital y me venían a amenazar"
En diciembre 2016 cerca de las inmediaciones del Barrio San Cayetano, Miguel Reyes Pérez fue víctima de gatillo fácil. Personal de la “Patrulla Urbana” había efectuado disparos de bala de goma sobre el joven, de ese entonces 25 años, que le causaron la muerte. Ana Reales es la madre de Reyes y nos relató la historia.
Miguel Reyes Pérez, se encontraba a unas cuadras de su casa junto a sus amigos, en ese preciso momento llegó al lugar una camioneta de la Policía de Tucumán, se bajaron 2 efectivos y procedieron a requisar a Reyes, a quien solo le encontraron una “Pipa”, pues él padecía de fuerte adicción a estupefacientes. Al encontrar este artefacto, los policías lo rompen y advierten al joven “Portate bien Reyes”, de esta forma autoritaria y amenazante los efectivos se retiran.
Ana continuó contando que “el último mes del año suele ser caluroso, y es normal ver en los barrios a jóvenes tomar algo para refrescarse y esto es precisamente lo que hacía Miguel. Cuando estaba por terminarse el hielo, uno de sus amigos le pide que se acerque hasta su casa y traiga más. En el trayecto hasta su casa fue interceptado por dos agentes de “Patrulla urbana”, quienes estaban destinados a la seccional 4ta, uno de ellos le gritó a su compañero “Pegale, pegale”, una clara referencia a que le dispare a Miguel, quien recibió una bala de goma en la cabeza y cayó inmediatamente al piso. En un estado de shock y algo inconsciente por el disparo, Reyes intentó ponerse de pie, al ver esto uno de los agentes se acercó y lo golpeó con la culata de escopeta otra vez en la cabeza, Miguel quedó tendido en el piso sin poder reaccionar. Al ver esta escena los vecinos del lugar pidieron que los policías llamen a una ambulancia por la radio, pero en lugar de esto, se procedió a convocar más policías para que golpeen a los vecinos que intentaban ayudar al joven. Pasados 20 minutos, cargaron a Reyes en la parte trasera de la camioneta y lo trasladan al Hospital Ángel C. Padilla”.
Ana Reales mientras sucedía el ataque policial se encontraba trabajando en la “Feria de la banda” como lo hacía todos los sábados, al enterarse corrió a auxiliar a su hijo y lo cuidó durante el tiempo que estuvo en coma. Dos días después de lo ocurrido, dos efectivos de la “Patrulla Motorizada”, con cascos para no ser identificados, se hicieron presentes en la casa de Ana, donde la insultaron y amenazaron para que ella no realice ningún tipo de denuncia, de lo contrario toda la familia sufriría las consecuencias. Asimismo Ana prosiguió con la lucha.
El 16 de enero de 2017, luego de veintitrés días de permanecer en coma Miguel Reyes Pérez murió, a pocos días de cumplir 26 años.
Si bien en su momento, medios tucumanos calificaron la muerte de Reyes como el “resultado de un enfrentamiento” con la policía, hoy se sabe que nunca existió tal enfrentamiento y fue un caso de gatillo fácil.
En la actualidad, se está llevando a cabo el juicio por la causa y los dos policías acusados de asesinato fueron separados de la fuerza, pero ninguno fue detenido. Ana Reales sigue luchando por la memoria de su hijo y ha conformado la Mesa de Justicia por Miguel Reyes quienes piden justicia y bregan para que el gatillo fácil sea erradicado de Tucumán y de Argentina.