Natalia Sobral: “En nuestro jardín los colores y los juegos se comparten entre niños y niñas”
El jardín de Natalia es una experiencia de educación inicial que se toma en serio el trabajo por el enfoque de género y la igualdad. Charlamos con Natalia Sobral,directora de este jardín maternal que tiene una matrícula de 65 niños y niñas y 25 años de antigüedad. Junto a los maestros del equipo de educación les enseñan a los niños desde el primer día que los juegos y los deportes no tienen género. Y también que tanto los niños como las niñas pueden vestirse de un modo que los haga sentir cómodos y cumplir roles que contrapongan los prejuicios sociales. Así es normal ver que los chicos jueguen con muñecas y las nenas pateen la pelota desde muy pequeñas. En el jardín no se habla de sexo, pero sí se hace mención de los distintos tipos de familia, y se mencionan todas las posibilidades que existen en nuestra sociedad. Los materiales que entrega (como las carpetas y los diplomas) son todos iguales para varones y mujeres. La biblioteca del jardincito tiene muchos libros, pero ninguno cuenta las historias tradicionales. No se fomenta la historia de príncipes y princesas sino el conocimiento de figuras reales que dejaron una impronta en nuestra historia o que los niños puedan reconocer en sus vidas cotidianas.
¿De que se trata la experiencia del “Jardín de Natalia”, desde el punto de vista de trabajar la equidad e igualdad de género?
Nosotros lo tratamos como algo natural desde chicos, enseñamos que los juegos y/o deportes no tienen un género específico. En el jardín ellos crecen libremente eligiendo sus gustos y preferencias. No se trata de una competencia entre mujeres y hombres, sino de la igualdad de derechos y oportunidades para todos.
¿De qué edades son los chicos que asisten al jardín?
Las edad de los nenes oscilan entre 1 a 4 años. Y con respecto a los colores es un tema que se habla desde un comienzo hasta con los padres en las reuniones que se realizan. No hay colores de varones y colores de mujeres.
En mi jardín en particular existen diversos colores no necesariamente el rosa o celeste. Porque no queremos avalar las teorías que dicen cuáles son colores para los varones y cuáles para las mujeres.
¿Que reacción tienen los padres al presentarse al jardín, ante la propuesta o enfoque que llevas a cabo?
En el jardín se les cuenta en primer lugar la propuesta, ellos son los que deciden si les gusta y dejan a sus nenes. También hay madres y/o padres que no comparten esta idea y eligen otro jardín. A ellos lo que les debe importar es la felicidad de sus hijos.
Vos como educadora, que trabajas con este enfoque ¿Que buscas con este enfoque educativo?
Los nenes y nenas aquí en mi jardín eligen libremente. Lo que yo quiero lograr es que las niñas y niños tengan una mente abierta, que esto a futuro les va a servir, también que sepan que todos tienen las mismas oportunidades, y que ningún género es superior a otro.
Así el día de mañana el mundo sea un poco más tolerante, que acepten la diversidad y podamos vivir en libertad.
¿Los docentes que trabajan en tu jardín tuvieron una formación previa sobre estos temas?
En general no, en nuestros pasos por los institutos de formación docente no. A cada uno de los docentes que contratamos, se les explica la forma de trabajo que manejamos, algunos les gusta y van aprendiendo con el tiempo también, y eso es genial.
¿Cómo llegaste a trabajar en esta línea o enfoque de género?
Desde pequeña siempre viví situaciones machistas, pero siempre me revelé ante estas.
Al tener hermanos varones, hacía lo mismo que ellos (jugar a la pelota, trepar árboles, etc) y allí me di cuenta de lo lindo que es el no privarse de estas situaciones en concreto, que son consideradas para el género masculino. En el jardín la mayoría de los padres están orgullosos de que sus hijos sean parte de este establecimiento educativo.