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¿Sabías que la mayor parte de los abusos sexuales ocurren en la familia?


Los abusos y la explotación a los niños, niñas y adolescentes son un problema alarmante que no distingue país, raza, cultura o condición social, por tal motivo se ha hecho cada vez más indispensable pronunciarse frente a este tema y tomar las medidas que sean necesarias a nivel familiar, local, nacional o internacional.


Para la OMS (Organización Mundial de la Salud) el maltrato infantil se define como los abusos y la desatención de que son objeto los menores de 18 años, e incluye todos los tipos de maltrato físico o psicológico, abuso sexual, desatención, negligencia y explotación comercial o de otro tipo que causen o puedan causar un daño a la salud, desarrollo o dignidad del niño, o poner en peligro su supervivencia, en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder. La exposición a la violencia de pareja también se incluye entre las formas de maltrato infantil.


¿Sabías que?


Según UNICEF en América Latina no menos de 6 millones de niños, niñas y adolescentes son objeto de agresiones severas y 80 mil mueren cada año por la violencia que se presenta al interior de la familia.


"No me sorprende el resultado del informe y el lugar que ocupa la Argentina. Cuando hablamos de abuso sexual en la infancia, la ausencia del Estado resulta evidente", opinó Paula Wachter, fundadora y directora de Red por la Infancia, y amplió: "No hay estadísticas que permitan realizar un diagnóstico preciso de la magnitud y dinámica del problema que afecta a casi el 20% de la población infantil".


Estos datos se desprenden del programa de investigación "Fuera de las sombras: arrojando luz sobre la respuesta al abuso y la explotación sexual infantil", elaborado por la Unidad de Inteligencia de The Economist (EIU, por sus siglas en inglés) y que contó con el apoyo de otras fundaciones, y fue creado con el aporte de 36 expertos internacionales.


Tienen en cuenta cuatro variables: el contexto en donde ocurre el abuso y la respuesta que recibe de parte de los sistemas de protección; el grado en el que el marco legal de un país ampara a los niños y niñas contra la violencia sexual; si se está desplegando el compromiso y la capacidad del gobierno para invertir recursos, equipar a las instituciones y al personal para que respondan de manera apropiada, así como para recopilar datos que permitan comprender el alcance del problema; y la participación del sector privado, la sociedad civil y los medios de comunicación en los esfuerzos para abordar este delito y brindar apoyo a las víctimas.


El lugar más frecuente del abuso infantil fue la familia en donde la madre y el padre presentan el más alto nivel de violencia ejercida hacia los niños seguidos de padrastros, madrastras y otros.


Los niños y las niñas pueden tener demasiado miedo para denunciar el maltrato sexual, pero pueden exhibir una variedad de síntomas en su comportamiento y en su aparienciafísica. Cualquiera de estos síntomas puede ser significativo y es una causa de sufrimiento para los niños y las familias, y puede tener consecuencias a largo plazo. El maltrato causa estrés y se asocia a trastornos del desarrollo cerebral temprano. Los casos extremos de estrés pueden alterar el desarrollo de los sistemas nervioso e inmunitario. En consecuencia, los adultos que han sufrido maltrato en la infancia corren mayor riesgo de sufrir problemas

conductuales, físicos y mentales.


La Convención de los Derechos del Niño, que en su artículo 19 señala la obligación de los Estados Partes de disponer de “todas las medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas para proteger al niño contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual, mientras el niño se encuentre bajo la custodia de sus padres, de un tutor o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo”, cuarenta millones de personas menores de 15 años sufren violencia, abusos y abandono en América Latina.


Los países, deben trabajar juntos con el objetivo de establecer las medidas necesarias para prevenir el abuso infantil en el mundo; es por esto que en el año 2000 se designó el 19 de Noviembre como el Día Mundial para la Prevención del Abuso Infantil con la finalidad de divulgar la existencia e importancia del problema, y dar apoyo en las estrategias de prevención.


De allí que desde el año 2000 se haya designado el 19 de Noviembre como el Día Mundial para la Prevención del Abuso contra los Niños, un día en el que se pusiera en evidencia el problema de los abusos a la infancia, se instaran acciones urgentes, pertinentes y eficaces por parte de los Estados.

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