Mazzola: “Es muy bueno que el abordaje integral del hambre sea prioridad en la agenda del próximo go
Experta en Políticas Sociales y coordinadora Académica del Diploma en Desigualdades y Políticas Públicas Distributivas (Flacso), Roxana Mazzola conversó con LDZ sobre los desafíos que en materia social deberá afrontar el nuevo gobierno tras un periodo de debilitamiento de las políticas sociales para generar escenarios de mayor igualdad.
¿Cuáles crees que son los desafíos en las políticas sociales de cara a un nuevo escenario político, tras las elecciones?
Hay que pensar políticas que actúen a corto plazo pero que estén orientadas a largo plazo. Porque tuvimos en el último año un proceso inflacionario sumamente fuerte, en el que nos encontramos ya con un 60% de inflación interanual, pero que en lo que tiene que ver con alimentos o medicamentos supera más del 75 u 85%. Entonces hay algunas medidas orientadas a corto plazo, que tienen que ver con la cuestión de que la gente tenga para comer y que no siga el proceso inflacionario actual, y por otro lado actuar también en lo relacionado al proceso de fijación de precios. Significa que no va a bastar solo con políticas de contención social, en términos de fortalecer partidas presupuestarias a la Asignación Universal por Hijo, sino con subir muchas partidas que se han devaluado en estos últimos tiempos, además de regular dentro del mercado qué sucede con la fijación de precios.
Por eso digo medidas de corto plazo, pero a su vez pensando en el largo plazo
Una dimensión es lo que sucede con los ingresos, que muy concretamente a todos se nos vio afectados y eso involucra no solo una cuestión de ingreso mensual -sea a través de las prestaciones de seguridad social como la asignación universal por hijo o las jubilaciones-, sino también lo que sucede en términos de las condiciones laborales. Entonces, en primera instancia, tenés que generar un rol mucho más activo por parte del Estado en términos de volver a restablecer el Ministerio de Trabajo como medida central, porque eso te marca las prioridades de agenda del gobierno. Recordemos que bajo Cambiemos el Ministerio de Trabajo pasó a ser una Secretaría del Ministerio de Producción. Tiene que ser una prioridad de este gobierno que el Estado se involucre en garantizar las condiciones laborales para los diferentes sectores de la población.
Y después hay una agenda más federal, ligada a lo que sucede con la salud, la educación y la vivienda, que son las otras dimensiones. En relación a esto, lo que sucedió en los últimos años fue que se implementó un paradigma más de asistencialismo extendido, donde tenés partidas presupuestarias para la emergencia social y para evitar la implosión social, pero que se han devaluado en términos de lo que tiene que ver con garantías de derechos. Entonces para adelante, tenés que ver cómo implementas una orientación de valoración en las políticas sociales, que demuestre que la política social tiene que ver con la integración social del conjunto de la ciudadanía y no solo con hacer asistencia o “caridad social”.
Las políticas sociales han sido tal vez uno de los elementos que han participado más de esta cuestión del discurso de la grieta. Esta suerte de idea que tiene un sector de la sociedad de que las políticas sociales están destinadas nada más que a un sector, el sector tal vez más marginal, más excluido y vulnerable pero que no llegan a ser parte de las políticas que nos interesan a todos como sociedad. ¿Cómo se hace para pensar está multidimensionalidad que vos estabas planteando, que haga que las políticas sociales las vea toda la sociedad como parte de sus destinatarios también?
Cambiemos perjudicó la situación social en toda su amplitud. Si bien los sectores más vulnerables siempre son como cortar por lo más fino, son justamente esos sectores en los que impactan inmediatamente medidas económicas erradas, como las que se vinieron implementando estos años. También se vio afectada toda la “panza de la distribución”, que son los sectores medios. Es decir, no hay nadie acá que no haya sido devaluado en términos de sus ingresos laborales y sus garantías de prestaciones, sea porque tenés que pagar una prepaga cada vez más cara, o un colegio más caro, o el disparate que tenés en los medicamentos, si sos de clase media. Y cuando perteneces a los sectores más humildes ni siquiera llegas a poder tener un plato de comida en la casa.
O sea, con todas las estratificaciones que tenés, hay que volver a centrarse en políticas que no hablen de divisiones, políticas que centralmente hablen de una integración del conjunto de la ciudadanía. Y ahí una punta de lanza central, y de consenso primordial es todo lo que sucede con la infancia -que es la más afectada por la pobreza y por las medidas de Cambiemos en los últimos tiempos, tenés 50% de pobreza en la niñez-, también lo que sucede con las personas mayores y con las mujeres trabajadoras. Son los tres grupos poblacionales más claros, muy identificados, y son los primeros en los que debieras colocar la prioridad. O sea la desmejora social de los últimos tiempos tiene género y tiene edad. Entonces la mejora en ese sentido, debiera venir de una cuestión donde se priorice el trabajo como proceso de integración social, considerando además esta cuestión dentro de la agenda generacional y de género.
En ese sentido una persona que suena para ocupar la cartera social, que es Daniel Arroyo, viene insistiendo por un lado, en un eje de desendeudamiento de las familias con préstamos a tasas que no sean para ganar dinero, sino para ayudarles a desendeudarse. Y por otro el fortalecimiento rápido de la industria textil, el sostiene que es ahí donde están más que nada las mujeres y los jóvenes. ¿Como ves específicamente esto y si es viable en el corto plazo?
Sí, en los ejes que está planteando Daniel Arroyo, por un lado hay un plan vinculado al hambre, que tiene medidas que actúan en el corto plazo como en el mediano plazo. Porque habla también de regular toda la cadena de fijación de precios, de regular una canasta básica de precios. Que ahí hay que ver cómo va desarrollando el estado su capacidad reguladora, que ha quedado muy devaluada a lo largo no solo de los últimos tiempos, sino de las últimas décadas. Hay que recuperar una capacidad estatal que está diezmada claramente. Pero es una muy buena noticia que se piense en la agenda del hambre, no como una medida solo para garantizar la contención de la emergencia social, sino para pensarla de manera más sistémica, con todo lo que necesitas desarrollar en la cadena productiva.
El otro eje, es lo que vos decís más vinculado a la generación de trabajo, y a poder desarrollar diferentes préstamos, que puedan permitir por ejemplo, la compra de herramientas y demás para poder incluir. Ahí también va a haber un reto en términos de cuál es la posibilidad de desarrollar esto con el nivel de magnitud y en la velocidad de tiempo que se requiere. En dónde ahí, no va a bastar solo lo que haga desarrollo social, sino que también, cómo se ensamble con el resto de los ministerios.
Y en relación al tema del desendeudamiento de las familias, que es el otro eje central, hay que pensar lo que pasó en el último tiempo, pensemos que todos los jubilados como los destinatarios de la Asignación Universal por Hijo, están empobrecidos y endeudados. Eso es un cambio central que se dió en el último tiempo por dos medidas que desarrolló Cambiemos, una que tuvo que ver con el cambio de fórmula en el cálculo de ingresos, que derivó en que hoy se esté actualizando el monto de esas prestaciones por debajo del procesos inflacionario. Y la otra medida que implementó Cambiemos, fue desarrollar el proceso de endeudamiento de las familiar con créditos Argenta, que siempre se lanzaron previo a cada campaña electoral, paradójicamente. Y esto se hizo a pesar de que generalmente se lo adjudica como clientelar o populista al peronismo, no? Ahí veriamos un rol inverso.
En esas circunstancias, hoy por hoy en el monto que perciben estos hogares al estar endeudados, se les quita un 30% del ingreso por los créditos estos que se adjudicaron, más el proceso inflacionario, están con un monto 40% por debajo de la prestación que percibían antes. Entonces hay ahí un tema central, sobre cómo actúan estos procesos de créditos en procesos de crisis, que actúan como un endeudamiento para la subsistencia, para que vayas a comprarte materiales, más como una ayuda. Entonces estas prioridades de agenda que estaría estableciendo Daniel Arroyo, tienen que ver con la agenda social que hay como reto, pero yo le sumaría a todo esto la agenda vital en términos de plantearse una agenda que no solo se vincule a la pobreza, sino que ponga la mirada en los procesos de desigualdad que generan estos procesos de empobrecimiento, porque lo que ha crecido fuertemente en la Argentina en el último tiempo es una desigualdad social.
¿No es contradictorio pensar que la asignación es un derecho que está ligado principalmente a los niños y las niñas y al mismo tiempo dar créditos por sobre ese tipo de políticas?, ¿Ahí conceptualmente no hay un problema serio?
El problema conceptual fue que Cambiemos desarrolle una masividad de endeudamiento. O sea vos imagínate que es como que el Estado transfiere todo los meses un montón de recursos, esos recursos que vos pones a nivel de las comunidades -que son favorables para el consumo en muchos casos-, y cuando vos generas la segunda rueda para que vayan para crédito, ahí es donde las familias terminan endeudadas. Cuando vos tenés procesos recesivos como el que venimos teniendo, estos créditos terminan pagando servicios, o sea cuestiones que no van a inversión sino a cuestiones de sustento, de supervivencia. Entonces hoy por hoy tenes que resolver ese problema, y no podés obviarlo. Lo que debieras trabajar y abordar en el caso de lo que es la seguridad social a la infancia, es cómo te plantas desarrollando no el asistencialismo que se ha reforzado en los últimos tiempos en varias de estas medidas, sino en recentrar la idea del derecho a la seguridad social en la niñez. Ahí ya estás en condiciones de crear una medida unificada de asignaciones familiares que no distinga entre aquellos chicos que tienen el papá con trabajo en blanco y los chicos que tienen el papá con trabajo informal, sino que tengas algo más unificado al respecto, con progresividad en el financiamiento. Pero lo primero que tenes que hacer es ver cómo desarmás ese proceso de endeudamiento que tuvieron las familias. Por eso reitero hay medidas de corto y medidas de mediano y largo plazo que hay que ir desarrollando.
Se está hablando sobre todo desde el discurso del nuevo gobierno de tratar de llevar adelante un modelo de gobierno que involucre a todas las provincias en una perspectiva federal ¿Cómo impactaría esto en la forma de concebir, administrar y gestionar los programas sociales, la cuestión del vínculo que debería haber entre nación y provincia para la bajada a territorio de estos programas?
Bueno, hay agendas que son del orden nacional y otras que son del orden de las provincias, y otras que son locales. Cuando vos tenés que pensar en términos de las políticas sociales, por ejemplo todo lo que hace a la seguridad social, eso es una potestad nacional y no se puede correr nunca el rol de la nación como nivelador de inequidades a lo largo del territorio nacional. Después hay agendas que tienen que ver con la salud y la educación que en el caso de Argentina están descentralizadas, con problemas muy graves en términos del financiamiento que poseen las provincias, que esto viene de la época de la dictadura, para hacerse cargo de la responsabilidad que tienen a cargo. Entonces ahí todavía se debe una reforma muy fuerte en términos a lo que hace a la salud y a la educación. Porque lo que ha pasado en las últimas décadas es que viene creciendo una mercantilización del sistema de salud y educación, donde los sectores medios generalmente, y hasta los propios sectores más humildes terminan pagando escuelas de cuotas bajas o más altas, pero a fin de cuentas huyen del sistema público. Y eso es un problema al que le tenés que prestar atención, porque el propio Estado estuvo aportando a las escuelas privadas y demás, dónde ahí necesitas reestablecer reglas al respecto. Sumado a cómo fortaleces todo el sistema público, que está a cargo eminentemente de los gobiernos provinciales.
¿O sea se requiere de un trabajo articulado entre los diferentes niveles de gobierno?
Exacto siempre hay que pensar los temas y las incumbencias de manera articulada, hay otros temas como la vivienda, o generalmente todo lo que tiene que ver con el derecho al acceso a la ciudad y al suelo, es una agenda netamente de involucramiento desde lo territorial, desde los gobiernos locales. Ahí es indispensable si tenés tierras o no, qué sucede con la valorización selecta del suelo, qué sucede en los procesos de urbanización de villas y asentamientos precarios, todos procesos que involucran coordinar los diferentes niveles de gobierno desde el territorio. Pero a la par vos necesitas desarrollar préstamos, desde la banca privada, para vivienda para los sectores medios. Mientras que en los sectores más humildes, tenés que desarrollar una red más de infraestructura básica provista a través del Estado para igualar los territorios, porque lo que tenés es un proceso de segregación territorial muy grande en la Argentina que viene creciendo, aparte de las desigualdades en concentración del ingreso. Entonces, todo esto siempre tiene que estar atravesado por la agenda del trabajo, tanto lo que hace a los temas vinculados a los cuidados, pensar lo relativo a los cuidados de la primera infancia y el acceso a la educación desde que un chico nace, los cuidados para las personas mayores; y a su vez, a toda la agenda de género ligada a esto, en ese sentido, que no sean las mujeres las que por defecto tengan que hacerse cargo de esta cuestión. Y ahí tenés además, potenciales generaciones de puestos de trabajo, lo mismo en vivienda.
Entonces ahí identificar cuál es el rol que tiene cada nivel de gobierno en la equidad, y desde qué lugar cada uno puede aportar lo mejor a agendas que no solo implican coordinación, sino que implica también puesta de recursos, capacidades y asignaciones de roles diferenciales.
¿Y ves una resignificación de los roles de los movimientos sociales en este cambio?
Muy probablemente, lo que se viene dando a lo largo de estos años en la Asignación Universal por Hijo sí ha sido un motorizador que posibilitó que los sectores de la economía popular planteen otro tipos de demandas, más ligadas a derechos que a la protección social. Derechos que no están anclados solo desde el Ministerio de Desarrollo Social, por ejemplo. Igual siempre tienen como una cosa ahí, porque es como que luchan en la emergencia territorial, entre la supervivencia y la cuestión más estratégica de cómo se ubica la economía popular. Pero sin lugar a dudas los movimientos sociales son los mecanismos de organización territorial y el cambio de concepción que se haga, no ligado solo a mirar un mundo que es como informal, como estrategia de supervivencia sino replanteándose una agenda dinámica, dentro de un conjunto de una estrategia productiva. No es una política para la emergencia, para los más desplazados y otra política más de desarrollo para otros sectores de la población, sino que se trata de una estrategia de dinámicas múltiples que se necesita tener en términos de la política pública, pensando en el trabajo y la inclusión de los diferentes sectores de la población.