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Análisis musical "Car Radio" de Twenty One Pilots: estar en silencio es necesario.

Por Marcos Lobo







Probablemente usted haya escuchado mencionar al grupo estadounidense Twenty One Pilots. Oriundos de Columbus en Ohio, el grupo conformado actualmente por Tyler Joseph y Josh Dun ha dado de qué hablar desde mediados de la década pasada con su creciente ascenso de popularidad producto de sus álbumes "Blurryface" de 2015 y "Trench" de 2018.


Sin dudas, este dúo ha sabido destacar de entre muchos otros grupos (mal encasillado, a mi parecer, dentro de lo que se conoce como "Indie Pop") con su estilo particular lleno de ritmos pegadizos mezclados con mensajes ocultos y conceptos abstractos que te invitan a adentrarte aún más en su "universo musical".


De esto último se podrían escribir varias notas pues no exagero al decir que el nivel de complejidad que existe detrás de la construcción de sentido que le ha dado el grupo (en particular su vocalista, Tyler Joseph) a sus creaciones (no sólo en lo musical) es tan amplio que ha dado lugar a un número considerable de teorías por parte de los seguidores de este grupo (su servidor incluido).


Por el momento, y lo que nos atañe para esta ocasión, es una canción proveniente de uno de sus primeros álbumes, tal vez un poco separada de este "hilo conductor de sentido" plasmado en los álbumes posteriores (los mencionados al principio), pero no por eso menos profunda en cuanto a su mensaje acompañada de una rítmica que "traduce" de manera magistral los sentimientos del vocalista al momento de cantar. Se trata del tema "Car Radio" del álbum Regional at Best (2011) remasterizado en 2013 en su álbum Vessel.


¿De qué trata la canción?


Antes de empezar, es válido aclarar que este análisis está basado en mi interpretación personal sostenida, a su vez, por las declaraciones del vocalista acerca de la historia detrás de esta canción. Dicho esto, empecemos:


La canción tiene su base en una anécdota de Tyler Joseph: resulta que en su etapa de secundaria tenía un auto con el que iba a su escuela. Era un auto algo viejo pero él disfrutaba conducirlo mientras escuchaba la radio. En una ocasión estaba apurado porque llegaba tarde a un examen, por lo que se le olvidó ponerle el seguro. Al volver, se dio cuenta de que le habían robado algunas cosas, entre ellas, la radio de su auto. Tyler cuenta que lo expresado en la canción son los pensamientos que pasaban por su mente al conducir en silencio de vuelta a su casa, pensamientos que antes eran opacados por los sonidos (o mejor dicho, los ruidos) provenientes de su radio y que ahora, sin éste, esos pensamientos son casi asfixiantes. Pero de ese silencio, ¿Pueden surgir otras cosas?


Vamos por partes


Lo primero que tenemos que tener en cuenta es cómo funciona la dualidad entre silencio y ruido y así entenderemos como todas las metáforas utilizadas en la canción, en mayor o menor medida, hablan de esta relación: una mente "distraída" por algún estímulo externo (en este caso, el ruido) se encuentra, a su vez, en "silencio" pues no se percata de ciertas cosas. No es que no piense en absoluto, pero evidentemente los pensamientos más profundos difícilmente vayan a ver la luz ¿nada se oye familiar ahí, verdad?. Ahora bien, sin el ruido de la radio, la mente deja espacio para los pensamientos, en otras palabras, la mente produce sus propios "sonidos" (más adelante explicaré por qué hago esta diferenciación entre sonido y ruido). Es casi entrópico, como el agua y el aire llenando los espacios que el otro deja al desplazarse entre sí. Pero como la mente humana es un poco más compleja que un jarrón de vidrio, nos adentremos en lo que podemos deducir de la letra:


La canción empieza con una intro cuya mezcla de sonidos de percusiones con piano y sintetizadores augura un ambiente melancólico y de tensión. Luego de unos segundos, Tyler empieza a cantar:


"Reflexiono sobre algo grande,

mis pulmones se llenarán y luego se desinflarán.

Se llenan con fuego,

exhalan deseo,

sé que es turbulento

mi momento hoy."


Tyler aquí expresa sus primeras sensaciones en convivencia con el silencio: las físicas. Algo tan natural y automático como la acción de respirar, en compañía del silencio, se vuelve intensa, como "aspirar fuego". Probablemente también refleje su enojo, no tanto por el robo de su radio en sí, sino de lo que ésta le otorgaba: el sonido que lo "protegía" de convivir con sus pensamientos. "Exhala deseo", osea, deseo de volver a ese estado. Al final, Tyler asume esas sensaciones: "sé que es turbulento mi momento de hoy".


"Tengo estos pensamientos

tan a menudo, debería

reemplazar esa ranura

con lo que una vez compré,

porque alguien robó

mi radio del auto,

y ahora solamente me siento en silencio."


Con el estribillo, Tyler resume el conflicto dentro de su mente: su enfrentamiento con sus pensamientos no es voluntad de él, está obligado por el silencio que lo rodea. Así como la radio ya no se encuentra en esa ranura, el ruido ya no se encuentra en su mente. Lo que queda en el auto es silencio y lo que queda en su mente son sus pensamientos.


"Algunas veces, el silencio es violento,

lo encuentro difícil de esconder,

mi orgullo ya no está dentro,

lo llevo en mi manga (on my sleeve también se traduce como "a flor de piel" o "a la vista").

Mi piel gritará

recordándome

a quién maté dentro de mi sueño.

Odio este auto que estoy conduciendo,

no hay escapatoria para mí,

soy forzado a lidiar con lo que siento,

no hay distracción para enmascarar lo que es real,

podría dar un tirón al volante."


Aquí notamos como Tyler ya no puede soportar el silencio, a tal punto que se siente "violento". Nos habla de cómo su "orgullo ya no está adentro sino que está a la vista" refiriéndose a que sus pensamientos, al no ser opacados por el ruido, finalmente se manifiestan "en su piel" (el mundo externo). Esta manifestación es tan poderosa que "su piel grita y al hacerlo le recuerda a quien mató dentro de sus sueños". De este fragmento, podemos suponer que Tyler, hasta el momento del robó, se encontraba en un estado de disociación tan profundo que, al encontrarse con el silencio, se vuelve insoportable (su piel grita) provocando que se de cuenta de todo el tiempo que pasó evitando su mente (recordándole a quién mató dentro de sus sueños). Todo el resto es bastante explícito: odia el auto, odia no poder refugiarse en el ruido y entiende que ahora es inevitable ese enfrentamiento a menos que contemple la "opción rápida" para evitarlo (podría dar un tirón al volante). Por suerte, la canción no termina ahí y es en la segunda mitad de esta canción en donde los hechos van en otra dirección. Por lo pronto, la estrofa finaliza con el estribillo:


"Tengo estos pensamientos

tan a menudo…"


Luego tenemos otro segmento instrumental muy similar al del principio pero ahora se puede sentir una mayor exaltación, casi como reflejando el modo en que los pensamientos de Tyler van "tomando presencia" en forma progresiva. Después de un rato, retoma la canción:


"Reflexiono sobre algo espantoso,

porque esta vez no hay sonido tras el que esconderse.

Me encuentro sobre el curso de la existencia humana,

una cosa consiste en la consistencia,

y es que todos estamos combatiendo al miedo,

oh querida, no sé si sabemos por qué estamos aquí,

oh Dios, demasiado profundo,

por favor, deja de pensar,

me gustaba más cuando mi auto tenía sonido."


A esta altura, Tyler entiende que ya es imposible volver atrás. Sus miedos, sus inseguridades y sus problemas llegan con fuerza, sus cuestionamientos acerca de su propósito en la vida y la misma existencia humana lo abruman de tal forma que desea dejar de pensar. Y es en el momento en el que creemos que se rindió cuando nos llega este hermoso fragmento:


"Hay cosas que podemos hacer,

pero de las cosas que funcionan, solo hay dos,

y de las dos que elegimos hacer,

la paz ganará,

y el miedo perderá.

Está la fe y está el dormir,

tenemos que elegir una por favor, porque

la fe es estar despierto,

y estar despierto para nosotros es pensar,

y para nosotros pensar es estar vivos,

y lo intentaré con todas las rimas,

para dar la impresión de que me estoy muriendo,

para decirte que necesitas intentar pensar."


A pesar del dolor y la frustración en la voz de nuestro protagonista, el sentido de la letra cambia: Tyler entiende que por más que intentes no pensar, eventualmente al final esos pensamientos que estuvieron dormidos van a salir. Es ahí en donde nos toca tomar una decisión, la "única decisión que funciona": el camino a la paz es a través de escogerla por sobre el miedo. La fe (la voluntad) es el método para alcanzar la paz y el dormir (disociar) es ir por el camino del miedo y la eventual muerte. Podemos asumir esto último ya que, en contraposición, Tyler explica cómo funciona el camino de la Paz: la fe equivale a estar despierto, estar despierto equivale a pensar y pensar equivale a estar vivo. Ahora la situación es otra: el protagonista no es perfecto y sigue deseando volver a ese estado anterior. De ahí que vuelve a decir el estribillo:


"Tengo estos pensamientos

tan a menudo…"


Pero ahora es distinto, el proceso que atravesó, tortuoso a más no poder, lo llevó a darse cuenta del mensaje que ahora plasmó en esta canción: el camino a la paz es el más difícil porque requiere de nuestra voluntad y el camino del miedo es el más fácil porque solo necesita la ausencia de la misma. Tyler perdió en esta ocasión, sí, pero ya dio el primer paso: asumir lo que siente y enfrentarse a sí mismo. Pero no sólo eso, también nos hace una promesa: "lo intentaré con todas las rimas, para dar la impresión de que me estoy muriendo, para decirte que necesitas intentar pensar". Nos promete que, todas las veces que recorra el camino de la paz con cada rima (hacer música), por más que sienta que se muere, lo hará también por nosotres, para que también pensemos, para que recorramos el camino junto a él.


Ahora bien, ¿de qué forma lo hacemos?


De ahí mi distinción entre ruido y sonido. Lo que salía de la radio de su auto puede que no haya sido estática pura, pero si lo que sale de ahí solo es utilizado por nosotros para mantener "dormida" a nuestra mente, ¿Dónde está el límite con el ruido? Porque las creaciones de los artistas vienen con un contrato para nosotres consumidores, pero con distintos "términos y condiciones".


Hay artistas (musicales en este caso) que simplemente quieren que escuches su música y la disfrutes (y no, no debes sentirte culpable por eso, quien te escribe también lo hace porque convivir con tus emociones también es parte del camino de la paz, siempre y cuando no te desconectes de ti mismo).


Otros artistas tienen contratos más "estrictos" pero con la promesa de una experiencia distinta (no por eso mejor que las anteriores). Tyler lo sabe y por eso se aseguró que cada canción de Twenty One Pilots fuera lo más críptica posible, llenas de metáforas con respecto a la depresión, los problemas e incluso el amor.


Pero la firma no es obligatoria, puedes simplemente oír y mover la cabeza al son de sus ritmos pegadizos. Pero si eliges firmar con tu voluntad, te darás cuenta de lo basto y enriquecedor que es el significado detrás de ese ritmo pegadizo. Y ojo, que nosotres, la mayoría de los hispanoparlantes, tenemos un contrato con una condición extra: tenemos que traducir la letra además de interpretarla.


Y sí, ojo ahí también, Tyler sabe que la experiencia es más rica cuando damos nuestra interpretación, por eso no da muchas explicaciones o, si lo hace, solo otorga algunas pistas para guiarnos, pero, una vez más, nuestra voluntad juega ese papel. Yo mismo estoy dando mi perspectiva en esta nota y tal vez cuando termines, tú te hagas una propia. Y está bien, eso es lo lindo del arte.


¿Qué nos queda por hacer?


Por eso, para cerrar, querido lector que llegaste a este punto, te invito a tí a enfrentar ese incómodo silencio. Quédate un rato con tus pensamientos, medita en el sentido no esotérico de la palabra, convive con tu mente. Al principio podría ser incómodo, tormentoso incluso, como ya vimos, pero el resultado lo vale: una nueva perspectiva de las cosas. Tal vez no te deshagas de aquello que mantiene a tu mente "dormida" de forma inmediata, pero podrás reconocerlo, ese es el primer paso para el camino de la paz. Lo que hagas después te lo dejo a ti, pero si utilizas tu voluntad para hacer algo distinto, por pequeño que sea, te aseguro que me sentiré feliz. Cuéntamelo abajo en los comentarios cuando lo hayas hecho, ahí te esperaré, esa es mi promesa.



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