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El acceso de los niños a los espacios de recreación: lugares de contención y acompañamiento.

Los espacios de recreación son un componente fundamental, sobre todo en los niños ya que son un acompañamiento que busca potenciar sus habilidades, incentivar su creatividad y un desarrollo integral en su crecimiento, además intenta funcionar como un elemento de cohesión social, a partir de actividades deportivas, lúdicas y culturales se facilitan momentos de mayor interrelación social no solo de los niños entre sí sino también de sus padres. En todo ello podemos encontrar beneficios psicoemocionales como la confianza en sí mismo, vencer desafíos y capacidad de relacionarse; cognitivos como desarrollo de la imaginación, creatividad y memoria; sociales como la identidad y sentido de pertenencia; físicos como las destrezas motoras.

Hay que destacar que la recreación tiene una importancia tan grande que se constituyó como un derecho que entro en vigor el 2 de septiembre de 1990 en la Convención sobre los Derechos del Niño en donde se establece que los Estados Partes respetarán y promoverán el derecho del niño a participar plenamente en la vida cultural y artística y propiciarán oportunidades apropiadas, en condiciones de igualdad, de participar en la vida cultural, artística, recreativa y de esparcimiento.

La accesibilidad va acompañada en este caso de la inclusión ya que las propuestas de espacios deben adaptarse constantemente a las situaciones de vulnerabilidad, necesidades y demandas particulares de los niños y de la comunidad, circunstancias, la idiosincrasia, etc. Para adentrarnos más en este tema desde Anita decidimos comunicarnos con Juan Augusto Reyes Robles, dueño de Orygami Multiespacio, con el objetivo de conocer la situación de nuestra provincia respecto al acceso a los espacios de esparcimiento.


¿Cómo ve la situación actual en cuanto al acceso de los niños a los espacios de recreación en Tucumán durante el verano?

“Específicamente este año vimos que se abrieron muchas ofertas y espacios que no estaban funcionando con anterioridad tanto a nivel público como privado, empezaron a ofrecer propuestas, creo que también se debe a una situación de contexto de pandemia y el tiempo que los chicos permanecieron adentro por un lado y por otro lado que este año hay mucha gente que también se quedó en la provincia, que no salió por la situación sanitaria y al haber más demanda también la oferta tiende a subir. Como espacio de recreación por lo menos nosotros que estamos en el tema leímos que se abrieron muchos espacios nuevos, por ejemplo, en el CIIDEPT hay talleres de ciencia y tecnología para niños y creo que son espacios gratuitos, solamente hay que ver el tema del cupo. Con respecto a cuestiones de emprendimientos privados puedo hablar de nosotros…

Respecto a las zonas en donde generalmente se implementan dijo lo siguiente: “Bueno, en San Miguel de Tucumán, algo por Yerba buena… si veo como un target y público distintos en cuanto a propuestas en sí y también vi diferencias en cuanto aranceles de cobro de talleres que son muy distintos en diferentes puntos de la provincia, por ejemplo, Yerba Buena tiene un target, un estilo particular a diferencia de otras propuestas que se pueden encontrar en San Miguel o Tafí Viejo que es también un punto neurálgico con unas propuestas muy interesantes.”


¿De qué forma una organización puede contribuir a generar accesos para los más vulnerados?

“Yo creo que tiene que ver mucho con las posibilidades que brinden principalmente de accesos gratuitos por un lado, y por otro lado para también diferentes perfiles de niños. Nosotros recibimos mucha demanda, por la característica de nuestro proyecto, de personas y familias que atraviesan por alguna condición específica de salud en la etapa evolutiva de desarrollo de sus pequeños, trabajamos mucho sobre neurodiversidad y recibimos demanda de niños con autismo, síndrome de Down, otros trastornos genéticos o con déficit de atención, trastorno del lenguaje, etc. Ahora en los talleres también tenemos en oportunidades niños con conjunto de condiciones específicas en donde les pedimos a las familias que nos aclaren o nos cuenten un poco acerca de qué puntos vulnerados se encuentra en el pequeño, como para poder ayudarlo y darle las herramientas para que pueda potenciar su desarrollo, crecimiento y aprendizaje, en ese caso trabajamos de forma colaborativa con la familia. Me encantaría que cada vez haya más espacios para todas y todos los pequeños que quieran participar de algún espacio recreativo, eso mejoraría el acceso a estos espacios porque implica un derecho a que todos los niños tengan la posibilidad de jugar y desarrollarse libremente.”


¿Qué importancia tiene en los niños el acceso a estos espacios recreativos?


“Hablando en general sobre la importancia de los espacios recreativos en las infancias, puedo decir, de que el derecho a jugar, a poder compartir con pares, con otros, es muy valioso y que los adultos nos demos cuenta de esa necesidad, de que nos conectemos un poco más con ellos, con sus necesidades, posterguemos algunas necesidades adultas, me refiero a dar lugar a la expresividad de las infancias. Muchas veces nosotros tenemos muchísimo contacto con papás, mamás, abuelos o tíos que nos cuentan o nos demandan juegos, juguetes, actividades para niños que están solos en su casa, no tienen a nadie a la par y que necesiten jugar solos y realmente en los espacios recreativos se enriquece muchísimo cuando se puede compartir con pares, cuando justamente el aprendizaje sea con otros, somos seres gregarios que necesitamos de otros para poder desarrollarnos al crecer. Bueno a nosotros nos genera un dolorcito cuando escuchamos por ahí estás cuestiones que tienen que ver con necesidades más adultas de tener espacios que no contemplan el tiempo para jugar con los niños y por comodidad muchas veces se termina en tecnología, en las cuestiones de los celulares o en la tele y “los enchufamos para que no molesten, para que nos dejen hacer nuestras cosas de adultos” y realmente nos olvidamos que en las etapas de desarrollo y evolutiva de ellos es donde necesitan compartir y su aprendizaje es mucho más rico cuando se hace con otro. También el adulto, tiene una ganancia jugando con niños, lo que nos pasa a nosotros cuando compartimos espacio con la infancia, es de que nos alimentan un montón, son nuestro cable a tierra, nos conectan con proyectos personales, nos dan ideas, nos refrescan, nos dan ese aire que por ahí en la estructura de adulto olvidamos, nos permiten jugar y ser un poco más libre, volver a recordar cuando nosotros éramos pequeños y la verdad que tiene múltiples beneficios para el adulto.”


¿Qué impacto tiene en la sociedad y a futuro?


“Los dos últimos años fueron tremendos para todo el planeta y cuando empezó esto, nosotros hablamos con los chicos dentro del proyecto sobre las repercusiones que iba a devenir en un futuro y hoy se está viendo o incluso el año pasado se empezó a ver con el retorno de los niños al aula, toda las faltas. No es tan importante que se pueda atrasar en aprender a leer, a escribir o con algún contenido pedagógico específico, lo que más afecta, lo que más duele y lo que más cuesta recuperar es la confianza, sacar esos miedos, de poder acercarse a los demás para compartir, retomar ese ritmo y esa dinámica es lo que lo que más vimos que afectó a los chicos. Yo creo que como misión, como una responsabilidad adulta, debemos ocuparnos un poco más de ellos, estar más pendiente de sus necesidades, brindarles las posibilidades para su desarrollo normal y natural, apuntalar en donde haya trabas, un poco más de dificultades para avanzar, pero fundamentalmente brindarles atención, con y atención no me refiero a pasar media hora por día con ellos sino realmente escucharlos, escuchar sus necesidades y darle las posibilidades para que ellos crezcan en un ambiente saludable, y eso solamente se hace con presencia adulta.”







En cuanto a ofrecer lugares de esparcimiento para los más chicos ¿qué rol cumple Orygami?


“Orygami Multiespacio nace con la necesidad de encontrar puntos de encuentro dentro de una sociedad que percibíamos como fragmentada y donde el acceso a determinados materiales y servicios para las infancias era o se daba de manera dificultosa o simplemente no se daba porque había libros, juguetes, juegos, propuestas lúdicas o espacios recreativos que no existían en ese momento. El proyecto este año va a cumplir 10 años, fue atravesando distintas etapas en su crecimiento y desarrollo, al principio tenía otro rubro más social, trabajamos con imprenta y en el camino fuimos reencontrándonos con los libros. Los libros formaron parte de toda nuestra vida y desde niño es un proyecto familiar con mi compañera Lelia. Encontramos en la necesidad justamente cuando nos encontramos con los libros, coincide en el momento en que empezamos a planificar nuestra familia, entonces esa identificación con volver a la infancia a recordar que leíamos o que nos gustaría haber leído de niños para el desarrollo de nuestra vida fue la chispita que nos impulsó a darle forma a este proyecto, llegaron los libros, los talleres y posteriormente llegaron los juegos y los juguetes didácticos. La función y la misión del espacio va más allá de un punto de venta en donde la gente llegué a comprar, a tomar algún taller, capacitación, o asista a algún evento artístico que organicemos, a la presentación de un libro. Nuestras cuatro patas son los libros, los juguetes, los talleres, capacitaciones y la producción de eventos culturales, en eso se desarrolla nuestra misión. Como proyecto no somos una fundación, es un emprendimiento privado, mucho pulmón, muy pequeño todavía, familiar y con la idea de expandirse y seguir creciendo para llegar a más personas, creemos que a medida que contemos con los apoyos necesarios de las personas que puedan abrirnos puertas y posibilitarnos llegar a más personas vamos a poder cumplir con nuestro rol, que como te explicaba va más allá de tener un local comercial y lo que buscamos constantemente es la salida al medio, al retorno, a la comunidad y de que esto también tenga acceso.”


Este verano en Tucumán podemos encontrar ofertas en donde están involucrados complejos, como por ejemplo la pileta olímpica del Complejo Teniente Ledesma en donde también se lanzó la Colonia de verano y Escuela de Natación para niños de 6 a 12 años, con cupos limitados; Clubes como Atlético Tucumán y su complejo “José Salmoiraghi” el cual ofrece la Colonia para este periodo estival con el objetivo de que los chicos pueden disfrutar de actividades recreativas, deportivas, acuáticas y de contacto con la naturaleza; También el Ingenio Cultural que ofreció actividades como los talleres de Instrumentos Reciclados y del Cuenta cuentos para los niños de forma virtual, presencial y gratuita; por ultimo hay que destacar, entre las variadas propuestas, los talleres de verano impulsados por El ministerio de Desarrollo Social, a cargo de Gabriel Yedlin, con ciertas actividades tendientes al cuidado de los más vulnerables y dirigida a los niños, niñas, adolescentes y adultos mayores. Respecto a esta última propuesta le preguntamos a la Directora de Articulación Territorial, Sofía Santillán, en qué consistía y nos contó: “Talleres de verano es un programa que surge como una propuesta que pretende promover de alguna manera y ejercitar el involucramiento y la participación de diferentes actores de la comunidad en un objetivo común.” Ese objetivo común es una temática que a las comunidades siempre les interesa trabajar, que es tener un espacio de contención para los niños y niñas de las comunidades en la época estival, esto fue una iniciativa que se viene trabajando desde el año 2009 y ha surgido a partir de tomar una temática que para nosotros era recurrente cuando se trabajaba en los espacios de mesa de gestión local, que era que cuando terminaban las clases los chicos quedaban sin una contención y que en muchos casos por ser comunidades insertas en zonas de alta vulnerabilidad social, los niños no solían tener otras alternativas en las vacaciones ya que no salían de vacaciones.”





Respecto a quienes está dirigido y que nivel de inclusión tiene, nos dijo lo siguiente: “Este programa tiene dos poblaciones objetivo, por un lado de manera indirecta los niños, jóvenes y en muchos casos adultos de diferentes comunidades para que tengan una alternativa diferente en la época estival y por otro lado para nosotros en este caso de manera directa el objetivo está vinculado justamente a los actores que participan de manera activa en los espacios participativos que promueve el Ministerio. Estamos nosotros en condiciones de afirmar que este programa es una política pública participativa, porque efectivamente asume la característica y la idiosincrasia de cada comunidad. Cada comunidad a partir de estos espacios participativos propone las temáticas a trabajar, las actividades a hacer, piensa en quienes podrían ser los actores, define cuales son las herramientas, los elementos y los materiales que necesitan para ejecutar esta actividad, gestiona de manera participativa los espacios físicos donde se van hacer, en algunos casos, depende de la comunidad, se ejecutan en escuelas en otros casos se ejecutan en Clubs, parroquias, centros integradores comunitarios, salones comunales o en casas de familia, de acuerdo a como lo defina cada una de las comunidades.”

Finalmente, también hablamos con ella sobre la pandemia, su solución y llegada a nuevos públicos y nos comentó que “con el COVID nos tocó justamente el gran desafío de pensar si sosteníamos la oferta institucional de los talleres de verano o no y apostamos por sostener la oferta, entonces el verano del año pasado lo que hemos hecho es sostener la oferta, pero trabajar previamente con las comunidades para que puedan adecuarla al contexto sanitario. El año pasado muchos de los talleres se han dictado de manera virtual, en algunos lugares, han empezado desarrollando los talleres con menor cantidad de niños y con mayor frecuencia, así definían horas de trabajo para los chicos por edades, en otros casos han armado, por ejemplo, paquetitos de materiales y le entregaban casa por casa a cada niño con este una serie de actividades a cumplir y de objetivos a concretar, que los chicos tenían que ir cumpliendo a lo largo de la semana y cuando terminaba la semana mandar una foto, por ejemplo, con cómo les había quedado concretada la actividad. Y lo último que a mí me gustaría poder agregar es que desde los últimos tres años en la implementación de los proyectos del programa de talleres de verano hemos ido llegando a poblaciones que antes no llegábamos o por lo menos que no las teníamos involucradas de manera directa, por ejemplo, que puedan ejecutarse los talleres de verano en comunidades indígenas, la verdad es que la diversidad de las actividades de las comunidades son fantásticas, los chicos aprenden a trabajar con cuero, prácticas ancestrales, la pintura en piedra, un montón de cuestiones que nosotros nunca nos hubiéramos imaginado que podían tener los talleres de verano y también como instancias para que puedan fortalecerse los propios dispositivos que tiene el Ministerio, además de las mesas de gestión local como pueden ser las cocinas comunitarias, como pueden ser los CEPLA, algunas organizaciones comunitarias, incluso áreas de juventud que promueve el Ministerio que se conformen, entonces en función a eso se ha ido diversificando la propuesta.”

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