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Episodios "Disruptivos" 2: las Chicas Superpoderosas y la tergiversación del discurso feminista


Por Marcos Lobo


No cabe duda que dentro de las series que marcaron a los y las niñas de principios de la década del 2000, Las Chicas Superpoderosas ocupaban un lugar especial en las "mañanas de sábado" de caricaturas en televisión por cable, en este caso, por Cartoon Network. La trama, a grandes rasgos, no salía del formato general de las series animadas de ese entonces: una serie de episodios autoconclusivos que narraban las aventuras que iban desde situaciones cotidianas a cosas más fantásticas. En este caso eran 3 niñas (Bombón, Burbuja y Bellota) que habían sido creadas en un laboratorio de forma accidental por un científico (el profesor Utonio) quien las adopta como sus hijas. Estas niñas contaban con aptitudes sobrehumanas como fuerza, velocidad, vuelo, visión de calor y cualquier otra habilidad que fuera necesaria para el desarrollo de la trama (y no es crítica, la mayoría de las series animadas hacían exactamente lo mismo). Por lo mismo, las mismas hacen de superheroínas de su ciudad, enfrentando desde ladrones de bancos hasta monstruos gigantes, siempre que el alcalde de la ciudad las llame por un teléfono especial. Si bien, por lo mencionado hasta ahora, no pareciese haber más que una simple serie de las tantas que había por ese tiempo, hay un tema plasmado a lo largo de la misma que no se puede dejar de lado, y es el ya conocido "Empoderamiento Femenino". Y uno después de esta afirmación podría estar tentado a decir: "Bueno, no sólo porque la o las protagonistas de una serie sean mujeres, es necesariamente por un intento de empoderamiento". Lo cual podría tener sentido de no ser por el hecho de que, por ese entonces, las series de acción, más aún las animadas, con protagonistas mujeres podían ser contadas con los dedos. Pero obviamente, de una serie que hable sobre el empoderamiento femenino a una serie "feminista" hay una gran diferencia. Y ese es el punto de esta nota. Episodio 3, temporada 12 "Igualdad" Antes que nada, pensemos un momento en la lógica que maneja la serie. Inspirada en los cómics de superhéroes de los 50, los héroes combaten a los criminales, todo en un tono humorístico o jocoso, pues inconscientemente sabemos que el héroe no está en peligro real y que eventualmente va a salvar el día. Masomenos bajo esa lógica se presenta la ciudad de Saltadilla, una metrópolis utópica en donde "todos los ciudadanos están contentos con su papel en la vida" y cuyo único problema es el villano de turno, pero el de este episodio es uno bastante particular. Se trata de una ladrona de bancos llamada, de forma nada sutil, "Femme Fatale", caracterizada de una forma aún menos sutil:


Para dejarnos más en claro de que el personaje es "extremista", cuando está robando dice que no quiere billetes de 100 porque Benjamin Franklin es un hombre. En cambio, ella roba monedas de Susan B Anthony. Eventualmente, las chicas Superpoderosas llegan y después de una persecución logran atraparla. Pero antes de llegar a la cárcel, Fatale empieza a cuestionar el accionar de las chicas, preguntándoles quién además de ellas es una superheroína admirada por sí sola sin una contraparte masculina. A las chicas solo se les ocurre el ejemplo de la Mujer Maravilla, por lo que lentamente van viendo las cosas desde el "punto de vista" de Fatale. Luego de que ésta las convence de que atraparla significaría una "derrota para todas las mujeres", la dejan libre. El resto del episodio trata sobre cómo las chicas adoptan un odio irracional hacia los hombres, enojandose porque el profesor les pidió sacar la basura, con un niño de su jardín por empujar a otra niña con su pelota y con el alcalde por llamarlas para enfrentar un monstruo gigante. Ante esto, la señorita Bello, secretaria del alcalde, llama a la maestra de Jardín de las chicas, la señorita Keane, para hablar "entre mujeres" con las chicas. Las Chicas hablan de las situaciones que presenciaron pero después de hablar con las señoritas Bello y Keane, se dan cuenta de que tales situaciones habían sido "malinterpretadas" y que en realidad a Femme Fatale no le interesa defender a las mujeres pues varias de estas fueron víctimas de sus robos. La conversación termina así: -S. Bello: escuchen niñas, en algo tienen razón, hay mucha injusticia en el mundo. -S. Keane: pero para eso las tenemos a ustedes, para defender nuestros derechos. Y en este momento la ciudad las necesita más que nunca. Luego de encontrarse de nuevo con Femme Fatale, esta última las felicita por lo que hicieron e intenta irse sin preocupación. Pero antes de escapar, ellas la interceptan y le preguntan si al menos sabe quién fue Susan B Anthony. Como no sabe cómo proseguir, ellas le contestan: "Hace mucho tiempo, las mujeres no podían hacer casi nada. Susan B. Anthony sabía que eso estaba mal. En 1872, Susan B. Anthony violó la ley al votar. A pesar de que fue declarada culpable, los federales no querían enviarla a la cárcel porque era una mujer. Pero ella no quería un trato diferenciado por ser mujer. Quería ser tratada por igual. Exigió que la enviaran a la cárcel, como cualquier hombre. Y eso es lo que vamos hacer contigo". El episodio termina con Femme Fatale en prisión cerrando con un para nada deconstruido chiste: "No le puede hacer esto a Femme Fatale. Las rayas horizontales hacen que me vea gorda". ¿Cuál es el verdadero problema con el episodio? Aquí cuento una intimidad. Cuando me planteé hacer esta trilogía de notas sobre episodios "disruptivos", lo hice en base a los meros recuerdos que tenía sobre los mismos. Elegí este episodio porque lo recordaba como aquel en donde una villana usaba el discurso feminista a su favor para su beneficio propio, todo esto cuando yo tenía, masomenos, 5 años. Luego de verlo en la actualidad para el desarrollo de esta nota, había algo que no me cerraba o me hacía ruido. Y no tenía que ver con el hecho de que tal vez le estaba dando demasiada vuelta a un episodio de una serie animada para niños, justamente ese es el propósito de estos análisis. Fue así como en mi búsqueda sobre opiniones y análisis sobre este episodio me encontré con un término llamado "Straw Feminist" o "Feminista de Paja". El término deriva de lo que se conoce como falacia del Hombre de Paja: Una falacia del hombre de paja se produce cuando alguien toma el argumento o el punto de otra persona, lo distorsiona o lo exagera de alguna manera extrema, y luego ataca la distorsión extrema, como si esa fuera realmente la afirmación que la primera persona está haciendo. Siguiendo esta lógica, una "Feminista de Paja" es un tropo (un patrón o característica identificable por una audiencia o público) que funciona en base a la creación deliberada de una caricaturización exagerada de una feminista, la cual será llenada, por parte de los escritores, por un montón de sobresimplificaciónes, representaciones erradas y estereotipos con el fin de hacer más fácil el desacreditar y delegitimizar al feminismo. La "feminista de paja", entonces, sólo existe en un mundo ficcional post-feminista creado por hollywood en donde el feminismo ya no es necesario promoviendo la falacia de que, en la realidad, ya todo el mundo es igualitario (este episodio justamente empieza aclamando que la ciudad de Saltadilla es "un lugar en donde todos los ciudadanos están contentos con su papel en la vida") lo cual es frustrante pues muchas veces estos personajes traen problemáticas legítimamente feministas (como la falta de representación de las superheroínas de las que hablaba Femme, por lo menos en ese tiempo) pero tales problemas son rápidamente socavados por los escritores al mostrar al personaje como engreída, loca o extremista. En estas narrativas ficcionales la opresión institucional y el sexismo a gran escala simplemente no existen. Ahí radica el problema de este episodio y el motivo por el cual agregué las comillas a la palabra disruptivo. Porque las cuestiones respecto a los derechos de las mujeres pierden importancia en un mundo ficcional que no intenta mostrar esas injusticias que existen en nuestro mundo real. Y con esto no digo que la animación deba ser 100% fiel a lo real, eso es parte de su encanto y lo que otorga libertad creativa a su autor. El problema surge cuando el escritor intenta aplicar a estos mundos ficcionales categorías morales como si estos pretendiesen ser el mundo real. En el mundo real, no todas las niñas se toman como broma el que un niño les arroje una pelota a la cara, no siempre encontramos a un padre soltero que mantiene a sus hijas y hace las tareas del hogar al mismo tiempo, y si hay figuras masculinas de autoridad institucional que le asignan trabajos, que son responsabilidad de él, a mujeres de forma no remunerada. Y más importante aún, el que Susan B Anthony haya pedido ser llevada a la cárcel por votar no tendría que verse como un ejemplo de que "hombres y mujeres son iguales ante la ley" ya que, justamente, ella no era igual ante la ley en ese momento, había sido enjuiciada por ejercer un derecho que no le era reconocido por el Estado debido a su condición de mujer. Conclusión Originalmente iba a titular esta nota como "Las chicas Superpoderosas vs la tergiversación del discurso feminista" pero después de un periodo de reflexión entendí que lo que correspondía era cambiar el "versus" por un "y". Porque sí el discurso de Femme Fatale resulta una falacia y una manipulación, y realmente lo termina siendo, es porque funciona dentro de la ficción de su autor, quien está en todo su derecho de hacerlo. Pero muy difícilmente pensemos que hablamos de otro mundo cuando la señorita Bello afirma que "hay mucha injusticia en el mundo" porque en ningún momento esas injusticias son mostradas de manera realista en la serie, ¿o alguna vez vieron ahi una manifestación sobre un caso de abuso sexual o un femicidio?. Esos problemas existen acá y, que me perdone la señorita Keane, aquí no tenemos a las Chicas Superpoderosas para que protejan los derechos de las mujeres, tenemos organizaciones sociales y movimientos que todos los días intentan enfrentar todas las injusticias que sufren diariamente las mujeres reales de nuestra para nada utópica sociedad y sin superpoderes. Con esto no quiero quitar mérito a los verdaderos aportes que tuvo la serie en otras cuestiones sociales, como los estereotipos de género y el ya mencionado empoderamiento femenino. Sólo digo que debemos dejar de asumir que una serie sale totalmente de la lógica de una sociedad patriarcal por el simple hecho de tener protagonistas mujeres. Porque sí la villana es asumida como una idea de lo que "realmente son las feministas", muchas niñas en ese tiempo podrían haber crecido con ese estigma en su cabeza y muy posiblemente hoy en día sientan rechazo por cualquier pensamiento que sea cercano al feminismo. Y eso es lo triste, porque hoy más que nunca estos movimientos reales que enfrentan problemas reales, necesitan el apoyo de todas esas niñas. Porque, lamentablemente, aquí "no todos los ciudadanos están contentos con su papel en la vida".


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