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Más y mejor educación, la respuesta frente al prejuicio de Acuña.


Por Emanuel Gall


El Doctor en Educación y docente en las Universidades Nacionales de Tucumán (UNT) y Jujuy (UNJu) criticó los dichos de la ministra de educación de la Ciudad de Buenos Aires, Soledad Acuña, y pidió que “los representantes, militantes, docentes, colegas, defensores de la Educación Pública, que nos formamos en las escuelas y en las universidades públicas debemos revertir y replantear con hechos y políticas concretas las palabras, intenciones y maledicencias de personas como Soledad Acuña”.



Doctor Daniel Yepez


Recordemos que la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, había afirmado que los alumnos que abandonaron la escuela durante la pandemia de Covid-19 en la Argentina se encuentran "perdidos en el pasillo de una villa, ya cayeron en la actividad del narcotráfico o tuvieron que ponerse a trabajar" condenando y descartando la posibilidad de que puedan reincorporarse al sistema educativo.


El docente e investigador expresó que “nosotros los convocamos, no vamos a buscarlos, ni los consideramos perdidos, nosotros queremos que cuando empiecen las clases, los chicos estén en lo posible bien alimentados y con recursos necesarios, con computadoras, cuadernos, para que iniciemos el ciclo lectivo 2022, aunque estén con delantales raídos y zapatillas gastadas. Tenemos que prepararnos y hacer las cosas para estar a la altura de lo que la sociedad, la política y la cultura en este contexto nos exigen”.


Daniel Yepez, profesor de Historia de la Educación de la Pedagogía, destacó que la expresión de Acuña “Nos interpela a quienes históricamente hemos planteado la importancia de la educación pública como derecho inalienable del pueblo argentino, como derecho constitucional, como cualidad propia del concepto de educación popular implantado por las leyes que dieron origen a nuestro sistema educativo hace más de 100 años”.





El especialista propuso “no engancharse” con respuestas personales a la ministra y organizar una contundente respuesta política: “necesitamos garantizar el proceso educativo a partir del concepto de bimodalidad educativa activa, uno adecuado a esta coyuntura de pandemia donde la presencialidad ha quedado afectada por las condiciones impuestas por esta peste que no tiene término ni definición. Y eso obliga al sistema a replantearse ese criterio. Durante 2022 el Estado debe garantizar conectividad, internet, llegada tecnológica, no solo a las instituciones educativas, que son las primeras que tienen que disponer de ese recurso, sino a la sociedad en su conjunto. Estoy hablando de la importancia que tiene para un futuro inmediato la garantía de una conectividad horizontal, gratuita, infraestructural a todos los sectores populares y eso solo puede ser garantizado desde el Estado. Pero agrego que no solo desde lo infraestructural y tecnológico, sino también desde los recursos humanos especializados, que hay que ir integrando al sistema educativo como operadores de un proceso mixto que se llama bimodalidad educativa. Eso es fundamental”.


Consultado por otros avances necesarios y por espacios de articulación institucional con capacidad de incidencia Daniel Yepez reflexionó que “Ahora que estamos casi en febrero, a través del Consejo Federal articulando con los sistemas educativos provinciales hay que ponerse a trabajar de inmediato en la reparación, mantenimiento, en la provisión de todos los recursos necesarios que las instituciones educativas demandan. Tanto de nivel inicial, primario, medio, superior no universitario y universitario, debemos asegurarnos que las instituciones estén provistas, funcionen, que tengan los trabajadores de la educación tengan salarios actualizados, personal ya designado para que no nos agarre el comienzo del ciclo lectivo 2022 con la cuestiones previas a medias. O con ausencia de inversiones necesarias, o con ausencia del personal técnico y docente necesario para que el sistema funcione”




Yepez aseguró que “la presencia del Estado tanto a nivel nacional y provincial desarrollando políticas inclusivas de atracción, de auxilio financiero y económico, becas, provisión de computadoras, con todos los recursos que hacen falta para que el sistema funcione al iniciarse el ciclo lectivo” es la respuesta adecuada dichos tan desafortunados.


Y hablando de gestualidades de la pérdida, la falta, la ausencia, el borrarse, el no estar donde se espera que se esté, Yepez fue categórico: “No hace falta ir a buscar a nadie sino que vamos a garantizar que nuestros niños, adolescentes y jóvenes sepan que el concepto de instrucción pública para ciudadanos libres e iguales no es una consigna vacía, no es algo que dijo Wilde hace 100 años, es una realidad que no solo está garantizada por la constitución nacional y el artículo 14bis de la misma, sino por políticas públicas que el gobierno popular tiene que preparar para que la educación funcione e incluya”.


A diferencia de la concepción liberal oligárquica que Yepez le asigna al PRO y sus referentes “el sistema educativo junto con el sistema de salud y todo el aparato de Estado tiene que estar preparados de la mejor manera posible para que el 2022 articule presencialidad y virtualidad y garantizar la presencia de nuestros chicos en las aulas. Esa es la primera preocupación.

No preparar el sistema es avalar ese discurso pernicioso de Soledad Acuña donde los chicos se caen, desaparecen, se pierden, ruedan al vacío”.


Para un educador popular la respuesta siempre es “fortalecer el Estado, el sistema educativo, la comunidad educativa y con esos tres elementos garantizar un proceso de inclusión social en la escolaridad de todos los niños y niñas para que accedan a este bien común que genera progreso, movilidad social ascendente, formación, y que es el que impera en nuestro paradigma educativo”.






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