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Shrek 3: una escena que condensa la saga

Por Marcos Lobo


¿Podemos detenernos un momento a pensar en lo hermosa y poética que es esta escena?




Para muchos esta tercera entrega no es tan buena como sus predecesoras pero en esta simple escena está perfectamente plasmada, en la humilde opinión de quien escribe, toda la esencia de la saga de Shrek. Funciona tanto en el plano de la ficción como en el de la metaficción. Permítanme explayarme: Durante la obra, los espectadores de "Muy Muy Lejano'' están viendo el cuento clásico perfectamente estructurado: el príncipe debe rescatar a la princesa. Para tal, debe sobrepasar un obstáculo, en este caso un ogro. Hasta ahí, ¿Todo bien verdad? Digo, ¿No es eso a lo que nos acostumbró toda la industria del señor Ratón durante tantos años? ¿No podríamos nosotros como espectadores en el mundo real identificarnos con los espectadores ficticios de esa obra de teatro? ¡NO! ¡No podemos! ¡No a estas alturas! Es ahí donde entra lo metaficcional y es ahí donde radica la genialidad de esta escena. Nosotros, espectadores reales, sabemos que todo lo que representa esta obra se siente mal, incluso causaría tristeza por momentos (de no ser por la bajada cómica de los chistes de Shrek sobre el príncipe encantador, otra genialidad de la escena pues el público, al igual que nosotros cuando vimos la primera película, logra empatizar con aquel que es presentado como el antagonista en los cuentos clásicos, el monstruo), porque si esta obra sigue su curso natural, Shrek al final va a morir (como personaje, a manos del príncipe encantador, y como concepto, a manos del cuento clásico). ¡PERO NO! Así no va a terminar la historia. Nosotros, reitero, espectadores reales, lo sabemos y lo sabemos porque toda la saga nos lo dijo desde el principio: Ese Ogro feo es el protagonista, el héroe de la historia, el que se ganó nuestros corazones y aquel con el que logramos identificarnos. Ese príncipe apuesto es el antagonista real, la antítesis completa de Shrek, el intento de supervivencia del cuento clásico hacia este último, tan necio para aceptar que desde la primera película ha sido derrotado y que su única salida a partir de ahí será la de adaptar nuevas formas, aunque ni por asomo tan radicales como la que tomó su contrincante. Si la fórmula era "príncipe vence monstruo y salva princesa'', Shrek dijo: "¿Sabés qué?: princesa rescata monstruo y juntos vencen al príncipe". (Mira, te metió empoderamiento femenino al mismo tiempo, mejor plasmado en la escena de las princesas, ¿hay algo que esta saga no haga bien?). - Este debía ser mi "felices para siempre". - Pues me temo que vas a tener que seguir buscando, porque yo no te daré el mío. Ese diálogo final ahora resuena con más fuerza. Porque así fue. El cuento clásico no se extinguió, pero el cráter que ha dejado el poderoso meteorito que representa esta saga es demasiado grande, no se puede deshacer. Es el final de la película, pero es el inicio de toda una nueva forma de contar historias. Aquellas que quieran volver atrás lo harán bajo su riesgo. Esa es la gran victoria de Shrek. Ese es el verdadero FINAL FELIZ. Y vaya que estamos agradecidos por ello.

¿Vos qué opinas? ¿Vas a ver de nuevo la tercera entrega pero con otra mirada?


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